Desempleo en Chile Alcanza el 8,9% y Genera Preocupación Social
La tasa de desempleo en Chile ha experimentado un alza de 0,1 puntos porcentuales, alcanzando un preocupante 8,9%, según las últimas cifras. Este incremento, que se suma a una persistente informalidad laboral, está generando una profunda preocupación en la sociedad chilena, especialmente por sus implicaciones a nivel social y de salud mental. Hugo Covarrubias, académico de Trabajo Social de la Universidad Central, enfatiza que más allá de las estadísticas, el desempleo afecta directamente la vida de las familias, generando consecuencias que van desde la precariedad económica hasta un deterioro significativo en el bienestar psicológico de las personas.
Covarrubias destaca que si bien la informalidad ha disminuido ligeramente, el panorama general sigue siendo desafiante. La situación del desempleo femenino es particularmente alarmante, acercándose a los dos dígitos (10%), lo que subraya la vulnerabilidad de las mujeres en el mercado laboral chileno. El análisis del especialista sugiere que las causas de este fenómeno son multifactoriales, abarcando desde factores estacionales y económicos estructurales hasta la rigidez del mercado laboral y la escasa inversión público-privada.
El académico Hugo Covarrubias explica que el desempleo en Chile no obedece a una única causa, sino a una compleja interacción de elementos endógenos y exógenos. Uno de los factores estacionales que influyen en las cifras es la baja en la producción durante los meses de invierno, lo que históricamente se traduce en un aumento del desempleo a partir de mayo. Sin embargo, esta estacionalidad es solo una parte de la ecuación.
Covarrubias apunta a factores estructurales como la poca inversión del sector privado y público, que limita la creación de nuevas plazas de trabajo. Asimismo, la rigidez del mercado laboral chileno, en comparación con otros países, dificulta la adaptación a los cambios y la flexibilidad necesaria para dinamizar el empleo. La desigualdad territorial, donde algunas regiones experimentan mayores dificultades para generar oportunidades laborales, y la falta de políticas de incentivo al emprendimiento también contribuyen al panorama actual.
Un elemento crucial que ha modificado el mercado laboral es la irrupción de las nuevas tecnologías y la automatización de procesos. Esto, si bien optimiza ciertas operaciones, ha provocado la disminución de la necesidad de mano de obra en algunos sectores, desafiando a la población a reconvertirse y adquirir nuevas habilidades. Sin embargo, la baja capacitación en estas nuevas tecnologías es un obstáculo significativo, lo que deriva en una menor empleabilidad y el riesgo de quedar excluido del mercado formal. El académico citó ejemplos de otros países, como España, donde existen incentivos para la reconversión y la capacitación continua, algo que, a su juicio, debería replicarse en Chile.
Para revertir esta tendencia, Covarrubias enfatiza la urgente necesidad de reactivar la inversión pública y privada. Como ejemplo positivo, mencionó la reciente noticia sobre la licitación de la nueva ruta de Santiago a Valparaíso, una iniciativa que, de concretarse, generará un gran número de empleos. De manera similar, la extensión de las líneas de metro en la capital también ha demostrado ser una fuente de nuevas oportunidades laborales.
El experto propone una serie de medidas complementarias, como el apoyo a la economía local y los emprendimientos comunitarios, fomentando la formalización de pequeñas y medianas empresas (pymes). Además, sugiere la modernización del sistema de protección social, pasando de un enfoque centrado únicamente en subsidios y bonos a un modelo que acompañe las transiciones laborales y ofrezca capacitación acorde a las demandas del mercado. Un enfoque territorial en las políticas, que no centralice las oportunidades y que considere la particularidad de cada región, es también fundamental.
Covarrubias atribuye el fenómeno a factores más arraigados en la sociedad, como las responsabilidades de cuidado que recaen predominantemente sobre las mujeres, dificultando su acceso y permanencia en el mercado formal. "La mujer siempre sale desfavorecida en esto, en esta sociedad", sentenció.
Un factor adicional, y de gran relevancia, es el impacto de la salud mental en el ámbito laboral**. Citando una encuesta de la SUCESO de 2024 y datos de plataformas de empleo como Laborum, Covarrubias reveló que el 86% de la población chilena encuestada ha sufrido estrés, cansancio o acoso laboral (burnout). Esta cifra es alarmante y sugiere que el desincentivo a buscar empleo no solo se relaciona con la falta de oportunidades, sino también con el temor a las condiciones laborales. El académico hizo hincapié en que no se debe trivializar el burnout ni asociarlo con licencias falsas, sino reconocerlo como una problemática real que incide en la búsqueda activa de trabajo.
