Sicarios que asesinaron al "Rey de Meiggs" se ocultaron 15 días en Osorno tras el crimen
Una persona de confianza y del círculo de negocios de la víctima sería el autor intelectual del homicidio por encargo. Tres ciudadanos venezolanos, sindicados como los ejecutores del crimen ocurrido el 19 de junio en Ñuñoa, fueron formalizados y quedaron en prisión preventiva. El grupo, que recibió un pago por el asesinato, se refugió en la Región de Los Lagos antes de ser capturado en Santiago.
Un vuelco radical tuvo la investigación por el asesinato del conocido empresario del barrio Meiggs, apodado el "Rey de Meiggs", ocurrido el pasado 19 de junio en la comuna de Ñuñoa. Las diligencias lideradas por el Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) de la Fiscalía y el departamento OS9 de Carabineros revelaron que el autor intelectual del crimen fue una persona cercana a la víctima, de nacionalidad chilena y con vínculos directos en sus negocios.
La trama, digna de un guion cinematográfico, incluyó la contratación de sicarios, el manejo de información privilegiada y una fuga que tuvo a la ciudad de Osorno como escondite de los autores materiales durante 15 días, señala Emol.
Tras un exhaustivo trabajo de inteligencia, Carabineros detuvo a tres ciudadanos de nacionalidad venezolana como los responsables directos de ejecutar el homicidio. La formalización de los imputados se llevó a cabo en el Centro de Justicia de Santiago, donde el Ministerio Público les imputó los delitos de robo con intimidación, homicidio calificado por premio o promesa remuneratoria, y la infracción a la Ley de Armas. El tribunal decretó la medida cautelar de prisión preventiva para todos los involucrados y fijó un plazo de investigación de 120 días.
Según los antecedentes expuestos en la audiencia, el crimen fue meticulosamente planificado. El autor intelectual, cuya identidad se mantiene en reserva para el éxito de la investigación, habría pactado el pago de $30 millones por la vida del empresario. De este monto, los sicarios alcanzaron a recibir un adelanto de $4,5 millones tras perpetrar el ataque.
La información que manejaban los ejecutores demuestra el nivel de cercanía del instigador con la víctima. Los sicarios contaban con datos precisos, como el horario exacto en que el empresario llegaría a su domicilio en Ñuñoa proveniente de la Quinta Región y una fotografía para asegurar su identificación. El día de los hechos, lo esperaron y lo abordaron, propinándole la muerte en el lugar.
Inmediatamente después de cometer el asesinato, los tres imputados emprendieron la huida hacia el sur del país. El destino elegido fue la ciudad de Osorno, en la Región de Los Lagos, donde permanecieron ocultos durante dos semanas. Fuentes de la investigación señalaron que desde allí monitoreaban el avance del caso, creyendo que habían logrado evadir el cerco policial.
Sin embargo, el trabajo especializado del OS9 de Carabineros logró seguirles la pista. Una vez que los sicarios consideraron que la situación se había "enfriado" y decidieron regresar a la Región Metropolitana, fueron interceptados y detenidos por los equipos policiales.
La Fiscalía ECOH ha calificado el hecho como un "homicidio por encargo" o sicariato, una modalidad criminal que ha generado alta preocupación en las autoridades. Durante la formalización, el fiscal a cargo del caso enfatizó la gravedad del delito y la complejidad de la investigación, destacando la coordinación entre las distintas unidades policiales y del Ministerio Público para esclarecer los hechos y dar con los responsables.
El caso ha conmocionado al entorno comercial del barrio Meiggs, donde la víctima era una figura ampliamente reconocida. La arista principal de la investigación se centra ahora en la captura del autor intelectual, quien, según la Fiscalía, traicionó la confianza del empresario para encargar su muerte, revelando una oscura trama de negocios y lealtades quebradas que terminó con un crimen a sueldo y una fuga frustrada con epicentro en el sur de Chile.
Fuente información: https://www.emol.com/noticias/Nacional/2025/07/09/1171752/traicion-sicarios-crimen-rey-meiggs.html
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Un vuelco radical tuvo la investigación por el asesinato del conocido empresario del barrio Meiggs, apodado el "Rey de Meiggs", ocurrido el pasado 19 de junio en la comuna de Ñuñoa. Las diligencias lideradas por el Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) de la Fiscalía y el departamento OS9 de Carabineros revelaron que el autor intelectual del crimen fue una persona cercana a la víctima, de nacionalidad chilena y con vínculos directos en sus negocios.
La trama, digna de un guion cinematográfico, incluyó la contratación de sicarios, el manejo de información privilegiada y una fuga que tuvo a la ciudad de Osorno como escondite de los autores materiales durante 15 días, señala Emol.
Tras un exhaustivo trabajo de inteligencia, Carabineros detuvo a tres ciudadanos de nacionalidad venezolana como los responsables directos de ejecutar el homicidio. La formalización de los imputados se llevó a cabo en el Centro de Justicia de Santiago, donde el Ministerio Público les imputó los delitos de robo con intimidación, homicidio calificado por premio o promesa remuneratoria, y la infracción a la Ley de Armas. El tribunal decretó la medida cautelar de prisión preventiva para todos los involucrados y fijó un plazo de investigación de 120 días.
Según los antecedentes expuestos en la audiencia, el crimen fue meticulosamente planificado. El autor intelectual, cuya identidad se mantiene en reserva para el éxito de la investigación, habría pactado el pago de $30 millones por la vida del empresario. De este monto, los sicarios alcanzaron a recibir un adelanto de $4,5 millones tras perpetrar el ataque.
La información que manejaban los ejecutores demuestra el nivel de cercanía del instigador con la víctima. Los sicarios contaban con datos precisos, como el horario exacto en que el empresario llegaría a su domicilio en Ñuñoa proveniente de la Quinta Región y una fotografía para asegurar su identificación. El día de los hechos, lo esperaron y lo abordaron, propinándole la muerte en el lugar.
Inmediatamente después de cometer el asesinato, los tres imputados emprendieron la huida hacia el sur del país. El destino elegido fue la ciudad de Osorno, en la Región de Los Lagos, donde permanecieron ocultos durante dos semanas. Fuentes de la investigación señalaron que desde allí monitoreaban el avance del caso, creyendo que habían logrado evadir el cerco policial.
Sin embargo, el trabajo especializado del OS9 de Carabineros logró seguirles la pista. Una vez que los sicarios consideraron que la situación se había "enfriado" y decidieron regresar a la Región Metropolitana, fueron interceptados y detenidos por los equipos policiales.
La Fiscalía ECOH ha calificado el hecho como un "homicidio por encargo" o sicariato, una modalidad criminal que ha generado alta preocupación en las autoridades. Durante la formalización, el fiscal a cargo del caso enfatizó la gravedad del delito y la complejidad de la investigación, destacando la coordinación entre las distintas unidades policiales y del Ministerio Público para esclarecer los hechos y dar con los responsables.
El caso ha conmocionado al entorno comercial del barrio Meiggs, donde la víctima era una figura ampliamente reconocida. La arista principal de la investigación se centra ahora en la captura del autor intelectual, quien, según la Fiscalía, traicionó la confianza del empresario para encargar su muerte, revelando una oscura trama de negocios y lealtades quebradas que terminó con un crimen a sueldo y una fuga frustrada con epicentro en el sur de Chile.
Fuente información: https://www.emol.com/noticias/Nacional/2025/07/09/1171752/traicion-sicarios-crimen-rey-meiggs.html
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