Primarias del oficialismo con baja participación y el desafío de consolidar apoyos

Primarias del oficialismo con baja participación y el desafío de consolidar apoyos
En un escenario de notoria baja participación, Jeannette Jara se ha erigido como la vencedora de las primarias del oficialismo, obteniendo aproximadamente 825.000 votos, una cifra que, si bien la posiciona como la candidata más votada de su bloque, contrasta significativamente con las expectativas de movilización y los resultados de primarias anteriores, como la que llevó a la presidencia a Gabriel Boric, quien superó el millón de sufragios en su momento. La jornada electoral, que buscaba definir al candidato presidencial de la ex Concertación y Apruebo Dignidad, dejó en evidencia la necesidad de la centroizquierda de revitalizar su capacidad de convocatoria y generar nuevos liderazgos que conecten con la ciudadanía.

La participación en estas primarias ha sido calificada como “notoriamente baja” por expertos y analistas políticos. “Si hay un comentario compartido es que el potencial de convocatoria es bajo”, señaló Pablo Hubner, analista político. Esta baja adhesión es particularmente llamativa si se considera la inclusión de figuras de la envergadura de Carolina Tohá, quien representa al Partido por la Democracia (PPD) y al Partido Socialista (PS), fuerzas que históricamente han tenido un rol protagónico en la política chilena. La expectativa era que su presencia concitaría una participación mucho más acentuada, lo que finalmente no ocurrió.

Jeannette Jara, perteneciente al Partido Comunista (PC), logró una victoria contundente sobre sus contendores, superando a Carolina Tohá por más del doble de votos. Tohá obtuvo apenas un 28,7%, lo que se traduce en 385.000 sufragios, una cifra que la deja en una situación de “muerte política” según algunos análisis. En tanto, Gonzalo Winter, del Frente Amplio, obtuvo con suerte un 9% de los votos, lo que representa un “descoyante fracaso” para el sector del actual presidente. Este resultado es especialmente relevante, dado que Winter representa al mismo bloque político que llevó a Boric a La Moneda hace apenas cuatro años.

La victoria de Jara ha sido atribuida, en gran parte, a su “carisma, cadencia y onda” que “genera, impacta, arrastra y moviliza”. Rocío Gambra, conductora del podcast, destacó que Jara tiene una “capacidad de hablar que conecta con la gente” y que es una “figura muy relevante dentro de nuestra fauna política”. Incluso, se la ha descrito como “la menos comunista de los comunistas”, por su capacidad de plantarle cara a la directiva del Partido Comunista, incluyendo a Lautaro Carmona. Esta percepción de autonomía y cercanía con la ciudadanía, sumada a una capitalización efectiva de su paso por el gobierno como ministra, ha sido clave en su ascenso.

Sin embargo, la baja participación general plantea interrogantes sobre la capacidad del oficialismo para movilizar a un electorado más amplio de cara a la elección presidencial. Si bien los más optimistas esperaban dos millones de votos en estas primarias, solo se alcanzó un millón cuatrocientos mil. Esta cifra, “muy bajita”, sugiere que el oficialismo no lograría un gran apoyo en una futura elección, ni siquiera alcanzando el 30% de nicho que el Presidente Boric mantiene en las encuestas de aprobación. Se especula que el Socialismo Democrático, sector al que pertenecía Carolina Tohá, no acudió a votar en la medida esperada, lo que podría interpretarse como “una pasada de cuenta” por la mala gestión presidencial o la gestión de Tohá como ministra.

La debilidad del centro político también fue un tema de análisis. La Democracia Cristiana (DC) se encuentra en una “abstracción más absoluta con una fuga de rostros asociados al partido histórica”, sin una propuesta clara para el país ni la capacidad de aglutinar a los votantes huérfanos del centro. Esta situación se suma a la “fatiga material” del Frente Amplio, cuyos partidos constituyentes, como Convergencia Social y Revolución Democrática, han experimentado un debilitamiento, dejando al “mundo de Boric más que el mundo del Frente Amplio”.

Por otro lado, la oposición de derecha observa estos resultados con atención. Si bien no participaron en estas primarias, José Antonio Kast del Partido Republicano ha mostrado movimientos estratégicos, buscando sumar apoyos como el de la candidata presidencial del Partido Social Cristiano, Francesca Muñoz, para ampliar su base electoral. Se anticipa un debate polarizado, donde la retórica “comunista-anticomunista” podría cobrar fuerza, empobreciendo el diálogo político.

La campaña presidencial se perfila como un escenario donde el “relato” y la capacidad de los candidatos para generar “mística, pasión y sentido de identificación” serán determinantes. La habilidad para desvincular la candidatura del partido político, presentándose como una figura individual con carisma, se considera clave para movilizar al electorado. La presencia de dos candidatas mujeres, Jeannette Jara y Evelyn Matthei (quien se perfila como una de las candidatas de la oposición), podría llevar a ambas a apelar al voto femenino, centrándose en las necesidades e intereses de las mujeres.

El próximo Congreso también será un factor crucial, y la configuración de las listas parlamentarias se verá directamente influenciada por estos resultados. El Partido Comunista, con la victoria de Jara, ganará una mayor influencia en la definición de cupos.

La carrera presidencial apenas comienza, y aunque Jeannette Jara y José Antonio Kast parecen ser los candidatos más consolidados, la dinámica política chilena es impredecible. La capacidad de cada candidato para adaptarse, forjar alianzas y conectar con las demandas ciudadanas será fundamental en los meses venideros.




Fuente información: Rocío Gambra
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