Llegó la primavera y con ella las temidas alergias

La Dermatóloga Danae Álvarez explica qué es la dermatitis atópica y entrega recomendaciones.

Llegó la primavera y con ella las temidas alergias que se acentúan en esta época del año. Así lo aseguró la profesional del Hospital Base de Castro, Dra. Dánae Álvarez Jara, Pediatra y dermatóloga titulada de la Universidad de Chile, quien explicó en detalle qué es la dermatitis atópica brindando recomendaciones para su cuidado y detección.

La dermatitis atópica, explicó la especialista, es una enfermedad inflamatoria de la piel crónica con periodos de remisión y brotes de lesiones que provocan grandes molestias a quienes lo padecen. Aunque puede presentarse a cualquier edad, el 85% de los casos se presenta en menores de 5 años, especialmente en el grupo de los menores de dos años y sólo en un 20% de los casos detectados persiste en la vida adulta, remitiendo la gran mayoría en el periodo de la adolescencia.

En la dermatitis atópica, aseguró la Dra. Danae Álvarez, existe una barrera cutánea dañada y una inflamación permanente que hace que el sistema inmunológico se active en forma descontrolada y que, sumado a factores ambientales como la falta de humedad, las bajas temperaturas, el estrés y el humo del tabaco, incrementan el daño a la barrera cutánea y se torna persistente.
“Muchos padres de pacientes con esta patología señalan en las consultas que sus hijos son muy alérgicos, que siempre han tenido la piel delicada, que tienen la piel seca, o bien que no hay crema que les sirva a pesar de tomar bastante agua, asegurando incluso que hasta las ropas les generan picazón. Estas declaraciones se relacionan con esta condición de la piel en que existe una sequedad que es característica y, por tanto, tienen una piel delicada y todo puede generarles molestia y comezón, que es un síntoma de la dermatitis atópica”.

Entre las consultas, también se registran aquellas que dan cuenta de la aparición de costras amarillas en la cabeza, que se asocian a la dermatitis atópica, pero se denomina dermatitis seborreica, que en los casos más extremos podría generar lesiones en cara u otras zonas, recomendándose la consulta al especialista.

Afirmaciones como: “La piel de la cara es áspera y tienes las mejillas rojas”, “tiene heridas que le pican detrás de las rodillas”, “se le hacen heridas en los pies”, son relatadas por los afectados en los distintos grupos etarios que consultan. En el caso de los lactantes predominan las lesiones en mejillas y zonas extensoras, mientras que en niños más grandes y adultos se ven comprometidas zonas flexoras como pliegues cubitales y fosas poplíteas.

Otra de las complicaciones que se enfrentan son las picaduras de insecto
que en algunos pacientes les genera urticaria, estas situaciones en la mayoría de los casos se resuelven al llegar a la adolescencia. En la gran mayoría de los casos, la dermatitis atópica obedece al componente genético de la enfermedad que lo hace heredable. Esto significa que, si uno de los padres tiene atopia, el riesgo de que su hijo lo tenga aumenta hasta en 3 veces y, si ambos tienen atopia el riesgo se eleva a 5 veces.
“Muchos pacientes se quejan que no logran mejorarse de la enfermedad, aunque siguen al pie de la letra las indicaciones médicas. Sin embargo, lo importante es entender que al ser una enfermedad crónica existe la posibilidad de brotes, y es recomendable mantener la línea de tratamiento con el médico tratante, quien ya conoce de la evolución de la enfermedad”. Por ello lo recomendable es no cambiar de dermatólogo, sino ver la evolución de la misma de acuerdo al tratamiento empleado.
Respecto a la realización de exámenes, la Dra. Danae Álvarez, es enfática en aclarar que deben ser solicitados sólo cuando existe sospecha de alguna alergia alimentaria o inhalatoria que esté provocando el cuadro de dermatitis, lo que asegura es muy poco frecuente, por tanto, sólo en casos específicos, cuando la dermatitis es severa o no responde a los tratamientos habituales es cuando se debe realizar el estudio dirigido de alergias, solicitando exámenes específicos para diagnosticarla.

Lo importante, concluyó la especialista, es mantener siempre la piel lubricada, lo que debe realizarse al menos dos veces al día con cremas ricas en ácidos grasos, privilegiando la utilización de ropas de algodón, eligiendo detergentes hipoalergénicos, sin olvidar la utilización de un fotoprotector mineral, sobre todo en esta época del año.



Comunicado de Prensa / Fuente: Doctora Danae Álvarez Jara
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