Más de la mitad de los chilenos es sedentario y salud emocional retrocede
La cuarta Encuesta Nacional de Calidad de Vida y Salud arrojó preocupantes resultados sobre los hábitos de la población: un 51,2% de los chilenos es sedentario y el bienestar emocional ha experimentado una notable baja. El estudio revela, además, que la sensación de soledad se elevó del 7,6% al 11,5%. En conversación con este medio, la doctora María José Undurraga, jefa clínica de Alemana Integral, analizó las implicancias de estas cifras, apuntando a la percepción de inseguridad en espacios públicos y al aumento del riesgo de enfermedades crónicas como factores clave.
Un complejo panorama para la salud pública del país es el que revela la cuarta Encuesta Nacional de Calidad de Vida y Salud, cuyas cifras confirman una doble tendencia negativa en el bienestar de los chilenos. El dato más contundente indica que el 51,2% de la población es físicamente inactiva, mientras que, en paralelo, la salud emocional ha sufrido un importante retroceso. Una de las métricas más elocuentes de este deterioro es el aumento de la sensación de soledad, que pasó de un 7,6% a un 11,5%.
En análisis de estos resultados, la doctora María José Undurraga, jefa clínica del programa Alemana Integral, señaló que si bien los datos llaman la atención, "no es algo que sorprenda porque es algo que uno ve frecuentemente en la consulta". La especialista advirtió que "lamentablemente el ser sedentario aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, tanto físicas como de salud mental", por lo que esta información debe servir para poner más atención a la situación país y reforzar las recomendaciones a los pacientes.
Consultada sobre las causas del sedentarismo, la doctora Undurraga explicó que, según la propia encuesta, parte de la población percibe que hay "pocos lugares para poder hacer actividad física" o que los espacios al aire libre son "menos seguros", una problemática que se acentúa en niveles socioeconómicos más bajos. A esto se suma, especialmente en zonas urbanas, la alta dependencia de medios de transporte motorizados como "micros, el metro, del auto para poder movernos", dificultando la opción de caminar o usar bicicleta.
En el ámbito de la salud mental, el retroceso es multifactorial y no se explica únicamente por el sedentarismo. La especialista indicó que "desde la pandemia la salud mental ha ido empeorando" y que los datos destacan que las mujeres y los adultos mayores son los grupos donde más disminuye el bienestar emocional. Frente a esto, enfatizó la importancia de normalizar las enfermedades de salud mental y "pedir ayuda, igual que si tengo hipertensión, si tengo diabetes", combatiendo el estigma que muchas veces impide a los pacientes buscar tratamiento.
Finalmente, la doctora Undurraga recomendó que, más allá de las metas de ejercicio estructurado, la clave es "tratar de ser más activos en nuestro día a día". Acciones simples como preferir las escaleras, caminar trayectos cortos o moverse durante la jornada laboral pueden generar un cambio significativo. "Hacer un poquitito es mejor que no hacer nada", concluyó, relevando también la importancia de los chequeos médicos preventivos para diagnosticar a tiempo enfermedades crónicas que, en muchas ocasiones, no presentan síntomas iniciales.
Un complejo panorama para la salud pública del país es el que revela la cuarta Encuesta Nacional de Calidad de Vida y Salud, cuyas cifras confirman una doble tendencia negativa en el bienestar de los chilenos. El dato más contundente indica que el 51,2% de la población es físicamente inactiva, mientras que, en paralelo, la salud emocional ha sufrido un importante retroceso. Una de las métricas más elocuentes de este deterioro es el aumento de la sensación de soledad, que pasó de un 7,6% a un 11,5%.
En análisis de estos resultados, la doctora María José Undurraga, jefa clínica del programa Alemana Integral, señaló que si bien los datos llaman la atención, "no es algo que sorprenda porque es algo que uno ve frecuentemente en la consulta". La especialista advirtió que "lamentablemente el ser sedentario aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, tanto físicas como de salud mental", por lo que esta información debe servir para poner más atención a la situación país y reforzar las recomendaciones a los pacientes.
Consultada sobre las causas del sedentarismo, la doctora Undurraga explicó que, según la propia encuesta, parte de la población percibe que hay "pocos lugares para poder hacer actividad física" o que los espacios al aire libre son "menos seguros", una problemática que se acentúa en niveles socioeconómicos más bajos. A esto se suma, especialmente en zonas urbanas, la alta dependencia de medios de transporte motorizados como "micros, el metro, del auto para poder movernos", dificultando la opción de caminar o usar bicicleta.
En el ámbito de la salud mental, el retroceso es multifactorial y no se explica únicamente por el sedentarismo. La especialista indicó que "desde la pandemia la salud mental ha ido empeorando" y que los datos destacan que las mujeres y los adultos mayores son los grupos donde más disminuye el bienestar emocional. Frente a esto, enfatizó la importancia de normalizar las enfermedades de salud mental y "pedir ayuda, igual que si tengo hipertensión, si tengo diabetes", combatiendo el estigma que muchas veces impide a los pacientes buscar tratamiento.
Finalmente, la doctora Undurraga recomendó que, más allá de las metas de ejercicio estructurado, la clave es "tratar de ser más activos en nuestro día a día". Acciones simples como preferir las escaleras, caminar trayectos cortos o moverse durante la jornada laboral pueden generar un cambio significativo. "Hacer un poquitito es mejor que no hacer nada", concluyó, relevando también la importancia de los chequeos médicos preventivos para diagnosticar a tiempo enfermedades crónicas que, en muchas ocasiones, no presentan síntomas iniciales.
Fuente información: Rocío Gambra