El misterioso Síndrome de la Auto-Cervecería: Cuando el cuerpo produce alcohol

El misterioso Síndrome de la Auto-Cervecería: Cuando el cuerpo produce alcohol
En un artículo fascinante de Ignacio López-Goñi, titulado "Dar positivo en el test de alcoholemia sin haber bebido alcohol", se explora un caso médico extraordinario y poco conocido: el síndrome de la auto-cervecería (ABS, por sus siglas en inglés). Este síndrome permite que el cuerpo humano produzca alcohol de forma endógena a partir de la fermentación de azúcares consumidos, sin necesidad de ingerir bebidas alcohólicas.

En 2019, un hombre de 40 años en Brujas, Bélgica, fue multado y condenado por conducir bajo los efectos del alcohol después de dar positivo en varias pruebas de alcoholemia, a pesar de insistir en que no había consumido bebidas alcohólicas. Tras repetidas situaciones similares y numerosas pruebas, finalmente, tres médicos independientes pudieron demostrar ante un juez que el hombre padecía de ABS. Esta condición le permitía a su cuerpo convertir grandes cantidades de azúcares en alcohol. Aunque fue absuelto, el juez advirtió que debería tomar medidas para controlar su condición, ya que futuros incidentes serían penalizados.

El ABS ocurre cuando el cuerpo humano produce etanol a través de la fermentación de azúcares por bacterias y levaduras presentes en el sistema digestivo. Normalmente, una pequeña cantidad de alcohol es producida por las bacterias intestinales como parte del proceso digestivo, pero en individuos con ABS, ciertas cepas de levaduras o bacterias pueden proliferar excesivamente, causando niveles peligrosos de alcohol en la sangre. Esto puede llevar a síntomas de intoxicación que incluyen dificultad para hablar, fatiga, mareos y náuseas, a menudo relacionados con dietas ricas en azúcares y carbohidratos o el uso de antibióticos que alteran la flora intestinal.

Aunque más común en personas con diabetes, obesidad, enfermedad de Crohn, o síndrome del intestino corto, el ABS también puede presentarse en individuos sin condiciones preexistentes. El diagnóstico de este síndrome es complejo y a menudo requiere una evaluación exhaustiva para descartar el consumo encubierto de alcohol y trastornos psiquiátricos.

El manejo del ABS incluye antibióticos o antifúngicos para controlar la proliferación de microorganismos fermentadores, ajustes dietéticos para reducir el consumo de carbohidratos y azúcares, y posiblemente suplementos probióticos para restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal.

Este caso subraya la importancia de considerar diagnósticos inusuales en pacientes que presentan síntomas de intoxicación alcohólica sin haber consumido alcohol. Es un recordatorio de que el cuerpo humano sigue siendo un misterio en muchos aspectos, y de que las condiciones médicas raras, como el ABS, requieren una mayor conciencia y comprensión tanto en la comunidad médica como en el público general.


Fuente información: https://microbioblog.es/microbiota-y-el-sindrome-de-la-auto-cerveceria
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