Experta en educación rechaza uso de inhibidores de señal en colegios
En entrevista con Paislobo Prensa, Cynthia Riquelme, directora de Pedagogía en Educación General Básica de la Universidad Central, analizó la implementación de inhibidores de señal de celulares en establecimientos educacionales del país. La académica calificó la medida como innecesaria y superficial, argumentando que la solución no radica en la prohibición, sino en educar a los estudiantes para que desarrollen la autorregulación y el pensamiento crítico, integrando la tecnología como una herramienta pedagógica a través del diálogo y la construcción conjunta de conocimiento.
La creciente discusión sobre la presencia de teléfonos celulares en las salas de clases ha llevado a algunos establecimientos a implementar inhibidores de señal, una medida drástica que busca eliminar las distracciones. Sin embargo, para Cynthia Riquelme, directora de la carrera de Pedagogía en Educación General Básica de la Universidad Central, esta solución es un error que ataca el síntoma, pero no la enfermedad. "Según mi opinión, no. No es necesario", afirmó categóricamente la experta.
Para Riquelme, este tipo de tecnología tiene un lugar, pero fuera del ámbito escolar. "Ese tipo de dispositivos debiera usarse en otro espacio, en espacios carcelarios, en espacios donde nosotros requerimos de seguridad y que el celular esté guardado es fundamental", precisó. La académica sostiene que el camino en la educación es radicalmente distinto al de la restricción. "La prohibición no va a quitar el hábito. Lo que tú tienes que hacer con los niños es educar", enfatizó, calificando los inhibidores como "una medida parche, es una medida que solamente te va a dejar tranquilo, pero el tema de fondo no se resuelve".
El verdadero desafío, según la especialista, es formativo. Se requiere que "los ciudadanos pequeñitos como niños, niños jóvenes aprendan que existe esta tecnología, que la puedo usar para aprender, pero también la tengo que dejar de lado cuando estoy en un espacio de aprendizaje". Esto implica desarrollar habilidades de autorregulación que permitan a los estudiantes discernir cuándo y cómo utilizar sus dispositivos.
Para lograrlo, Riquelme propone un enfoque basado en la "pedagogía dialógica", una corriente inspirada en pensadores como Paulo Freire, que promueve la construcción de conocimiento en comunidad. Este modelo busca recuperar los espacios de conversación profunda que, según la experta, "se han perdido en las familias, se han perdido en los colegios". La idea es generar "comunidades virtuosas donde aportan todos", desde el apoderado hasta los profesores y los propios alumnos, fomentando el pensamiento crítico y la toma de decisiones informada.
Este enfoque pedagógico se vuelve crucial ante la irrupción de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA). "La inteligencia artificial llegó para quedarse", sentenció Riquelme, comparando su llegada con la aparición del lápiz en su momento. Advirtió que, si bien Chile es un país que "siempre se sube rápidamente al carro" de las innovaciones tecnológicas, persisten brechas importantes. "Se requiere muchos recursos, se requiere conectividad en todos los colegios, no en todos los colegios de Chile llega el internet, no en todos los colegios tienen dispositivos electrónicos para poder trabajar con los niños y eso es urgente", alertó.
Finalmente, la directora de la Universidad Central hizo un llamado a recuperar el diálogo como pilar fundamental de la convivencia. "Solo invitarlos a que conversen, a que abran, a que instalen los espacios de diálogo con sus niñas, niños en los colegios. Si nosotros somos capaces de generar comunidades dialogantes, les aseguro que otra cosa va a pasar en esos espacios, en esas casas. Vamos a poder convivir, que es lo que requerimos hoy día", concluyó.
La creciente discusión sobre la presencia de teléfonos celulares en las salas de clases ha llevado a algunos establecimientos a implementar inhibidores de señal, una medida drástica que busca eliminar las distracciones. Sin embargo, para Cynthia Riquelme, directora de la carrera de Pedagogía en Educación General Básica de la Universidad Central, esta solución es un error que ataca el síntoma, pero no la enfermedad. "Según mi opinión, no. No es necesario", afirmó categóricamente la experta.
Para Riquelme, este tipo de tecnología tiene un lugar, pero fuera del ámbito escolar. "Ese tipo de dispositivos debiera usarse en otro espacio, en espacios carcelarios, en espacios donde nosotros requerimos de seguridad y que el celular esté guardado es fundamental", precisó. La académica sostiene que el camino en la educación es radicalmente distinto al de la restricción. "La prohibición no va a quitar el hábito. Lo que tú tienes que hacer con los niños es educar", enfatizó, calificando los inhibidores como "una medida parche, es una medida que solamente te va a dejar tranquilo, pero el tema de fondo no se resuelve".
El verdadero desafío, según la especialista, es formativo. Se requiere que "los ciudadanos pequeñitos como niños, niños jóvenes aprendan que existe esta tecnología, que la puedo usar para aprender, pero también la tengo que dejar de lado cuando estoy en un espacio de aprendizaje". Esto implica desarrollar habilidades de autorregulación que permitan a los estudiantes discernir cuándo y cómo utilizar sus dispositivos.
Para lograrlo, Riquelme propone un enfoque basado en la "pedagogía dialógica", una corriente inspirada en pensadores como Paulo Freire, que promueve la construcción de conocimiento en comunidad. Este modelo busca recuperar los espacios de conversación profunda que, según la experta, "se han perdido en las familias, se han perdido en los colegios". La idea es generar "comunidades virtuosas donde aportan todos", desde el apoderado hasta los profesores y los propios alumnos, fomentando el pensamiento crítico y la toma de decisiones informada.
Este enfoque pedagógico se vuelve crucial ante la irrupción de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA). "La inteligencia artificial llegó para quedarse", sentenció Riquelme, comparando su llegada con la aparición del lápiz en su momento. Advirtió que, si bien Chile es un país que "siempre se sube rápidamente al carro" de las innovaciones tecnológicas, persisten brechas importantes. "Se requiere muchos recursos, se requiere conectividad en todos los colegios, no en todos los colegios de Chile llega el internet, no en todos los colegios tienen dispositivos electrónicos para poder trabajar con los niños y eso es urgente", alertó.
Finalmente, la directora de la Universidad Central hizo un llamado a recuperar el diálogo como pilar fundamental de la convivencia. "Solo invitarlos a que conversen, a que abran, a que instalen los espacios de diálogo con sus niñas, niños en los colegios. Si nosotros somos capaces de generar comunidades dialogantes, les aseguro que otra cosa va a pasar en esos espacios, en esas casas. Vamos a poder convivir, que es lo que requerimos hoy día", concluyó.
Fuente información: Rocío Gambra