Open Mind 2024: Liceo Bicentenario de Quilacahuín gana con innovador proyecto apícola y ambiental
Este jueves se llevó a cabo la premiación del Open Mind 2024, evento organizado por el Instituto Profesional Agrario Adolfo Matthei (IPAAM), en Osorno. En su tercera versión, este concurso busca promover la innovación y el emprendimiento en estudiantes de liceos técnico-profesionales (TP) de la Región de Los Lagos, poniendo especial énfasis en proyectos relacionados con la agricultura y la sustentabilidad.
La actividad, que forma parte del programa IP-CFT 2030 impulsado por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y el Ministerio de Educación (Mineduc), tuvo como objetivo incentivar la creación de ideas innovadoras en estudiantes de liceos TP vinculados al sector agropecuario.
En esta edición del Open Mind, participaron equipos de siete liceos, destacando el Liceo Bicentenario de Quilacahuín, cuyo equipo resultó ganador con un proyecto que combina residuos de aserrín con cera de abejas para fabricar maceteros biodegradables. Este innovador producto no solo es amigable con el medio ambiente, sino que también actúa como abono natural para las plantas, ya que se degrada en un período aproximado de 6 a 9 meses.
El Director del Liceo Bicentenario de Quilacahuín, Daniel Martínez, explicó que sus estudiantes han trabajado en un entorno rural con una mirada enfocada en la sustentabilidad. El equipo ganador, compuesto por estudiantes de cuarto medio, desarrolló el proyecto en base a los talleres de apicultura del colegio y la observación de problemas ambientales locales, como el exceso de aserrín no aprovechado en su comunidad.
Martínez destacó que los alumnos del establecimiento han aprendido a plantearse metas desafiantes, lo que refleja el enfoque del colegio en promover altas expectativas. “Creemos firmemente en que nuestros estudiantes pueden lograr lo que se propongan”, comentó el director. Además, resaltó la importancia del emprendimiento como una opción adicional para los estudiantes, junto con la inserción en la educación superior o el campo laboral.
Benjamín Espinosa, uno de los estudiantes ganadores, explicó que la idea surgió al identificar la problemática ambiental que provoca el desecho de aserrín en su localidad. Al combinar este material con la cera de abejas sobrante de los talleres de apicultura, el equipo logró crear un producto útil y ecológico. Tras varios ensayos y errores, lograron un equilibrio perfecto en la mezcla de materiales, lo que resultó en un macetero biodegradable y compostable.
La Rectora del Instituto Adolfo Matthei, Ingrid Luna, valoró la participación de todos los liceos en el concurso y destacó la importancia de que estas ideas innovadoras sean viables y amigables con el medio ambiente. “Buscamos que las ideas de innovación contribuyan al bienestar animal y a la sustentabilidad, que es parte de los objetivos de nuestra institución”, señaló Luna.
El Open Mind 2024 no solo fue una competencia de ideas, sino una instancia que permitió a los estudiantes reflexionar sobre cómo sus proyectos pueden aportar a sus comunidades. La Coordinadora del Centro de Innovación del IPAAM, Camila Vicente, destacó que la actividad promueve la equidad entre los participantes mediante una nivelación técnica previa, lo que garantiza que todos los equipos compitan en igualdad de condiciones.
El concurso Open Mind es un claro ejemplo de cómo la innovación y el emprendimiento pueden contribuir a mejorar las condiciones ambientales y sociales en las comunidades rurales, y cómo los jóvenes pueden ser agentes de cambio en sus propios territorios.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
La actividad, que forma parte del programa IP-CFT 2030 impulsado por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y el Ministerio de Educación (Mineduc), tuvo como objetivo incentivar la creación de ideas innovadoras en estudiantes de liceos TP vinculados al sector agropecuario.
En esta edición del Open Mind, participaron equipos de siete liceos, destacando el Liceo Bicentenario de Quilacahuín, cuyo equipo resultó ganador con un proyecto que combina residuos de aserrín con cera de abejas para fabricar maceteros biodegradables. Este innovador producto no solo es amigable con el medio ambiente, sino que también actúa como abono natural para las plantas, ya que se degrada en un período aproximado de 6 a 9 meses.
Un enfoque rural y sustentable
El Director del Liceo Bicentenario de Quilacahuín, Daniel Martínez, explicó que sus estudiantes han trabajado en un entorno rural con una mirada enfocada en la sustentabilidad. El equipo ganador, compuesto por estudiantes de cuarto medio, desarrolló el proyecto en base a los talleres de apicultura del colegio y la observación de problemas ambientales locales, como el exceso de aserrín no aprovechado en su comunidad.
Martínez destacó que los alumnos del establecimiento han aprendido a plantearse metas desafiantes, lo que refleja el enfoque del colegio en promover altas expectativas. “Creemos firmemente en que nuestros estudiantes pueden lograr lo que se propongan”, comentó el director. Además, resaltó la importancia del emprendimiento como una opción adicional para los estudiantes, junto con la inserción en la educación superior o el campo laboral.
Innovación ganadora: maceteros biodegradables
Benjamín Espinosa, uno de los estudiantes ganadores, explicó que la idea surgió al identificar la problemática ambiental que provoca el desecho de aserrín en su localidad. Al combinar este material con la cera de abejas sobrante de los talleres de apicultura, el equipo logró crear un producto útil y ecológico. Tras varios ensayos y errores, lograron un equilibrio perfecto en la mezcla de materiales, lo que resultó en un macetero biodegradable y compostable.
La Rectora del Instituto Adolfo Matthei, Ingrid Luna, valoró la participación de todos los liceos en el concurso y destacó la importancia de que estas ideas innovadoras sean viables y amigables con el medio ambiente. “Buscamos que las ideas de innovación contribuyan al bienestar animal y a la sustentabilidad, que es parte de los objetivos de nuestra institución”, señaló Luna.
Proyectos con impacto social
El Open Mind 2024 no solo fue una competencia de ideas, sino una instancia que permitió a los estudiantes reflexionar sobre cómo sus proyectos pueden aportar a sus comunidades. La Coordinadora del Centro de Innovación del IPAAM, Camila Vicente, destacó que la actividad promueve la equidad entre los participantes mediante una nivelación técnica previa, lo que garantiza que todos los equipos compitan en igualdad de condiciones.
El concurso Open Mind es un claro ejemplo de cómo la innovación y el emprendimiento pueden contribuir a mejorar las condiciones ambientales y sociales en las comunidades rurales, y cómo los jóvenes pueden ser agentes de cambio en sus propios territorios.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó