Desafíos en lo social marca Te Deum 2012 en Osorno

Osorno. Patricio Orellana.

Con la asistencia de un gran número de personas se celebró esta mañana el solemne Te Deum en el 202º aniversario patrio. Con la presencia de las autoridades de la ciudad y de la provincia, tanto civiles, representantes de las Fuerzas Armadas, Carabineros de Chile, personal de Gendarmería y de organizaciones sociales, el obispo de Osorno, Mons. René Rebolledo Salinas, junto con agradecer por los dones del Señor a la Patria, manifestó que el Te Deum “es una ocasión propicia para vislumbrar algunos retos que son imperiosos y que no se puede soslayar, si deseamos ser consecuentes en nuestro discipulado de Cristo”.

La celebración se inició con la entrada simultánea de tres procesiones, dos por ambos costados del templo Catedral: una compuesta por jóvenes portando las banderas de la Misión Joven y la otra por campesinos con banderas chilenas, mientras que la tercera, conformada por personal consagrado y encabezada por el señor Obispo.

Tras la Oración Inicial y la Liturgia de la Palabra, el pastor diocesano procedió a entregar su mensaje, el que fue marcado por un gran contenido social, considerando los mayores retos y tareas de la Patria. Entre ellos, los más carenciados, la juventud y educación de niños y jóvenes, los adultos mayores, pueblos originarios, migrantes y el medio ambiente, entre otros.

Un pasaje muy importante del sermón fue el referido al desafío de nuestro país por acabar con la pobreza extrema: “Proseguir empeñados en erradicar la pobreza extrema, superar las enormes desigualdades sociales, procurar una mayor austeridad y sencillez de vida, pensando en aquellos que nada tienen para vivir, es un permanente llamado a producir fruto abundante, según la Palabra escuchada, y una manifestación clara de nuestra autenticidad en el discipulado del Señor”, señaló.

Junto a ello se refirió a la problemática de la discriminación y la educación de calidad en Chile, las que calificó como tareas irrenunciables: “todo atropello, injusta discriminación, menoscabo, es una afrenta a la dignidad de la persona y también a Cristo mismo, presente en cada una de ellas. Nuestro Señor, en efecto, en su persona, Palabra y obras, nos ha revelado la verdad sobre el hombre, su gran dignidad y feliz destino. Trabajar por el bien de cada persona, especialmente de los jóvenes, presente y futuro de nuestro Pueblo, es un reto que no podemos eludir. La exigencia de una educación integral y de calidad óptima para niños y jóvenes, no importando su condición social u otra que se pudiere esgrimir, es una tarea irrenunciable”.

De otra parte, Monseñor Rebolledo se refirió a los desafíos que provoca el medio ambiente, llamando a los presentes a valorar y respetar la tierra que nos ha sido entregada: “Al Señor, Dueño de la Viña, le interesa que sus hijos vivan en esta tierra, hermosa y bendecida por Él, según el espíritu que Él mismo se la ha entregado para su bien. Ha querido que sus hijos la valoren, cuiden, protejan, respeten… se acerquen a servirse de ella con ánimo grato, como buenos y responsables administradores de un precioso tesoro que es de todos y para todos, para el presente y el porvenir. Cuidar y tutelar la tierra, el agua, el medio ambiente es, naturalmente, producir preciosos y abundantes frutos en la viña del Señor”.

Destacó en el Te Deum la participación de integrantes del pueblo huilliche, que acompañaron cuando se proclamó el Evangelio, así como de bomberos, estudiantes, trabajadores, campesinos, miembros de instituciones públicas y armadas y de colonias extranjeras.

En la Acción de Gracias se oró intensamente para que el Señor siga “irradiando la fuerza de su Espíritu en todos los rincones de nuestra patria, para que así construyamos una sociedad según los criterios del Evangelio”. Asimismo, se rogó por el pueblo mapuche, los trabajadores y, en general, por toda nuestra Patria.

El Te Deum 2012 concluyó con fieles alegres y agradecidos, aún más, ante el anuncio del obispo de Osorno del trabajo que la Iglesia y los diversos voluntariados está realizando en favor de los más necesitados. Igualmente destacó que la diócesis se apresta a iniciar el Año de la Fe en octubre próximo, tiempo de gracia y bendición, convocado por el Papa Benedicto XVI, que corresponde a “un llamado renovado a la Iglesia para una Nueva Evangelización, la cual debe iniciarse por un reencuentro, de cada uno y en la comunidad de los fieles, con Jesucristo, único Salvador del mundo”, señaló el pastor diocesano.


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