Más de 800 mujeres mueren cada año en Chile por causa del cáncer cervicouterino
Cualquier paciente puede ser diagnosticada a través de un examen anual, el que es fundamental para identificar precozmente posibles lesiones en el cuello del útero.
El cáncer cervicouterino es una de las enfermedades más comunes entre la población femenina, pero con mayores probabilidades de recuperación si se diagnostica en una fase temprana y se trata con prontitud. Se produce en las células del cuello uterino y hoy es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en todo el mundo, con una incidencia estimada de más de 604.000 nuevos casos y más de 342.000 muertes en 2020, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Asimismo, más del 90% de todas estas muertes ocurrieron en países de ingresos bajos y medios.
Por eso, este 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Cáncer Cervicouterino, establecido por la OMS con el propósito de generar conciencia en las mujeres sobre este problema de salud pública y la importancia de su detección temprana, tratamiento y cuidados.
En Chile, según cifras del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), durante 2022 se registraron 1.559 casos de cáncer cervicouterino y 825 muertes, convirtiéndose en el quinto tipo de cáncer más frecuente entre el público femenino del país.
El causante de gran parte de los casos de cáncer cervicouterino es el Virus del Papiloma Humano (VPH), que se transmite por vía sexual y consiste en un conjunto de virus, de los cuales algunos —como el 16 y 18— son los más agresivos y pueden provocar lesiones que se transforman en cáncer.
Cualquier mujer puede desarrollar la enfermedad, por lo que en el control ginecológico anual se suele incluir la toma de un Papanicolau (PAP), examen que permite detectar a tiempo lesiones en el cuello del útero.
En las últimas décadas se ha incorporado un nuevo e innovador mecanismo: el test de autotoma del VPH, que identifica la presencia del virus en el cuello uterino y distingue su genotipo, incluso antes de que se produzcan alteraciones a nivel celular. Y es que más allá de la comprobada efectividad del PAP, el test de VPH se posiciona como un complemento importante, especialmente en situaciones en las que diversas barreras han afectado la realización de pruebas preventivas en los centros médicos de salud.
Este año, como una manera de aumentar la tasa de diagnóstico temprano entre quienes no presentan síntomas, el programa “Hazte un tiempo, comienza por ti”, lanzado en 2023 gracias a una alianza público-privada entre el Gobierno de Santiago y Fundación Arturo López Pérez (FALP), se está implementando un plan piloto en las comunas de Lampa, Quinta Normal, San Ramón, Renca, Providencia y La Pintana, consistente en la entrega gratuita de kits de autotoma de VPH, que permite que las mujeres tomen por sí mismas el test en sus domicilios para pesquisar lesiones precancerosas que podrían derivar en cáncer cervicouterino.
La Dra. Carolina Selman, Subdirectora de Servicios de Diagnóstico Clínico de FALP explica:
El cáncer cervicouterino es una de las enfermedades más comunes entre la población femenina, pero con mayores probabilidades de recuperación si se diagnostica en una fase temprana y se trata con prontitud. Se produce en las células del cuello uterino y hoy es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en todo el mundo, con una incidencia estimada de más de 604.000 nuevos casos y más de 342.000 muertes en 2020, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Asimismo, más del 90% de todas estas muertes ocurrieron en países de ingresos bajos y medios.
Por eso, este 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Cáncer Cervicouterino, establecido por la OMS con el propósito de generar conciencia en las mujeres sobre este problema de salud pública y la importancia de su detección temprana, tratamiento y cuidados.
Causas y métodos de protección
En Chile, según cifras del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), durante 2022 se registraron 1.559 casos de cáncer cervicouterino y 825 muertes, convirtiéndose en el quinto tipo de cáncer más frecuente entre el público femenino del país.
El causante de gran parte de los casos de cáncer cervicouterino es el Virus del Papiloma Humano (VPH), que se transmite por vía sexual y consiste en un conjunto de virus, de los cuales algunos —como el 16 y 18— son los más agresivos y pueden provocar lesiones que se transforman en cáncer.
Cualquier mujer puede desarrollar la enfermedad, por lo que en el control ginecológico anual se suele incluir la toma de un Papanicolau (PAP), examen que permite detectar a tiempo lesiones en el cuello del útero.
Test de autotoma del VPH: una alternativa complementaria
En las últimas décadas se ha incorporado un nuevo e innovador mecanismo: el test de autotoma del VPH, que identifica la presencia del virus en el cuello uterino y distingue su genotipo, incluso antes de que se produzcan alteraciones a nivel celular. Y es que más allá de la comprobada efectividad del PAP, el test de VPH se posiciona como un complemento importante, especialmente en situaciones en las que diversas barreras han afectado la realización de pruebas preventivas en los centros médicos de salud.
Este año, como una manera de aumentar la tasa de diagnóstico temprano entre quienes no presentan síntomas, el programa “Hazte un tiempo, comienza por ti”, lanzado en 2023 gracias a una alianza público-privada entre el Gobierno de Santiago y Fundación Arturo López Pérez (FALP), se está implementando un plan piloto en las comunas de Lampa, Quinta Normal, San Ramón, Renca, Providencia y La Pintana, consistente en la entrega gratuita de kits de autotoma de VPH, que permite que las mujeres tomen por sí mismas el test en sus domicilios para pesquisar lesiones precancerosas que podrían derivar en cáncer cervicouterino.
La Dra. Carolina Selman, Subdirectora de Servicios de Diagnóstico Clínico de FALP explica:
“La autonomía que proporciona esta modalidad de examen encaja perfecto con el propósito de la campaña, que apunta a las pacientes que no van a consulta médica, ya sea por falta de tiempo, por incomodidad de la toma de muestra o, muchas veces, por desconocimiento sobre la importancia de la detección precoz. Este test no viene a cambiar el proceso de tamizaje que actualmente tiene implementado el Ministerio de Salud, sino que llega a complementarlo con el objetivo final de aumentar la tasa de cobertura a nivel poblacional”.
Fuente: camila.bucarey@beepartners.cl