La crisis de pánico se dispara en Chile

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Un reciente estudio de la Cámara Chilena de la Construcción reveló que 1,7 millones de hogares se sienten inseguros en sus barrios, lo que, según el psicólogo clínico Franco Lotito, se relaciona directamente con el aumento de la angustia, el pánico y la ansiedad en la población. La Organización Mundial de la Salud estima que el 30% de las personas a nivel global experimentará un ataque de pánico en algún momento de su vida. El experto detalla los síntomas, las causas y la forma de enfrentar este trastorno.

La percepción de inseguridad ciudadana en Chile ha alcanzado cifras alarmantes, lo que se ha convertido en un factor de riesgo para la salud mental de la población, según el psicólogo clínico Franco Lotito. En una entrevista con el medio digital Paislobo Prensa, el experto abordó el fenómeno de las crisis de pánico y su relación con la "enfermedad del miedo" que, a su juicio, afecta al país.

Lotito se refirió a un estudio realizado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) en junio de 2025, el cual indica que “alrededor de 1,7 millones de hogares de las principales ciudades del país se sienten inseguros o muy inseguros en sus barrios”. Esta situación, explicó, genera en las personas sentimientos recurrentes de miedo, rabia, frustración, impotencia y “conduce a las personas a experimentar altos niveles de angustia, ansiedad, temor, pánico, etcétera, etcétera”.

Según el especialista, un ataque de pánico es un “trastorno que implica sufrir episodios repentinos de miedo intenso que se acompañan de síntomas físicos y psicológicos. Estos síntomas, que pueden ser confundidos con un infarto, incluyen: taquicardia, sudoración profusa, temblores, mareos, gran dificultad para respirar y opresión en el pecho. Lotito señaló que en el momento más álgido de la crisis, la persona puede llegar a pensar que “su muerte es inminente”.

El psicólogo sostuvo que las causas de estos ataques son multifactoriales. Entre los factores que contribuyen a su aumento, mencionó la predisposición genética, experiencias traumáticas como accidentes o abusos, el estrés crónico por problemas laborales o familiares, y los cambios en el funcionamiento cerebral. El experto también destacó que el encierro forzado por la pandemia de COVID-19 elevó las cifras de ansiedad y depresión, trayendo consigo secuelas que aún no han sido superadas.

Además de la inseguridad y los sucesos traumáticos, Lotito identificó la soledad como un problema significativo en la juventud, indicando que un 20% de la población joven se siente aislada. En este contexto, el profesional subrayó la importancia de buscar ayuda profesional, señalando que estos trastornos son tratables. Finalmente, Lotito citó a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que “alrededor del 30% de la población mundial ha sufrido, o va a sufrir en algún minuto, un ataque de pánico”.




Fuente información: Rocío Gambra

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