Ineficiencia estatal en impuestos modernos podría replicar dinámicas feudales de explotación

Imagen Referencial Edad Media
Un reciente análisis académico advierte sobre las preocupantes similitudes entre la gestión deficiente de los sistemas tributarios contemporáneos en diversos países y las prácticas de imposición características de la Edad Media. El estudio sostiene que la ineficiencia estatal, la corrupción y la evasión fiscal pueden transformar los impuestos modernos, concebidos para el progreso y la redistribución, en mecanismos de explotación que benefician a élites privilegiadas, erosionando la confianza pública y perpetuando la desigualdad, de manera análoga a como operaban los tributos feudales.

Un ensayo plantea una tesis controversial: la ineficiencia y corrupción en la administración de los Estados modernos pueden llevar a que sus sistemas impositivos operen con una lógica similar a la de los tributos feudales, donde una minoría se enriquecía a costa del trabajo de la mayoría sin ofrecer una contrapartida justa en servicios o bienestar.

El documento, que realiza una comparación histórica y estructural, subraya que mientras los impuestos en la actualidad se justifican como un "contrato social" para financiar bienes y servicios públicos esenciales, su mala gestión puede desvirtuar este propósito fundamental. "La historia de los sistemas tributarios revela un ciclo preocupante: los impuestos, diseñados para sostener el funcionamiento de las sociedades, pueden degenerar en mecanismos de explotación cuando los Estados son ineficientes", señala el texto introductorio del análisis.

Para contextualizar su argumento, el estudio recuerda cómo funcionaban los tributos durante la Edad Media. Lejos de un acuerdo social, se trataba de una imposición vertical donde campesinos, artesanos y siervos debían entregar parte de su producción, trabajo o dinero a los señores feudales, la Iglesia y los monarcas. El análisis destaca ejemplos concretos de estas cargas:

  • Diezmos: La obligación de entregar el "10% de la cosecha" a la Iglesia.
  • Corvea: Definida como "trabajo forzado en tierras del señor", implicaba días de labor no remunerada.
  • Tallaje: Un "impuesto arbitrario para financiar guerras o lujos de la nobleza", cuya cuantía y frecuencia dependían de la voluntad del señor.

Una característica central de estos tributos, según el documento, era su naturaleza regresiva, significando que "cuanto menor era el ingreso de una persona, mayor era el peso relativo del tributo". En contraste, la nobleza y el clero no solo estaban exentos de muchas de estas cargas, sino que eran los principales beneficiarios. Esta estructura se sostenía ideológicamente en conceptos como el "derecho divino de los reyes", que legitimaba la desigualdad y convertía al pueblo en meros súbditos.

El análisis contrapone esta realidad histórica con la teoría de los sistemas fiscales contemporáneos, los cuales, al menos en su concepción, buscan la equidad y el financiamiento de bienes públicos como salud, educación e infraestructura. Principios como la progresividad –que implica que "quienes más ganan pagan más"– y la transparencia son pilares teóricos de estos sistemas.

Sin embargo, el estudio argumenta que esta promesa se ve incumplida en numerosos países debido a varios factores críticos:

  • Evasión y elusión fiscal: Se señala que "grandes corporaciones y élites transfieren capitales a paraísos fiscales, dejando la carga a las clases medias y bajas".
  • Corrupción: Un problema endémico donde "fondos públicos se desvían a proyectos clientelares o enriquecimiento personal de políticos".
  • Ineficiencia administrativa: Que lleva a que "recursos mal gestionados no se traduzcan en servicios de calidad, perpetuando la pobreza".

En este escenario, el Estado, en lugar de ser un garante del bienestar común, puede transformarse en "un intermediario ineficaz, donde los ingresos fiscales no retornan a la población, sino que alimentan redes de poder", según interpreta el análisis.

El núcleo del ensayo reside en la identificación de similitudes estructurales entre el sistema feudal y los Estados modernos ineficientes:

  • La élite parásita: Así como señores y clérigos vivían del trabajo ajeno en el Medioevo, hoy "oligarquías políticas y económicas se benefician de exenciones fiscales, contratos opacos o subsidios". El documento cita como evidencia los escándalos de los "Panamá Papers" o los "Paradise Papers", que revelaron cómo "el 1% evita contribuir, replicando la exención medieval de la nobleza".
  • Tributación sin contrapartida: De forma similar a los siervos medievales que no recibían servicios básicos a cambio de sus tributos, en países con Estados fallidos, "los ciudadanos pagan impuestos pero carecen de hospitales, escuelas o seguridad".
  • Arbitrariedad y falta de consentimiento: Si los monarcas medievales imponían tributos sin consulta, hoy "en regímenes autoritarios o plutocracias, las políticas fiscales se diseñan sin participación ciudadana".
  • Justificación ideológica: El feudalismo utilizaba la religión ("Dios lo quiso") para legitimar la desigualdad. Hoy, según el análisis, discursos como el "ajuste estructural" o la "austeridad" pueden servir "para justificar recortes sociales mientras se protege a los poderosos, reproduciendo un orden económico extractivista".

La consecuencia más preocupante de esta dinámica, advierte el estudio, es la pérdida de legitimidad del Estado. "Cuando los ciudadanos perciben que los impuestos no sirven para mejorar sus vidas, surge el rechazo". Este descontento se ha manifestado en movimientos antifiscales en diversos países donde la población exige una mayor contribución de los sectores más acaudalados.

Frente a este diagnóstico, el documento concluye que, si bien los sistemas tributarios modernos poseen el potencial de ser herramientas de justicia social y desarrollo, la corrupción y la ineficiencia los desvían peligrosamente hacia lógicas feudales. Para revertir este ciclo, el análisis propone tres ejes fundamentales:

  • Transparencia radical: Implementar "auditorías públicas y acceso a información sobre el uso de impuestos".
  • Progresividad real: Avanzar en la "eliminación de privilegios fiscales a las élites y gravar rentas excesivas".
  • Participación ciudadana: Establecer "mecanismos de democracia directa para decidir prioridades presupuestarias".

El estudio finaliza con una advertencia clara: "Sin estas reformas, los Estados seguirán reproduciendo la lógica feudal: un grupo que vive a expensas de otros, perpetuando la desigualdad en nombre del 'progreso'". La lección histórica, recalca, es que "los impuestos solo son legítimos cuando construyen sociedades más equitativas, no cuando enriquecen a unos pocos".

Este análisis invita a una reflexión profunda sobre la estructura y la finalidad de los sistemas impositivos en el mundo contemporáneo, un debate que sin duda tendrá eco en la discusión pública nacional e internacional sobre reformas fiscales y gobernanza.



Fuente información: Christian Lobo
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