¿Qué es la resonancia magnética y cuáles son sus aplicaciones médicas?

La resonancia magnética es una técnica de diagnóstico que utiliza un campo magnético y ondas de radio para obtener imágenes detalladas de los órganos y tejidos del cuerpo humano. Su uso se ha extendido mucho, debido a que no emite radiación como los aparatos de rayos X y otros métodos de diagnóstico.

Si quieres conocer más detalles de esta técnica y sus aplicaciones en la medicina, sigue leyendo este post.

¿Cómo funciona la resonancia magnética?

La resonancia magnética consiste en la absorción de energía por parte de los átomos del cuerpo humano, al ser sometidos a ciertas frecuencias de un campo magnético.

Al aplicar un campo magnético externo, los núcleos de hidrógeno de los tejidos se alinean con dicho campo, y al aplicar ondas de radio, los núcleos absorben la energía y cambian su orientación.

Cuando se interrumpe la emisión de ondas de radio, los núcleos vuelven a su estado original, liberando la energía absorbida en forma de señales de radio, que son captadas por una antena y procesadas por una computadora para generar las imágenes.

Las imágenes obtenidas por resonancia magnética tienen una alta resolución y contraste, lo que permite visualizar con gran detalle la anatomía y la fisiología de los tejidos blandos, como el cerebro, el corazón, los músculos, los nervios, los vasos sanguíneos, etcétera. Todo eso la hace una gran herramienta de la medicina actual.

Tipos de resonancia magnética

Existen diferentes tipos de resonancia magnética, según la técnica y el equipo que se utilice. Algunos de los tipos más comunes son los siguientes:
  • Resonancia magnética estructural: Es el tipo más básico y frecuente y se puede aplicar a cualquier parte del cuerpo. Se suele utilizar para diagnosticar lesiones, tumores, malformaciones, inflamaciones, infecciones, etcétera. 
  • Resonancia magnética funcional: Se utiliza para medir la actividad metabólica y fisiológica de los tejidos, especialmente del cerebro. La resonancia magnética funcional se utiliza para estudiar las funciones cerebrales, como el lenguaje, la memoria, la atención, las emociones, etcétera. 
  • Resonancia magnética de difusión. Se utiliza para detectar alteraciones en la sustancia blanca del cerebro, como infartos, tumores, esclerosis múltiple, etcétera. 
  • Resonancia magnética perfusión. Se utiliza para evaluar el estado vascular de los órganos, como el cerebro, el corazón, el hígado, el riñón, etcétera, y para detectar zonas de isquemia, necrosis o angiogénesis.

Aplicaciones clínicas de la resonancia magnética

Algunas de las aplicaciones clínicas más relevantes de la resonancia magnética son las siguientes:

Neurología 

La resonancia magnética es la técnica más idónea para el estudio del sistema nervioso central, ya que permite obtener imágenes de alta calidad del cerebro y la médula espinal. Se utiliza para diagnosticar y seguir el curso de enfermedades neurológicas, como ACV, tumores cerebrales, esclerosis múltiple, epilepsia, enfermedad de Alzheimer y muchas más. 

Ortopedia 

Permite visualizar con detalle los huesos, los cartílagos, los tendones, los ligamentos, los músculos y las articulaciones. También se utiliza para planificar y guiar procedimientos ortopédicos, como artroscopias, prótesis, injertos, etcétera. 

Oncología 

La resonancia magnética es una técnica muy valiosa para el estudio del cáncer, ya que permite detectar, caracterizar, localizar y medir los tumores, así como evaluar su grado de invasión, su vascularización y su respuesta al tratamiento. 

La resonancia magnética se utiliza para diagnosticar y monitorizar el cáncer en diferentes órganos y tejidos, como el cerebro, el hígado, el páncreas, el riñón, la próstata, la mama, el útero, el ovario, etcétera. También se utiliza para planificar y guiar procedimientos oncológicos, como biopsias, resecciones, radioterapia y quimioterapia.

Otras áreas médicas

La RM tiene otras muchas aplicaciones clínicas en diferentes campos de la medicina, como la cardiología, la gastroenterología, la ginecología, la urología, la otorrinolaringología, la oftalmología, la endocrinología, la dermatología, la reumatología, la inmunología, la infectología, la hematología, la genética, la psiquiatría, etcétera. 

En todos estos casos, la resonancia magnética permite obtener información relevante sobre la estructura y la función de los órganos y tejidos implicados, y facilitar el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades y condiciones que los afectan, de allí su importancia.

Fuente: Agencia Mi.yl
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