Salud Intercultural: una oportunidad para compartir conocimientos y reconocer la medicina ancestral
🔵Por Cristóbal Fuenzalida Palma, Seremi de Justicia y DD.HH. Región de Los Lagos.
Impulsar trabajo conjunto con mi par de Salud en Osorno, me tiene muy entusiasmado. En este primer mes de gestión a cargo de la Seremi de Justicia y Derechos Humanos, he podido conocer cuánta oportunidad tenemos para fortalecer la entrega de una buena gestión gubernamental para la comunidad. Desde esta Seremi, coordinamos tareas en seis importantes servicios públicos que dependen del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Uno de ellos es Gendarmería de Chile.
Es con el personal de este servicio, que dirige la Coronel Angélica Briones Castillo, con quienes estamos trabajando un proyecto piloto en Chile, y del que me siento especialmente comprometido. Se trata del modelo de salud intercultural en el Centro de Cumplimiento Penitenciario, CCP, de Osorno.
Desde junio que estamos aplicando esta iniciativa que se ha venido gestionando hace meses. Junto a los equipos del Servicio de Salud de Osorno, a la Seremi de Salud, Gendarmería de Chile y representantes de la Mesa Regional de Salud Intercultural, desarrollamos un modelo de salud intercultural al que podrán acceder las personas privadas de libertad y que están custodiadas en el CCP de Osorno y que son de origen o se auto-reconocen como pertenecientes al pueblo mapuche-williche.
Con este equipo de profesionales y conocedores de la cosmovisión indígena, abrimos las puertas a la oportunidad de considerar el ingreso de una machi que practica la medicina mapuche-williche a este recinto penitenciario. Con ella podrán atenderse alrededor de 30 internos/as que estén enfermos y deseen que su salud física y/o espiritual pueda ser recuperada a través de la intervención de esta mujer conocedora de la medicina indígena.
Fue al interior del recinto penitenciario que tras una ceremonia en la que participó un conjunto musical integrado por personas custodiadas y varias autoridades, firmamos una carta de compromiso para poner en marcha este plan piloto que busca, entre otras materias, incluir de manera práctica y tangible los derechos humanos y el respeto a la pertinencia cultural de los pueblos indígenas y que comenzó a gestarse en octubre del año 2021, cuando se firmó un convenio de colaboración entre las organizaciones mencionadas para ir materializando esta idea.
La aplicación del modelo de salud intercultural significa que las personas privadas de libertad de origen mapuche-williche que están recluidas en el CCP de Osorno, hoy acceden a una atención de salud de acuerdo a su historia y tradiciones. Consigno aquí la opinión de la Coronel Angélica Briones quien ha descrito que “este es un programa piloto en el que se brindarán atenciones por requerimiento individual, por tratamientos complementarios de salud, por acompañamiento espiritual o requerimientos colectivos de ceremonias, como el We-Tripantu o el Nguillatu”, nos detalla.
En un muy grato diálogo con la representante de la Mesa Regional de Salud Intercultural, Melita Gómez Imilmaqui, recuerdo que mencionó que esta iniciativa “fue un gran logro, fue un diálogo primero que salió a través de los territorios para hacer este modelo de atención dentro de los recintos penitenciarios. Fue un diálogo con las autoridades pertinentes, debo decir que hubo mucha voluntad de parte de Gendarmería. Esta puesta en marcha, de la atención para nuestros lamienes, esperamos que tenga buena acogida de parte de los lamienes”.
Lo que dialogamos con mi par de Salud, Karin Solís Hinojosa, frente a esta iniciativa es que “la necesidad de implementar el modelo de atención de salud intercultural en recintos penitenciarios responde a las peticiones emanadas desde los propios pueblos originarios en el proceso de participación y consulta del artículo 7 de la Ley N° 20.584, que regula los derechos y deberes que tienen las personas en relación a acciones vinculadas a su atención de salud”, lo que nos permite fortalecer la inclusión desde el gobierno.
Así nos hacemos partícipes de lo enunciado en el artículo 24 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los pueblos originarios, la que indica que ellos tienen derecho a acceder a sus propias medicinas tradicionales y a mantener sus prácticas de salud.
