Psicopedagogos exigen reconocimiento profesional y fin a la precariedad laboral
Este sábado 7 de junio, psicopedagogos, estudiantes y profesionales de áreas afines se manifestaron en el centro de Osorno, en el marco de una convocatoria nacional. La movilización busca visibilizar las barreras sistémicas que enfrentan para ejercer, denunciando bajos sueldos, escasa contratación y la obligación de estudiar otras carreras para trabajar en establecimientos educacionales. Los profesionales exigen una actualización de las políticas públicas y el reconocimiento de su rol en diversos contextos, desde la educación hasta la salud.
Con pancartas y consignas que apuntan a la necesidad de visibilizar su labor, decenas de psicopedagogos y estudiantes de la carrera se congregaron durante la mañana de este sábado en el centro de Osorno. La manifestación local fue parte de un llamado a nivel nacional que busca exponer las profundas dificultades y la precariedad que, según acusan, marcan el ejercicio de su profesión en Chile.
El petitorio nacional, que motivó la jornada, se centra en las barreras que encuentran principalmente en el sistema escolar, pero también en otros ámbitos laborales. Nicolás González, docente de la carrera de Psicopedagogía en Santo Tomás, fue uno de los voceros de la movilización en la ciudad y detalló los principales nudos críticos. "Estamos visibilizando una problemática que viene hace bastante tiempo. Una de las barreras más grandes que tenemos como gremio es en los contextos escolares. Hay poca contratación y muchos directores de establecimiento educacional también nos obligan a estudiar la carrera de Educación Diferencial para hacer los apoyos en aula", denunció González.
Esta situación, explica el académico, contraviene las normativas que definen el quehacer psicopedagógico. A ello se suma una preocupante precarización salarial. La concejala de Osorno y también psicopedagoga, Javiera Cabello Subiabre, quien se sumó activamente a la marcha, confirmó esta realidad. "Nos contratan como técnicos, que es un sueldo base. Máximo 600 mil pesos y creo que eso para un profesional que estudió una carrera con los años que conlleva, es una frustración constante", afirmó la autoridad comunal.
Otro de los puntos más sensibles de la demanda es la usurpación de funciones. Profesionales movilizados señalaron que, debido a vacíos en la normativa, otros especialistas terminan realizando labores que son exclusivas de su competencia. "Hoy día también los educadores diferenciales firman informes psicopedagógicos que tienen que ser hechos y realizados por nosotros", agregó la concejala Cabello. Rosana Palma, psicopedagoga que actualmente se desempeña como auxiliar de servicios en un jardín infantil, reforzó esta idea: "El informe psicopedagógico es parte fundamental de nuestro trabajo y el mismo sistema está haciendo que otros profesionales hagan este trabajo. Hay una falencia en la ley".
Los manifestantes enfatizaron que el rol del psicopedagogo trasciende con creces el sistema educativo formal, abarcando todo el ciclo vital. Nicolás González explicó que la disciplina se enfoca "en los procesos de enseñanza y aprendizaje en todos los contextos", desde la primera infancia hasta el trabajo con adultos mayores, apoyándose en la neurociencia y la psicología del desarrollo.
"Vemos a nuestros vecinos en Argentina, en Brasil, en Colombia, donde nuestra carrera es muy bien valorada. Por el sistema chileno, estamos muy obsoletos", lamentó González. Indicó que existe un enorme potencial desaprovechado en áreas como los centros de salud mental (CESAM), los Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) para abordar trastornos neurocognitivos, y las residencias del servicio Mejor Niñez, donde su aporte es remunerado como el de un técnico.
Este punto fue apoyado por el psicóloga Javiera González, quien acudió a la marcha para respaldar a sus colegas. "Es una profesión fundamental dentro del ámbito educativo como de salud mental. Un ejemplo es que en las residencias de Mejor Niñez es necesario que haya un psicopedagogo y un psicólogo trabajando de manera coordinada", señaló, abogando por la conformación de equipos multidisciplinarios completos no solo en colegios, sino en todo el sistema de salud pública y comunitaria.
