Francisca Marín en "Mamás en Movimiento Podcast"
Francisca Marín: Cómo el fisicoculturismo y la maternidad pueden convivir con éxito.
Francisca Marín, madre y fisicoculturista, compartió en el podcast "Mamás en Movimiento" su experiencia de cómo equilibrar la maternidad con su carrera en el deporte. A diferencia de muchas deportistas que comienzan su trayectoria antes de ser madres, Francisca primero tuvo a su hija y luego decidió dedicarse al fisicoculturismo, demostrando que es posible comenzar un camino deportivo después de la maternidad.
Francisca considera fundamental no perder de vista su identidad y sus aspiraciones personales, señalando que aunque ser madre es un rol importante, sigue siendo ella misma, con metas y pasiones que la motivan día a día.
El día a día de Francisca inicia temprano, preparando a su hija para el colegio y dedicando las primeras horas a su trabajo. Entre la una y las tres de la tarde, Francisca reserva un espacio para entrenar, ya sea en el gimnasio o en casa, adaptándose a su agenda. En los días especialmente ocupados, prioriza sus ejercicios al final del día, asegurándose de cumplir con su rutina.
Aun así, reconoce que no siempre es fácil lidiar con los comentarios o expectativas de quienes piensan que una madre debe estar completamente dedicada a sus hijos. Esta presión social, unida a sus propios cuestionamientos, la ha llevado a replantearse constantemente sus decisiones. Sin embargo, Francisca se esfuerza por equilibrar sus metas personales con el bienestar de su hija, recordando que una madre feliz y realizada es una mejor madre.
La red de apoyo de Francisca incluye a su pareja y a las abuelas de su hija, quienes le brindan el respaldo necesario para cumplir sus compromisos laborales y deportivos. Sin embargo, destaca que el fisicoculturismo en Chile carece de apoyo institucional. Francisca debe financiar sus entrenamientos, alimentación, vestuario y viajes para competir, lo cual añade un reto económico y logístico significativo.
Además, Francisca subraya la importancia de contar con espacios deportivos adaptados para madres. Sugiere que los gimnasios podrían incorporar áreas para niños, lo que facilitaría que más mujeres puedan entrenar con tranquilidad, especialmente aquellas que no cuentan con una red de apoyo sólida. Para ella, es crucial que los hijos vean a sus madres haciendo deporte, ya que este ejemplo podría motivarlos a adoptar un estilo de vida activo.
A las mujeres que desean ser madres y deportistas, Francisca les aconseja que empiecen poco a poco y mantengan la constancia. “Nunca es tarde para empezar. Aunque sea dos veces a la semana, es un gran comienzo. Lo importante es ser constantes y disfrutar del proceso”, asegura.
Finalmente, Francisca enfatiza que la maternidad no debe ser vista como un impedimento, sino como una fuente de inspiración y energía para seguir adelante. Aprovechar cada momento con los hijos y disfrutar de una vida activa son, para ella, los pilares de una vida equilibrada.
Fuente información: Agencia MI
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Francisca Marín, madre y fisicoculturista, compartió en el podcast "Mamás en Movimiento" su experiencia de cómo equilibrar la maternidad con su carrera en el deporte. A diferencia de muchas deportistas que comienzan su trayectoria antes de ser madres, Francisca primero tuvo a su hija y luego decidió dedicarse al fisicoculturismo, demostrando que es posible comenzar un camino deportivo después de la maternidad.
Francisca considera fundamental no perder de vista su identidad y sus aspiraciones personales, señalando que aunque ser madre es un rol importante, sigue siendo ella misma, con metas y pasiones que la motivan día a día.
El día a día de Francisca inicia temprano, preparando a su hija para el colegio y dedicando las primeras horas a su trabajo. Entre la una y las tres de la tarde, Francisca reserva un espacio para entrenar, ya sea en el gimnasio o en casa, adaptándose a su agenda. En los días especialmente ocupados, prioriza sus ejercicios al final del día, asegurándose de cumplir con su rutina.
Aun así, reconoce que no siempre es fácil lidiar con los comentarios o expectativas de quienes piensan que una madre debe estar completamente dedicada a sus hijos. Esta presión social, unida a sus propios cuestionamientos, la ha llevado a replantearse constantemente sus decisiones. Sin embargo, Francisca se esfuerza por equilibrar sus metas personales con el bienestar de su hija, recordando que una madre feliz y realizada es una mejor madre.
La red de apoyo de Francisca incluye a su pareja y a las abuelas de su hija, quienes le brindan el respaldo necesario para cumplir sus compromisos laborales y deportivos. Sin embargo, destaca que el fisicoculturismo en Chile carece de apoyo institucional. Francisca debe financiar sus entrenamientos, alimentación, vestuario y viajes para competir, lo cual añade un reto económico y logístico significativo.
Además, Francisca subraya la importancia de contar con espacios deportivos adaptados para madres. Sugiere que los gimnasios podrían incorporar áreas para niños, lo que facilitaría que más mujeres puedan entrenar con tranquilidad, especialmente aquellas que no cuentan con una red de apoyo sólida. Para ella, es crucial que los hijos vean a sus madres haciendo deporte, ya que este ejemplo podría motivarlos a adoptar un estilo de vida activo.
A las mujeres que desean ser madres y deportistas, Francisca les aconseja que empiecen poco a poco y mantengan la constancia. “Nunca es tarde para empezar. Aunque sea dos veces a la semana, es un gran comienzo. Lo importante es ser constantes y disfrutar del proceso”, asegura.
Finalmente, Francisca enfatiza que la maternidad no debe ser vista como un impedimento, sino como una fuente de inspiración y energía para seguir adelante. Aprovechar cada momento con los hijos y disfrutar de una vida activa son, para ella, los pilares de una vida equilibrada.
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