¿Tiene motivos suficientes la DC en Osorno para sentirse triunfadores en estas elecciones?

Miguel Arismendi G.[*]

¿Tiene acaso motivos suficientes la Democracia Cristiana, y la concertación de partidos por la democracia en la provincia de Osorno, para sentirse triunfadores en estas elecciones municipales 2012?

La botella de las elecciones municipales (de sus resultados) puede mirarse o medio llena o media vacía, según quién. Algunos “senadores”, por ejemplo y adelantándose mucho a la jugada, han lanzado las campanadas al vuelo sacando “cuentas alegres” con los resultados conseguidos: ¿exceso de optimismo acaso o derroche de triunfalismo? En mi caso, actuaría con mayor cautela y sensatez ante el nuevo escenario político y social abierto desde la medianoche del domingo 28-O.

Lo ocurrido el domingo 28-O exige análisis serios, responsables y bien fundados pues nos estamos jugando mucho, el destino de nuestras familias y nuestro bienestar (colectivo) como país. En ningún caso sobre-ideologizando la materia del “voto escuálido, sin mucho piso” a la luz de los datos derivados del abultado abstencionismo o rechazo expresado por los ciudadan@s en estas elecciones.

Para ilustrar de mejor lo anteriormente dicho, poner un sólo ejemplo: el candidato Bertín ganó con el 60% de los votos (en cifras estimativas) del “40% del total” de los electores o votantes de las elecciones (entiéndase que el 40% es igual al 100% del total de los votantes) : recuerde que hubo un 60% de abstención!!!. Ese 40% de votos a su favor, cifra pobre donde las haya al hacer bien las cuentas toda vez consideradas las cifras del abstencionismo, puede explicarse convenientemente por la cantidad de militantes de su partido - ultra convencidos ideológicamente - sumado a los llamados “clientes” de las políticas asistenciales y de la maquinaria del activismo político municipal: de los activistas o “punteros”, como se les denomina en teoría política. Comentario aparte, es decir que “muy malos” políticamente hablando tienen que haber sido sus contrincantes como para haber ganado con tanta ventaja en una pelea de tan pocos votos! Por no decir que en esta elección corrió prácticamente solo.

Por consiguiente, mucho cuidado con el dato pues éstos dan para andar con “pies de plomo”. Subrayar que este alcalde deberá asumir la no fácil o menos complicada tarea de gobernar (o lidiar) con un 60% de ciudadanos “descontentos o indignados”, muy críticos (y con conocimientos en estos asuntos) con lo que ocurre en la política y las políticas públicas y sociales, al que su candidatura ni su gestión representan. Una tarea no menos complicada de llevar, menos en un cargo de representación ciudadana en la que tod@s y cada uno de nosotr@s, de ese 60%, tiene algo que decir en los asuntos de interés colectivo: las calles, el aseo, las licitaciones públicas, la administración de los recursos públicos, la educación municipalizada, la salud municipalizada, la planificación urbana, la pobreza, la exclusión social, entre otros aspectos de interés ciudadano.

Soy un convencido, y para eso no debe uno ser un sagaz analista político, que ayer domingo el verdadero o auténtico triunfador de las elecciones municipales somos tod@s aquell@s que representamos o sumamos ese poderoso 60% de los votos de la abstención. El VOTO SIMBÓLICO DE LA INDIGNACIÓN y del MALESTAR, con el sistema político y de tod@s quienes encarnan este proyecto político decadente. Un voto simbólico que para nada es neutro o neutral, de la desafección política o del inmovilismo. Representa el voto del castigo, el del YO NO PRESTO MI VOTO NI VOTO PARA NO PRESTARME en el cual creo y aposté firmemente, y la manifestación más democrática y ciudadanista de querer avanzar por un camino muy diferente al diseñado por los políticos de la política de los pactos, de los acuerdos o arreglos entre cuatro paredes, de los políticos que deciden de arriba hacia abajo, el de los políticos de las AFP, de las ISAPRES, de la Ley de Pesca, de la educación de ricos y de pobres, el de las colas y la mala atención en la salud pública, el de los programas antipobreza, y un largo etcétera.

Ahora bien, puestos en la tarea de sacarle provecho (o explotar) al VOTO SIMBÓLICO DE LA INDIGNACIÓN, DESCONTENTO O MALESTAR, les propongo imaginarse por un momento algo no poco realista. Esa situación dice relación con el interés cívico de plantearse la idea de formar un “nuevo referente, corriente de opinión, fuerza o partido político de carácter local, provincial o territorial", con ese 60% de INDIGNADOS, DESCONTENTOS O MOLESTOS. Partido político cuyo marco ideológico y línea de actuación estuviera alejada de la política conservadora y tradicional que se practica en el país-región y comuna actualmente (aquí cabe toda esta gente que participó alegremente como candidat@y sirvió de apoyo - a raja tabla - a estas elecciones legitimadoras de la desigualdad y la incapacidad político-institucional demostrada sobradamente), y que por el simple dato representaríamos toda una mayoría con plenas posibilidades y capacidades de gobernar los destinos de esta comuna.

Dicho esto, señalar el 60% no nos deja impasibles o indiferentes, en ningún caso y muy por el contrario nos anima a perseverar en nuestros propósitos. El dato del abstencionismo nos impone – a todos quienes dejamos de creer o de confiar en este sistema electoral y político-institucional por los indeseables resultados sociales obtenidos - nuevos desafíos y deberes a los que estoy dispuesto de hacerme cargo.

De hoy en adelante, por lo tanto, el llamado es por sobre todo a actuar en función de poder tender puentes de comunicación, conocernos, discutir sin complejos, acercar posiciones y ganar (también ocupar) un espacio social y político negado por los poseedores y controladores del poder, con ese 60% de INDIGNADOS y MOLESTOS con el actual (des)orden político y social. Nuestro mejor aval, el capital de la ABSTENCIÓN DE LA INDIGNACIÓN, EL DESCONTENTO Y EL MALESTAR, debe permitirnos unir fuerzas para trasladar y ser influyentes con nuestra opinión y acción colectiva movilizadora la más firme decisión de lograr los cambios políticos institucionales que nuestra gente y país demanda, por el bienestar no de unos pocos privilegiados sino de la amplia mayoría de chilenos y chilenas.

Trabajo que, estimados compañer@s, tiene por punto de partida los espacios locales. Es decir, la comuna o simplemente nuestro barrio.

Es hora de salir del armario!



[*] Coordinador Plataforma Padres y Madres por derechos a una Educación Gratuita y para Tod@s - http://www.rebellin.org
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