El filósofo coreano Byung-Chul Han, con su concepto de la "sociedad del cansancio y la autoexplotación", es citado por Covarrubias para explicar que las nuevas generaciones, expuestas a un alto nivel de exitismo, sienten un temor creciente a ingresar al mercado laboral. Esto, sumado a factores exógenos como las crisis económicas globales y los conflictos internacionales, complejiza aún más el panorama del desempleo.
Covarrubias reconoció que las pymes son cruciales para el empleo en Chile y que, si bien se han realizado esfuerzos, considera que las políticas deben trascender los gobiernos de turno para asegurar una visión de país a largo plazo. Respecto al aumento del salario mínimo, lo defendió como una medida necesaria para transparentar y dignificar el empleo, y para hacer frente al creciente costo de la vida en Chile. Aunque reconoció que el aumento puede presionar a las pymes, también destacó que la mayoría de las empresas pagan por encima del sueldo mínimo y que existen subsidios para apoyar a las pymes en este proceso. "Una sociedad que se reconozca como sociedad digna, justa y que vayamos creciendo en sociedad implica también un aumento, por ejemplo, del salario mínimo", sostuvo.
Claudio Triviño, otro fiel auditor, planteó la preocupación por la inflación y la falta de regulación de precios en la canasta básica. Covarrubias explicó que la inflación es un fenómeno post-pandemia que afecta no solo a Chile, sino a nivel global, y que es necesario seguir actualizando la canasta básica. No obstante, se abstuvo de profundizar en la regulación de precios, una medida compleja que podría generar mercados informales.
Otro punto de discusión fue la percepción de que los extranjeros "quitan" puestos de trabajo, especialmente en sectores con baja cualificación. Covarrubias desmitificó esta idea, señalando que la migración también puede reactivar la economía, ocupando puestos que los chilenos, con un mayor nivel educacional y expectativas, a menudo no desean. "El chileno hoy día ha aumentado su calidad de vida en función. Por eso hoy día tenemos migración sur-sur, ¿cierto? Eligen a Chile para venirse porque creen que acá, cierto, estamos mejor", explicó.
La falta de capacitación sociolaboral y la desactualización de herramientas como las OMIL (Oficinas Municipales de Intermediación Laboral) y la Bolsa Nacional de Empleo fueron señaladas como áreas a mejorar. Es fundamental ofrecer capacitación en nuevas tecnologías y orientar a las personas hacia los sectores con mayor demanda de mano de obra.
Finalmente, Covarrubias reiteró la necesidad de entender el empleo como un derecho social y de implementar políticas estatales de largo plazo, no solo de gobierno. Organismos como Corfo y Fosis deben jugar un rol más activo en el bienestar individual, dejando atrás políticas excesivamente focalizadas que limitan las oportunidades en las regiones. Destacó que, si bien las cifras de desempleo para el próximo trimestre podrían mejorar debido a la temporada de vacaciones de invierno y el repunte del turismo, es crucial mantener un enfoque integral que humanice el problema y busque soluciones duraderas para el país.
Fuente información: Rocío Gambra
Covarrubias destaca que si bien la informalidad ha disminuido ligeramente, el panorama general sigue siendo desafiante. La situación del desempleo femenino es particularmente alarmante, acercándose a los dos dígitos (10%), lo que subraya la vulnerabilidad de las mujeres en el mercado laboral chileno. El análisis del especialista sugiere que las causas de este fenómeno son multifactoriales, abarcando desde factores estacionales y económicos estructurales hasta la rigidez del mercado laboral y la escasa inversión público-privada.
El académico Hugo Covarrubias explica que el desempleo en Chile no obedece a una única causa, sino a una compleja interacción de elementos endógenos y exógenos. Uno de los factores estacionales que influyen en las cifras es la baja en la producción durante los meses de invierno, lo que históricamente se traduce en un aumento del desempleo a partir de mayo. Sin embargo, esta estacionalidad es solo una parte de la ecuación.
