La tecnología 5G y su impacto en la salud: 5 puntos para estar tranquilos
En un reciente artículo publicado en The Conversation, Alberto Nájera López, Profesor de Radiología y Medicina Física en la Facultad de Medicina de Albacete y Coordinador de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCLMdivulga) en la Universidad de Castilla-La Mancha, aclara las dudas más comunes sobre los posibles efectos del 5G en la salud. A continuación, se presentan cinco puntos clave para poner fin a los temores infundados respecto a esta tecnología.
Las redes 5G operan bajo regulaciones internacionales que establecen límites seguros para la exposición a campos electromagnéticos. Estas normas son continuamente revisadas y actualizadas por organismos científicos como la Comisión Internacional sobre Protección contra Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP, por sus siglas en inglés).
Numerosas investigaciones han demostrado que las ondas utilizadas por el 5G no tienen efectos adversos para la salud. Según Nájera López, la evidencia actual no sugiere que la exposición a las frecuencias del 5G cause cáncer o cualquier otra enfermedad.
El 5G utiliza frecuencias similares a las empleadas por las redes 3G y 4G, las cuales han sido ampliamente estudiadas sin encontrar impactos negativos significativos en la salud humana. La diferencia principal radica en la capacidad y velocidad de transmisión de datos, no en el riesgo sanitario.
Las antenas 5G operan a potencias relativamente bajas y están diseñadas para cubrir áreas específicas con señales más dirigidas y menos dispersas. Esto disminuye aún más la posibilidad de cualquier efecto perjudicial sobre la salud.
Los avances tecnológicos están constantemente bajo el escrutinio de la comunidad científica global. Las investigaciones sobre el 5G continúan, y hasta la fecha, no hay evidencia que sugiera un riesgo para la salud pública. Este monitoreo constante asegura que cualquier nuevo hallazgo sea rápidamente incorporado en las normativas vigentes.
Alberto Nájera López concluye que la preocupación por los efectos del 5G en la salud no está respaldada por la ciencia actual. Las medidas de seguridad y las evidencias científicas permiten disfrutar de los beneficios de esta nueva tecnología sin temor. En un mundo cada vez más conectado, es esencial basar nuestras decisiones en datos verificables y no en rumores infundados.
Para el público chileno, es importante destacar que las autoridades locales, como la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL), también siguen estas estrictas normativas internacionales, garantizando que la implementación del 5G en Chile cumpla con todos los estándares de seguridad establecidos. De este modo, se asegura que los beneficios de esta tecnología lleguen a la población sin comprometer su bienestar.
Fuente información: https://theconversation.com/5g-doesnt-affect-your-health-here-are-5-points-to-put-your-mind-at-ease-233947
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Las redes 5G operan bajo regulaciones internacionales que establecen límites seguros para la exposición a campos electromagnéticos. Estas normas son continuamente revisadas y actualizadas por organismos científicos como la Comisión Internacional sobre Protección contra Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP, por sus siglas en inglés).
Numerosas investigaciones han demostrado que las ondas utilizadas por el 5G no tienen efectos adversos para la salud. Según Nájera López, la evidencia actual no sugiere que la exposición a las frecuencias del 5G cause cáncer o cualquier otra enfermedad.
El 5G utiliza frecuencias similares a las empleadas por las redes 3G y 4G, las cuales han sido ampliamente estudiadas sin encontrar impactos negativos significativos en la salud humana. La diferencia principal radica en la capacidad y velocidad de transmisión de datos, no en el riesgo sanitario.
Las antenas 5G operan a potencias relativamente bajas y están diseñadas para cubrir áreas específicas con señales más dirigidas y menos dispersas. Esto disminuye aún más la posibilidad de cualquier efecto perjudicial sobre la salud.
Los avances tecnológicos están constantemente bajo el escrutinio de la comunidad científica global. Las investigaciones sobre el 5G continúan, y hasta la fecha, no hay evidencia que sugiera un riesgo para la salud pública. Este monitoreo constante asegura que cualquier nuevo hallazgo sea rápidamente incorporado en las normativas vigentes.
Alberto Nájera López concluye que la preocupación por los efectos del 5G en la salud no está respaldada por la ciencia actual. Las medidas de seguridad y las evidencias científicas permiten disfrutar de los beneficios de esta nueva tecnología sin temor. En un mundo cada vez más conectado, es esencial basar nuestras decisiones en datos verificables y no en rumores infundados.
Para el público chileno, es importante destacar que las autoridades locales, como la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL), también siguen estas estrictas normativas internacionales, garantizando que la implementación del 5G en Chile cumpla con todos los estándares de seguridad establecidos. De este modo, se asegura que los beneficios de esta tecnología lleguen a la población sin comprometer su bienestar.
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