Esperar para vivir: la nula estrategia para avanzar con las listas de espera en Osorno
Por Bernardo Candia Henríquez, ex alcalde de San Juan de la Costa.
En la provincia de Osorno, la espera por atención médica no sólo es larga, sino que también refleja el nulo trabajo en la implementación de una estrategia que permita disminuirla. Lo peor y que nadie piensa es que no se trata de números, se trata de vidas.
Según datos del Servicio de Salud Osorno, 29.361 personas esperan una solución a sus problemas de salud, con una demora aproximada de 233 días, es decir, casi ocho meses.
Para algunos, la espera es aún más larga, un hecho inaceptable en un país que aspira a un sistema de salud digno y eficiente.
Los números son alarmantes en cada comuna: 8.338 personas en Osorno, 1.776 en San Pablo, 1.622 en Puyehue, 1.217 en Río Negro, 665 en Puerto Octay, 1.638 en Purranque y 401 en San Juan de la Costa. Las especialidades más afectadas incluyen cirugía general, traumatología, otorrinolaringología, oftalmología y ortopedia pediátrica. En muchos casos, la calidad de vida de los pacientes se deteriora mientras el sistema sigue sin respuestas concretas.
Si bien se han anunciado estrategias para abordar el problema, la realidad es que la crisis sigue golpeando a las familias. ¿De qué sirve tener moderna infraestructura si no hay suficientes médicos para atender a quienes lo necesitan? En Chile, el déficit es de 11.000 médicos y 2.500 especialistas. Sin personal suficiente, las listas de espera seguirán siendo una trampa mortal para miles de personas.
El impacto en las familias es devastador. No podemos permitir que la solución a una enfermedad dependa del tiempo que se pueda esperar. La salud debe ser una prioridad absoluta, no una promesa vacía. Urge un compromiso real de las autoridades para garantizar que nadie muera esperando.
En la provincia de Osorno, la espera por atención médica no sólo es larga, sino que también refleja el nulo trabajo en la implementación de una estrategia que permita disminuirla. Lo peor y que nadie piensa es que no se trata de números, se trata de vidas.
Según datos del Servicio de Salud Osorno, 29.361 personas esperan una solución a sus problemas de salud, con una demora aproximada de 233 días, es decir, casi ocho meses.
Para algunos, la espera es aún más larga, un hecho inaceptable en un país que aspira a un sistema de salud digno y eficiente.
Los números son alarmantes en cada comuna: 8.338 personas en Osorno, 1.776 en San Pablo, 1.622 en Puyehue, 1.217 en Río Negro, 665 en Puerto Octay, 1.638 en Purranque y 401 en San Juan de la Costa. Las especialidades más afectadas incluyen cirugía general, traumatología, otorrinolaringología, oftalmología y ortopedia pediátrica. En muchos casos, la calidad de vida de los pacientes se deteriora mientras el sistema sigue sin respuestas concretas.
Si bien se han anunciado estrategias para abordar el problema, la realidad es que la crisis sigue golpeando a las familias. ¿De qué sirve tener moderna infraestructura si no hay suficientes médicos para atender a quienes lo necesitan? En Chile, el déficit es de 11.000 médicos y 2.500 especialistas. Sin personal suficiente, las listas de espera seguirán siendo una trampa mortal para miles de personas.
El impacto en las familias es devastador. No podemos permitir que la solución a una enfermedad dependa del tiempo que se pueda esperar. La salud debe ser una prioridad absoluta, no una promesa vacía. Urge un compromiso real de las autoridades para garantizar que nadie muera esperando.
¿O acaso nos hemos resignado a que la enfermedad y la desesperanza sean la norma?
Fuente información: comunicacionesbernardocandia@gmail.com
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