Aumento de casos de enfermedades transmitidas por roedores
El destacado infectólogo Dr. Pablo Vial, de la Clínica Alemana de Santiago y profesor en la Universidad del Desarrollo, señala un importante aumento de casos de Hanta, una enfermedad transmitida por roedores, coincidiendo con la época en que comienzan a aumentar sus poblaciones.
Según el Dr. Vial, esta época del año es propicia para el incremento en el número de roedores, lo cual aumenta la probabilidad de encuentros entre estos animales y los seres humanos, especialmente cuando buscan comida en zonas habitadas. Este aumento en la interacción entre roedores y personas eleva el riesgo de transmisión de enfermedades.
Los síntomas de esta enfermedad, que el Dr. Vial compara con una gripe fuera de temporada, aparecen en promedio 15 a 18 días después de la exposición, aunque el rango puede variar entre 7 y más de 30 días. Estos incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, dolor muscular, malestar abdominal, náuseas, vómitos y diarrea.
El infectólogo enfatiza la importancia de estar atentos a estos signos de alarma y consultar a un médico si se presentan. Un hemograma es crucial para el diagnóstico, ya que una disminución en el número de plaquetas es un indicador temprano y significativo de la enfermedad.
La gravedad de esta situación reside en la rápida evolución de la enfermedad desde síntomas similares a la gripe a complicaciones serias como la insuficiencia respiratoria y el shock cardiogénico. Estas complicaciones pueden ocurrir en cuestión de horas, lo que subraya la necesidad de atención médica inmediata y especializada.
El Dr. Vial hace un llamado a la precaución y a la toma de medidas preventivas, especialmente en áreas donde es más probable la presencia de roedores. Este aviso también es un recordatorio para que los profesionales de la salud estén atentos a estos síntomas y realicen los análisis necesarios para una detección temprana.
La comunidad médica y la población en general deben estar informadas y preparadas para responder a este aumento en los casos de enfermedades transmitidas por roedores. La prevención y la rápida respuesta son clave para controlar la propagación de esta enfermedad y proteger la salud pública.
Fuente: Clínica Alemana de Santiago
Según el Dr. Vial, esta época del año es propicia para el incremento en el número de roedores, lo cual aumenta la probabilidad de encuentros entre estos animales y los seres humanos, especialmente cuando buscan comida en zonas habitadas. Este aumento en la interacción entre roedores y personas eleva el riesgo de transmisión de enfermedades.
Los síntomas de esta enfermedad, que el Dr. Vial compara con una gripe fuera de temporada, aparecen en promedio 15 a 18 días después de la exposición, aunque el rango puede variar entre 7 y más de 30 días. Estos incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, dolor muscular, malestar abdominal, náuseas, vómitos y diarrea.
El infectólogo enfatiza la importancia de estar atentos a estos signos de alarma y consultar a un médico si se presentan. Un hemograma es crucial para el diagnóstico, ya que una disminución en el número de plaquetas es un indicador temprano y significativo de la enfermedad.
La gravedad de esta situación reside en la rápida evolución de la enfermedad desde síntomas similares a la gripe a complicaciones serias como la insuficiencia respiratoria y el shock cardiogénico. Estas complicaciones pueden ocurrir en cuestión de horas, lo que subraya la necesidad de atención médica inmediata y especializada.
El Dr. Vial hace un llamado a la precaución y a la toma de medidas preventivas, especialmente en áreas donde es más probable la presencia de roedores. Este aviso también es un recordatorio para que los profesionales de la salud estén atentos a estos síntomas y realicen los análisis necesarios para una detección temprana.
La comunidad médica y la población en general deben estar informadas y preparadas para responder a este aumento en los casos de enfermedades transmitidas por roedores. La prevención y la rápida respuesta son clave para controlar la propagación de esta enfermedad y proteger la salud pública.
Fuente: Clínica Alemana de Santiago