¿Hay claves para el mejoramiento escolar?

José Alfredo Yaeger Rosas*, docente AIEP

Entender cómo trabajan las escuelas que logran hacer una diferencia en cuanto a las oportunidades de aprendizaje de sus estudiantes ha sido una preocupación de larga data en la investigación educativa, especialmente en los estudios sobre efectividad y mejoramiento escolar. Sin embargo, no se ha prestado igual atención a la dimensión temporal en el modo de construir esa diferencia. Se sabe bastante sobre cómo son las escuelas efectivas y aquellas que enfrentan dificultades, pero se conoce muy poco sobre cómo lo han hecho aquellas que han desarrollado procesos sostenidos de mejoramiento, aumentando así su efectividad educativa.

El Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile (CIAE) y UNICEF, buscaron determinar sobre cómo se inician y sostienen los procesos de mejoramiento escolar y académico. El estudio analizó aquellas escuelas que en la década del 2000 tuvieron mejoramientos integrales y sostenidos.

Esta investigación dio origen al libro “Lo aprendí en la Escuela, ¿Cómo se logran procesos de mejoramiento escolar?” (Bellei et al, LOM, 2014) cuyos principales hallazgos dan cuenta que existen a lo menos cuatro pilares sobre los cuales se puede trabajar para lograr un mejoramiento sostenido en el ámbito escolar y académico, estos son:

a) Contexto
b) Gestión institucional
c) Cultura y motivación de la escuela
d) Gestión Técnico pedagógica

Al hablar de “contexto” debemos entender que todos los establecimientos educacionales son parte de un todo, que no son autónomos del contexto. Si sumamos los componentes endógenos (procesos internos de cada establecimiento) a lo que rodea el establecimiento y sus componentes tenemos la posibilidad de entender que las escuelas son más que una infraestructura sólida. Las escuelas tienen la obligación de incorporar a las familias, los sostenedores, los contextos locales de cada comuna y las políticas educacionales desde nivel central. Hoy no se puede educar sin conocer la realidad social de las familias, muchas veces las y los estudiantes son la consecuencia de su territorio y llegan con una carga emocional y psicológica a sus respectivos establecimientos educacionales. Desde ahí que los establecimientos no pueden actuar de forma aislada de sus territorio y contexto.

Desde la “Gestión Institucional” se puede concordar que a lo menos existen cuatro elementos que se debe considerar:

  • Buenas condiciones de trabajo.
  • Responsabilidad profesional básica. [Inicio de clases a la hora - Baja perdida de clases]
  • Docentes y Profesores competentes. [Proceso estratégico de la gestión en las escuelas]
  • Estabilidad laboral para los docentes.

La gestión directiva es el motor de los cambios y el mejoramiento de las escuelas. No es lo único, pero el cómo diriges, es un elemento no menor en como “mejoramos los estándares educativos”. Se ha avanzado en buscar la esencia del verdadero liderazgo, se dice que hoy son más necesario los “Gefes” que los “Jefes”.

“Gefes” de “Gestores de la felicidad” donde se procure que el trabajo colaborativo sea el mayor aliado y que la meta sea satisfacer más a los colaboradores que a los denominados “clientes”. Al implementar este modelo de trabajo, sin duda hará que la institución alcance sus mejores estándares porque el bienestar de sus colaboradores lo llevará a eso.

El “relato común” es lo que hará que se conforme una cultura y esta propicie la motivación del establecimiento educacional. La promoción de la identidad y la pertenencia, no solo en los estudiantes que llevan un uniforme común, debe ser una herramienta transversal de todas y todos los miembros de la comunidad educativa. El compartir experiencias colectivas, el construir sentido y significado, posibilitará un mejoramiento académico.

Los resultados de la PSU (Prueba de selección Universitaria) 2018 nos permite analizar la “gestión técnico pedagógica” como el núcleo del mejoramiento escolar. Nuestra comuna (Osorno) no aparece dentro de las primeras 20 comunas, donde estudiantes de sus establecimientos municipalizados rindieron este instrumento evaluativo de ingreso a la educación superior. Pero este análisis no es ajeno a la mirada nacional sobre las instituciones de educación que están en manos de los municipios, solo 2 establecimientos logran posicionarse dentro de los 50 mejores promedios a nivel nacional (Fuente PUC de Chile, con datos de SUA).

Queda de manifiesto que escuelas y liceos con mejoramiento avanzado obtendrán mejores resultados en este nivel. Si examinamos sus estructuras internas nos encontraremos con un fuerte apoyo y aprendizaje mutuo entre el equipo docente, donde existen metodologías de aula y planificación de clases trabajadas de manera conjunta, existiendo un apoyo diferenciado, en el caso de que sea necesario, para estudiantes que presenten dificultades en su proceso de enseñanza aprendizaje.

Entonces al respondernos nuestra pregunta inicial ¿Hay claves para el mejoramiento escolar?, claramente debemos afirmar que si las hay. Que estas dependen básicamente por la articulación de estos pilares que mencionamos al comienzo. Eso nos permitirá disminuir la abismal brecha que existe entre los colegios particulares y particulares-subvencionados versus los municipales en la aplicación de instrumentos de medición como el SIMCE o en la PSU.

La implementación de estos pilares es materia de otro análisis.



*José Alfredo Yaeger Rosas Asistente Social, Docente y Jefe de Area Social Instituto Profesional AIEP, Sede Osorno Magister en Alta Dirección de Establecimientos Educacionales (E) Universidad San Sebastian

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