Covarrubias apunta a factores estructurales como la poca inversión del sector privado y público, que limita la creación de nuevas plazas de trabajo. Asimismo, la rigidez del mercado laboral chileno, en comparación con otros países, dificulta la adaptación a los cambios y la flexibilidad necesaria para dinamizar el empleo. La desigualdad territorial, donde algunas regiones experimentan mayores dificultades para generar oportunidades laborales, y la falta de políticas de incentivo al emprendimiento también contribuyen al panorama actual.
Un elemento crucial que ha modificado el mercado laboral es la irrupción de las nuevas tecnologías y la automatización de procesos. Esto, si bien optimiza ciertas operaciones, ha provocado la disminución de la necesidad de mano de obra en algunos sectores, desafiando a la población a reconvertirse y adquirir nuevas habilidades. Sin embargo, la baja capacitación en estas nuevas tecnologías es un obstáculo significativo, lo que deriva en una menor empleabilidad y el riesgo de quedar excluido del mercado formal. El académico citó ejemplos de otros países, como España, donde existen incentivos para la reconversión y la capacitación continua, algo que, a su juicio, debería replicarse en Chile.
El Impacto de la Informalidad y la Importancia de la Inversión
El académico de la Universidad Central subraya que el aumento del empleo informal es una de las consecuencias más preocupantes del desempleo. Esta modalidad de trabajo carece de los beneficios y la protección social asociados al empleo formal, como la seguridad social y el pago de impuestos, lo que genera una desorganización estructural en el ámbito económico y social. "El empleo informal no tiene la seguridad social, no impone, no paga impuestos, y eso también influye a otras empresas", afirmó Covarrubias, mencionando que Chile se encuentra en "listas negras de piratería" debido al alto índice de informalidad, incluyendo el comercio callejero y los "carritos de comida", aunque sin un tono peyorativo.Para revertir esta tendencia, Covarrubias enfatiza la urgente necesidad de reactivar la inversión pública y privada. Como ejemplo positivo, mencionó la reciente noticia sobre la licitación de la nueva ruta de Santiago a Valparaíso, una iniciativa que, de concretarse, generará un gran número de empleos. De manera similar, la extensión de las líneas de metro en la capital también ha demostrado ser una fuente de nuevas oportunidades laborales.
El experto propone una serie de medidas complementarias, como el apoyo a la economía local y los emprendimientos comunitarios, fomentando la formalización de pequeñas y medianas empresas (pymes). Además, sugiere la modernización del sistema de protección social, pasando de un enfoque centrado únicamente en subsidios y bonos a un modelo que acompañe las transiciones laborales y ofrezca capacitación acorde a las demandas del mercado. Un enfoque territorial en las políticas, que no centralice las oportunidades y que considere la particularidad de cada región, es también fundamental.
El Desempleo Femenino y los Desafíos de la Salud Mental en el Trabajo
El incremento del desempleo femenino, que bordea el 10%, es una de las aristas más sensibles de la situación actual. Rocío Gambra, conductora de Paíslobo Prensa, consultó a Covarrubias sobre si la recién implementada Ley Karin podría ser una de las causas de esta alza, a lo que el académico respondió con cautela. Si bien ha escuchado estas voces, considera que es una "caricatura", ya que la Ley Karin, enfocada en la prevención, investigación y sanción del acoso laboral, rige para ambos sexos y es de reciente implementación, por lo que su impacto real en las cifras de desempleo femenino aún está por determinarse.Covarrubias atribuye el fenómeno a factores más arraigados en la sociedad, como las responsabilidades de cuidado que recaen predominantemente sobre las mujeres, dificultando su acceso y permanencia en el mercado formal. "La mujer siempre sale desfavorecida en esto, en esta sociedad", sentenció.
Un factor adicional, y de gran relevancia, es el impacto de la salud mental en el ámbito laboral**. Citando una encuesta de la SUCESO de 2024 y datos de plataformas de empleo como Laborum, Covarrubias reveló que el 86% de la población chilena encuestada ha sufrido estrés, cansancio o acoso laboral (burnout). Esta cifra es alarmante y sugiere que el desincentivo a buscar empleo no solo se relaciona con la falta de oportunidades, sino también con el temor a las condiciones laborales. El académico hizo hincapié en que no se debe trivializar el burnout ni asociarlo con licencias falsas, sino reconocerlo como una problemática real que incide en la búsqueda activa de trabajo.