La jornada de movilización no concluyó con la marcha. A las 14:00 horas del mismo sábado se programó un conversatorio abierto a la comunidad en un teatro de la ciudad. El objetivo, según Nicolás González, es trazar una hoja de ruta. "No es tan solamente para generar esta marcha y esta instancia, sino que también para potenciar el trabajo que queremos generar a nivel comunal, que eso es lo importante. Y obviamente apoyar a nivel nacional, ya que este petitorio va a llegar a las manos correspondientes", concluyó. Los profesionales esperan que esta movilización sea el primer paso para una actualización profunda del Decreto 170 y otras políticas públicas, que finalmente valore y formalice su crucial aporte al desarrollo cognitivo y al aprendizaje de las personas en todas las etapas de la vida.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
Con pancartas y consignas que apuntan a la necesidad de visibilizar su labor, decenas de psicopedagogos y estudiantes de la carrera se congregaron durante la mañana de este sábado en el centro de Osorno. La manifestación local fue parte de un llamado a nivel nacional que busca exponer las profundas dificultades y la precariedad que, según acusan, marcan el ejercicio de su profesión en Chile.
El petitorio nacional, que motivó la jornada, se centra en las barreras que encuentran principalmente en el sistema escolar, pero también en otros ámbitos laborales. Nicolás González, docente de la carrera de Psicopedagogía en Santo Tomás, fue uno de los voceros de la movilización en la ciudad y detalló los principales nudos críticos. "Estamos visibilizando una problemática que viene hace bastante tiempo. Una de las barreras más grandes que tenemos como gremio es en los contextos escolares. Hay poca contratación y muchos directores de establecimiento educacional también nos obligan a estudiar la carrera de Educación Diferencial para hacer los apoyos en aula", denunció González.
Esta situación, explica el académico, contraviene las normativas que definen el quehacer psicopedagógico. A ello se suma una preocupante precarización salarial. La concejala de Osorno y también psicopedagoga, Javiera Cabello Subiabre, quien se sumó activamente a la marcha, confirmó esta realidad. "Nos contratan como técnicos, que es un sueldo base. Máximo 600 mil pesos y creo que eso para un profesional que estudió una carrera con los años que conlleva, es una frustración constante", afirmó la autoridad comunal.
Otro de los puntos más sensibles de la demanda es la usurpación de funciones. Profesionales movilizados señalaron que, debido a vacíos en la normativa, otros especialistas terminan realizando labores que son exclusivas de su competencia. "Hoy día también los educadores diferenciales firman informes psicopedagógicos que tienen que ser hechos y realizados por nosotros", agregó la concejala Cabello. Rosana Palma, psicopedagoga que actualmente se desempeña como auxiliar de servicios en un jardín infantil, reforzó esta idea: "El informe psicopedagógico es parte fundamental de nuestro trabajo y el mismo sistema está haciendo que otros profesionales hagan este trabajo. Hay una falencia en la ley".
Los manifestantes enfatizaron que el rol del psicopedagogo trasciende con creces el sistema educativo formal, abarcando todo el ciclo vital. Nicolás González explicó que la disciplina se enfoca "en los procesos de enseñanza y aprendizaje en todos los contextos", desde la primera infancia hasta el trabajo con adultos mayores, apoyándose en la neurociencia y la psicología del desarrollo.
"Vemos a nuestros vecinos en Argentina, en Brasil, en Colombia, donde nuestra carrera es muy bien valorada. Por el sistema chileno, estamos muy obsoletos", lamentó González. Indicó que existe un enorme potencial desaprovechado en áreas como los centros de salud mental (CESAM), los Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) para abordar trastornos neurocognitivos, y las residencias del servicio Mejor Niñez, donde su aporte es remunerado como el de un técnico.
Este punto fue apoyado por el psicóloga Javiera González, quien acudió a la marcha para respaldar a sus colegas. "Es una profesión fundamental dentro del ámbito educativo como de salud mental. Un ejemplo es que en las residencias de Mejor Niñez es necesario que haya un psicopedagogo y un psicólogo trabajando de manera coordinada", señaló, abogando por la conformación de equipos multidisciplinarios completos no solo en colegios, sino en todo el sistema de salud pública y comunitaria.
La jornada de movilización no concluyó con la marcha. A las 14:00 horas del mismo sábado se programó un conversatorio abierto a la comunidad en un teatro de la ciudad. El objetivo, según Nicolás González, es trazar una hoja de ruta. "No es tan solamente para generar esta marcha y esta instancia, sino que también para potenciar el trabajo que queremos generar a nivel comunal, que eso es lo importante. Y obviamente apoyar a nivel nacional, ya que este petitorio va a llegar a las manos correspondientes", concluyó. Los profesionales esperan que esta movilización sea el primer paso para una actualización profunda del Decreto 170 y otras políticas públicas, que finalmente valore y formalice su crucial aporte al desarrollo cognitivo y al aprendizaje de las personas en todas las etapas de la vida.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