Impulsar trabajo conjunto con mi par de Salud en Osorno, me tiene muy entusiasmado. En este primer mes de gestión a cargo de la Seremi de Justicia y Derechos Humanos, he podido conocer cuánta oportunidad tenemos para fortalecer la entrega de una buena gestión gubernamental para la comunidad. Desde esta Seremi, coordinamos tareas en seis importantes servicios públicos que dependen del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Uno de ellos es Gendarmería de Chile.
Es con el personal de este servicio, que dirige la Coronel Angélica Briones Castillo, con quienes estamos trabajando un proyecto piloto en Chile, y del que me siento especialmente comprometido. Se trata del modelo de salud intercultural en el Centro de Cumplimiento Penitenciario, CCP, de Osorno.
Desde junio que estamos aplicando esta iniciativa que se ha venido gestionando hace meses. Junto a los equipos del Servicio de Salud de Osorno, a la Seremi de Salud, Gendarmería de Chile y representantes de la Mesa Regional de Salud Intercultural, desarrollamos un modelo de salud intercultural al que podrán acceder las personas privadas de libertad y que están custodiadas en el CCP de Osorno y que son de origen o se auto-reconocen como pertenecientes al pueblo mapuche-williche.
Con este equipo de profesionales y conocedores de la cosmovisión indígena, abrimos las puertas a la oportunidad de considerar el ingreso de una machi que practica la medicina mapuche-williche a este recinto penitenciario. Con ella podrán atenderse alrededor de 30 internos/as que estén enfermos y deseen que su salud física y/o espiritual pueda ser recuperada a través de la intervención de esta mujer conocedora de la medicina indígena.
Fue al interior del recinto penitenciario que tras una ceremonia en la que participó un conjunto musical integrado por personas custodiadas y varias autoridades, firmamos una carta de compromiso para poner en marcha este plan piloto que busca, entre otras materias, incluir de manera práctica y tangible los derechos humanos y el respeto a la pertinencia cultural de los pueblos indígenas y que comenzó a gestarse en octubre del año 2021, cuando se firmó un convenio de colaboración entre las organizaciones mencionadas para ir materializando esta idea.
La aplicación del modelo de salud intercultural significa que las personas privadas de libertad de origen mapuche-williche que están recluidas en el CCP de Osorno, hoy acceden a una atención de salud de acuerdo a su historia y tradiciones. Consigno aquí la opinión de la Coronel Angélica Briones quien ha descrito que “este es un programa piloto en el que se brindarán atenciones por requerimiento individual, por tratamientos complementarios de salud, por acompañamiento espiritual o requerimientos colectivos de ceremonias, como el We-Tripantu o el Nguillatu”, nos detalla.
En un muy grato diálogo con la representante de la Mesa Regional de Salud Intercultural, Melita Gómez Imilmaqui, recuerdo que mencionó que esta iniciativa “fue un gran logro, fue un diálogo primero que salió a través de los territorios para hacer este modelo de atención dentro de los recintos penitenciarios. Fue un diálogo con las autoridades pertinentes, debo decir que hubo mucha voluntad de parte de Gendarmería. Esta puesta en marcha, de la atención para nuestros lamienes, esperamos que tenga buena acogida de parte de los lamienes”.
Lo que dialogamos con mi par de Salud, Karin Solís Hinojosa, frente a esta iniciativa es que “la necesidad de implementar el modelo de atención de salud intercultural en recintos penitenciarios responde a las peticiones emanadas desde los propios pueblos originarios en el proceso de participación y consulta del artículo 7 de la Ley N° 20.584, que regula los derechos y deberes que tienen las personas en relación a acciones vinculadas a su atención de salud”, lo que nos permite fortalecer la inclusión desde el gobierno.
Así nos hacemos partícipes de lo enunciado en el artículo 24 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los pueblos originarios, la que indica que ellos tienen derecho a acceder a sus propias medicinas tradicionales y a mantener sus prácticas de salud.
Así estamos dando fe al cumplimiento del Estado de Chile de estos acuerdos internacionales.
Fuente: Evelyn Waleska Miller Navarro -emiller@minjusticia.cl
Fuente: Evelyn Waleska Miller Navarro -emiller@minjusticia.cl