Feriantes de Osorno operan con permisos provisorios en medio de reordenamiento municipal

Brigitte Flores
Una mezcla de alivio temporal e incertidumbre persistente es el sentir que predomina entre los comerciantes de la tradicional Feria Pedro Aguirre Cerda (PAC) de Osorno. Por segunda semana consecutiva, los vendedores deben operar con permisos provisorios mientras la Municipalidad avanza en un anunciado proceso de reordenamiento y empadronamiento. Dirigentes, como Brillith Flores de la asociación "Sol y luna", lograron una autorización para instalarse este fin de semana en el contorno de la plaza, pero la falta de una solución definitiva mantiene en vilo el futuro de decenas de familias que dependen de esta actividad comercial.

La jornada de este sábado en la emblemática Feria Pedro Aguirre Cerda de Osorno transcurrió nuevamente bajo un manto de incertidumbre. Aunque los puestos de frutas, verduras, ropa y otros artículos se instalaron en el perímetro de la plazuela, la estabilidad laboral de sus locatarios pende de un hilo, dependiendo de autorizaciones temporales que deben gestionar semana a semana. Esta situación es consecuencia directa del plan de reordenamiento del espacio público que ha iniciado la Municipalidad de Osorno, un proceso que, si bien busca formalizar y organizar la actividad, ha generado una profunda preocupación entre los feriantes.

Desde hace dos semanas, el municipio restringió las áreas de instalación, permitiendo el funcionamiento solo en sectores específicos. Esta medida encendió las alarmas de los comerciantes, quienes vieron amenazada su principal fuente de ingresos. Ante este escenario, la movilización de sus dirigentes ha sido clave para garantizar una continuidad mínima de sus labores.

Brillith Flores, dirigente de la asociación "Sol y luna", que agrupa a parte de los comerciantes de la Feria PAC, explicó el resultado de las intensas gestiones realizadas durante los últimos días. "Gestionamos para que nos autoricen nuevamente a colocarnos en el contorno de la plazuela y nos dieron autorización hasta que la municipalidad se organice y vea el tema del empadronamiento. Ha sido agotador andar toda la semana gestionando, pero al menos logramos esto", señaló la dirigenta, evidenciando el desgaste que implica esta precarización laboral.

El concepto central que define el actual proceso municipal es el "empadronamiento". Este término, de carácter técnico-institucional, se refiere a la creación de un catastro o censo oficial de los comerciantes. El objetivo de la casa edilicia es identificar a los vendedores históricos y regulares para, posteriormente, entregar permisos definitivos y asignarles un lugar establecido. Este plan busca diferenciar a los feriantes tradicionales de aquellos que pudieran haberse instalado de manera esporádica u oportunista, además de mejorar las condiciones de seguridad, orden y ornato del sector.

Sin embargo, mientras este catastro no se complete, los comerciantes deben vivir el día a día. La autorización provisoria, si bien es un respiro, no disipa las dudas sobre el futuro a mediano y largo plazo. La principal demanda del gremio es la certeza de un espacio de trabajo permanente, que les permita proyectar su actividad y asegurar el sustento de sus familias.

En este sentido, la postura de los feriantes es proactiva. No se limitan a esperar las decisiones del gobierno comunal, sino que buscan ser parte activa de la solución. Así lo confirmó la propia Brillith Flores, quien manifestó la determinación de su agrupación para asegurar un futuro digno. "Estamos buscando un lugar establecido, llevaremos ideas, y no vamos a descansar hasta lograr un espacio fijo y digno para todos los feriantes", enfatizó la dirigente.

La Feria Pedro Aguirre Cerda no es solo un punto de comercio; representa un patrimonio vivo de Osorno y un pilar económico para decenas de familias. Su funcionamiento es vital tanto para quienes venden como para los miles de vecinos de los sectores aledaños que acuden cada fin de semana en busca de productos frescos y a precios convenientes. Por ello, la comunidad observa con atención el desarrollo de este proceso, esperando que las autoridades municipales logren conciliar la necesidad de ordenamiento urbano con el respeto y protección del trabajo de estos pequeños emprendedores, brindando una solución concreta que les permita seguir desarrollando su actividad de manera estable y segura.

Fuente información: Álvaro Torres Riobó
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