La Evasión Tributaria en Chile: Un desafío persistente para la Reforma Fiscal
La evasión tributaria sigue siendo un tema crítico en Chile, afectando significativamente la recaudación de impuestos y la equidad económica. Gabriel Ugarte, investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP), explicó las diferencias entre evasión y elusión tributaria y detalló las recientes cifras y desafíos que enfrenta el país en esta área.
La evasión tributaria implica acciones ilegales contra la legislación fiscal, como la creación de facturas falsas, lo que a menudo resulta en delitos tributarios. Por otro lado, la elusión, aunque difícil de detectar, no infringe directamente la ley, sino que aprovecha vacíos legales para minimizar el pago de impuestos.
Un informe reciente reveló que el 19% de la recaudación potencial del IVA (Impuesto al Valor Agregado) se evade. Aunque ha habido una leve disminución en la última década, este porcentaje sigue siendo alto en comparación con los países desarrollados, donde la evasión del IVA es aproximadamente la mitad.
La evasión del impuesto de primera categoría, que pagan las empresas sobre sus utilidades, es especialmente preocupante. Datos del gobierno muestran que más del 50% de estos impuestos potenciales se evaden. Este incremento en la evasión, comparado con el 31% estimado en 2009, ha generado dudas y críticas sobre la exactitud de las mediciones actuales.
Chile utiliza una metodología ascendente para medir la evasión tributaria, basada en datos agregados del Banco Central. En contraste, los países desarrollados prefieren metodologías descendentes, que analizan casos específicos y extrapolan los resultados a nivel nacional. Esta diferencia metodológica limita la capacidad de identificar dónde ocurre la evasión y dificulta la formulación de políticas fiscales efectivas.
La evasión tributaria no solo reduce la recaudación estatal, sino que también crea desigualdad entre empresas formales e informales. Las empresas que cumplen con sus obligaciones fiscales enfrentan tasas impositivas más altas debido a la evasión en el sector informal. Ugarte subrayó la necesidad de mejorar las mediciones y aplicar metodologías más precisas para abordar efectivamente este problema.
Fuente información: Rocío Gambra
La evasión tributaria implica acciones ilegales contra la legislación fiscal, como la creación de facturas falsas, lo que a menudo resulta en delitos tributarios. Por otro lado, la elusión, aunque difícil de detectar, no infringe directamente la ley, sino que aprovecha vacíos legales para minimizar el pago de impuestos.
Un informe reciente reveló que el 19% de la recaudación potencial del IVA (Impuesto al Valor Agregado) se evade. Aunque ha habido una leve disminución en la última década, este porcentaje sigue siendo alto en comparación con los países desarrollados, donde la evasión del IVA es aproximadamente la mitad.
La evasión del impuesto de primera categoría, que pagan las empresas sobre sus utilidades, es especialmente preocupante. Datos del gobierno muestran que más del 50% de estos impuestos potenciales se evaden. Este incremento en la evasión, comparado con el 31% estimado en 2009, ha generado dudas y críticas sobre la exactitud de las mediciones actuales.
Chile utiliza una metodología ascendente para medir la evasión tributaria, basada en datos agregados del Banco Central. En contraste, los países desarrollados prefieren metodologías descendentes, que analizan casos específicos y extrapolan los resultados a nivel nacional. Esta diferencia metodológica limita la capacidad de identificar dónde ocurre la evasión y dificulta la formulación de políticas fiscales efectivas.
La evasión tributaria no solo reduce la recaudación estatal, sino que también crea desigualdad entre empresas formales e informales. Las empresas que cumplen con sus obligaciones fiscales enfrentan tasas impositivas más altas debido a la evasión en el sector informal. Ugarte subrayó la necesidad de mejorar las mediciones y aplicar metodologías más precisas para abordar efectivamente este problema.
Fuente información: Rocío Gambra