El filósofo coreano Byung-Chul Han, con su concepto de la "sociedad del cansancio y la autoexplotación", es citado por Covarrubias para explicar que las nuevas generaciones, expuestas a un alto nivel de exitismo, sienten un temor creciente a ingresar al mercado laboral. Esto, sumado a factores exógenos como las crisis económicas globales y los conflictos internacionales, complejiza aún más el panorama del desempleo.
Pymes, Legislación Laboral e Inflación: El Debate de la Ciudadanía
Durante la entrevista, se recibieron preguntas de la audiencia que enriquecieron el debate. Nicolás Sevilla, un auditor de Paíslobo, cuestionó el impacto de los impuestos a las pymes y la menor creación de empleo por parte de estas. Rocío Gambra añadió a la discusión el efecto de leyes como las 40 horas laborales y el aumento del salario mínimo, así como la nueva reforma previsional, que podrían afectar la capacidad de las pymes para generar y mantener empleos, considerando que son una de las principales fuentes de oferta laboral en Chile.Covarrubias reconoció que las pymes son cruciales para el empleo en Chile y que, si bien se han realizado esfuerzos, considera que las políticas deben trascender los gobiernos de turno para asegurar una visión de país a largo plazo. Respecto al aumento del salario mínimo, lo defendió como una medida necesaria para transparentar y dignificar el empleo, y para hacer frente al creciente costo de la vida en Chile. Aunque reconoció que el aumento puede presionar a las pymes, también destacó que la mayoría de las empresas pagan por encima del sueldo mínimo y que existen subsidios para apoyar a las pymes en este proceso. "Una sociedad que se reconozca como sociedad digna, justa y que vayamos creciendo en sociedad implica también un aumento, por ejemplo, del salario mínimo", sostuvo.
Claudio Triviño, otro fiel auditor, planteó la preocupación por la inflación y la falta de regulación de precios en la canasta básica. Covarrubias explicó que la inflación es un fenómeno post-pandemia que afecta no solo a Chile, sino a nivel global, y que es necesario seguir actualizando la canasta básica. No obstante, se abstuvo de profundizar en la regulación de precios, una medida compleja que podría generar mercados informales.
Otro punto de discusión fue la percepción de que los extranjeros "quitan" puestos de trabajo, especialmente en sectores con baja cualificación. Covarrubias desmitificó esta idea, señalando que la migración también puede reactivar la economía, ocupando puestos que los chilenos, con un mayor nivel educacional y expectativas, a menudo no desean. "El chileno hoy día ha aumentado su calidad de vida en función. Por eso hoy día tenemos migración sur-sur, ¿cierto? Eligen a Chile para venirse porque creen que acá, cierto, estamos mejor", explicó.
Un Enfoque Integral y Humanizado del Desempleo
El académico hizo un llamado a ver el desempleo no solo como un indicador económico, sino como un fenómeno con rostro humano, que impacta profundamente a individuos y familias. Respondiendo a la inquietud sobre el impacto en la autoestima de quienes llevan tiempo buscando empleo, Covarrubias enfatizó que el desempleo afecta directamente la salud mental, la cohesión social y la confianza institucional. La frustración y la ansiedad de no encontrar trabajo pueden llevar a la informalidad o incluso a situaciones de subsistencia.La falta de capacitación sociolaboral y la desactualización de herramientas como las OMIL (Oficinas Municipales de Intermediación Laboral) y la Bolsa Nacional de Empleo fueron señaladas como áreas a mejorar. Es fundamental ofrecer capacitación en nuevas tecnologías y orientar a las personas hacia los sectores con mayor demanda de mano de obra.
Finalmente, Covarrubias reiteró la necesidad de entender el empleo como un derecho social y de implementar políticas estatales de largo plazo, no solo de gobierno. Organismos como Corfo y Fosis deben jugar un rol más activo en el bienestar individual, dejando atrás políticas excesivamente focalizadas que limitan las oportunidades en las regiones. Destacó que, si bien las cifras de desempleo para el próximo trimestre podrían mejorar debido a la temporada de vacaciones de invierno y el repunte del turismo, es crucial mantener un enfoque integral que humanice el problema y busque soluciones duraderas para el país.
Fuente información: Rocío Gambra