El inesperado aumento de las ETS en adultos mayores

El inesperado aumento de las ETS en adultos mayores
La realidad de las ETS en adultos mayores: un tema de creciente relevancia en la salud pública.

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) no son exclusivas de los jóvenes. Así lo dejó en claro la doctora Alejandra Marcotti, infectóloga de la Clínica Alemana, en una reciente entrevista realizada por Rocío Gambra para el medio digital Paislobo Prensa. Durante la conversación, la especialista abordó cómo el envejecimiento activo y los cambios demográficos han llevado a un aumento en la incidencia de estas enfermedades en adultos mayores, un grupo etario históricamente ignorado en este ámbito.

La doctora Marcotti explicó que el incremento de la expectativa de vida y los cambios en el estilo de vida de los adultos mayores han transformado radicalmente la percepción de este grupo etario. "Hace unos años, una persona de 70 o 75 años llevaba una vida tranquila. Hoy, hacen deporte, tienen vida social activa y, por supuesto, también mantienen relaciones sexuales", señaló la especialista.

Factores como el término de relaciones estables —por divorcio o viudez— y el inicio de nuevas parejas hacen que las personas mayores estén más expuestas a contagiarse de ETS. Enfermedades como la clamidia, la gonorrea, el herpes genital y la sífilis han registrado un aumento considerable entre los mayores de 60 años, según investigaciones citadas por la doctora.

Una de las principales barreras para detectar estas enfermedades es el desconocimiento y los estigmas. Los adultos mayores, al igual que los médicos, muchas veces no consideran la posibilidad de un contagio. Por ello, el primer paso para prevenir y tratar las ETS es reconocer que pueden afectar a cualquier persona que tenga una vida sexual activa, independientemente de su edad.

Entre los síntomas más comunes en este grupo destacan las molestias urinarias, que pueden ser signo de uretritis, una inflamación de la uretra que puede estar asociada a infecciones de transmisión sexual. En el caso de la sífilis, una de las señales de alerta puede ser la aparición de una úlcera indolora que pasa desapercibida. Ante cualquier síntoma o el inicio de una nueva relación, la especialista recomienda realizar exámenes preventivos y mantener conversaciones abiertas con los médicos.

El uso del preservativo sigue siendo la principal medida de protección contra las ETS, y la doctora enfatiza la necesidad de romper los tabúes que existen en torno a su uso en adultos mayores. Asimismo, para quienes inician relaciones estables, recomienda realizarse exámenes en conjunto y, si los resultados son negativos, considerar otras opciones.

En cuanto al tratamiento, la especialista aseguró que las terapias son efectivas para la mayoría de estas enfermedades, como el uso de antibióticos para la sífilis, gonorrea y uretritis, o antivirales para el herpes genital. Sin embargo, destacó la importancia de un diagnóstico oportuno para evitar complicaciones.

Un mito común relacionado con las ETS es su supuesto contagio a través de baños públicos. La doctora Marcotti fue categórica: estas enfermedades se transmiten exclusivamente por contacto directo con otra persona infectada. Las excepciones son extremadamente raras y no representan una vía significativa de contagio.

La doctora Marcotti cerró la entrevista haciendo un llamado tanto a la población como al cuerpo médico: "Es fundamental que los adultos mayores sean conscientes de los riesgos y se protejan. También es necesario que los médicos incluyan este tema en sus consultas y piensen en la posibilidad de ETS en este grupo etario".




Fuente información: Rocío Gambra
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