Preescolares tuvieron su primera experiencia en la Educación Superior

Niños y niñas de la Escuela de Lenguaje Palabras Mágicas disfrutaron de una experiencia pedagógica diferente en dependencias del Instituto Profesional Agrario Adolfo Matthei, en donde conocieron los beneficios de la lombricultura, aprendieron sobre la alimentación de los animales y gozaron de los beneficios del aprendizaje al aire libre.

Fueron cerca de treinta los pequeños que participaron en esta visita al Campus El Castillo, los que junto a sus cinco tías, recorrieron las dependencias de esta Casa de Estudios y conocieron parte de las actividades agrícolas que se desarrollan en el Instituto, y que son parte fundamental del proceso formativo de los alumnos de la Matthei.

El recorrido se inició en el terreno donde se realizan las operaciones relacionadas con la cría y producción de lombrices rojas californianas y el tratamiento de residuos orgánicos para su reciclaje y su transformación en abono y concentrado de alto contenido proteico, proceso más conocido como lumbricultura.

La encargada de acompañar a niños y profesores en el recorrido fue la docente del Instituto Profesional Agrario Adolfo Matthei, Sandra Quintupurrai, quien de forma didáctica enseñó a los niños los beneficios de esta práctica, de la que obtiene humus. Asimismo, explicó a las cinco profesoras presentes que “el humus, es abono de muy buena calidad. Se produce de la digestión de materiales orgánicos por parte de las lombrices y posee altas propiedades como mejorador de las propiedades físicas del suelo tales como la permeabilidad, la retención de humedad o el intercambio catiónico.”

Posteriormente, niños y profesoras se trasladaron hasta las ternereras para participar del proceso de alimentación de las hembras de reemplazo. Expectantes, los pequeños vieron como un grupo de alumnos del Instituto vaciaron leche en los alimentadores desde los cuales los terneros obtienen su dosis de leche a través de chupos de goma. Este proceso sin duda llamó la atención de todos los presentes. “Son como mamaderas grandes”, expresaron algunos niños al ver el recipiente desde donde sale la leche. Los más osados acariciaron a los terneros mientras se alimentaban, mientras que otros prefirieron disfrutar del espectáculo desde lejos.

La profesional comentó a los niños que cada ternero consume diariamente dos litros de leche, haciendo alusión a la importancia de su consumo, sobre todo en la etapa de crecimiento. “Así como los terneros necesitan tomar leche para crecer, ustedes también tienen que tomarse toda la leche para crecer sanos y fuertes”, dijo a los niños.






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