Apoderados de Escuela García Hurtado protestan por fusión de cursos
El Centro General de Padres y Apoderados de la Escuela García Hurtado de Mendoza, en Osorno, se manifestó durante la mañana de este viernes en las afueras del establecimiento en rechazo a la decisión del DAEM de fusionar varios cursos para el próximo año. La comunidad escolar acusa que la medida afectará gravemente el apoyo a estudiantes con necesidades educativas especiales, que la infraestructura es insuficiente para albergar a casi 40 alumnos por sala y que se romperán comunidades de curso con hasta diez años de convivencia. Advierten que si no hay diálogo y una solución concreta, escalarán la movilización hasta la municipalidad la próxima semana.
“Queremos diálogo, queremos que ellos entiendan cuál es nuestro punto de vista”. Con estas palabras, Jazmín Velázquez, presidenta del Centro General de Padres de la Escuela García Hurtado, resumió el sentir de la comunidad escolar que esta mañana de viernes se manifestó durante el recreo para expresar su profundo descontento con la decisión de la Dirección de Administración de Educación Municipal (DAEM) de fusionar varios niveles educativos. La medida afectaría a los cursos de prekínder con kínder, además de los niveles de tercero, sexto y séptimo básico.
La principal preocupación de los apoderados radica en la drástica reducción del apoyo a los estudiantes del Programa de Integración Escolar (PIE). Velázquez explicó que actualmente cada curso cuenta con cinco cupos PIE (dos permanentes y tres transitorios) para atender a alumnos con Trastorno del Espectro Autista (TEA) o trastornos del lenguaje. Sin embargo, la realidad es que en cada sala hay más de diez alumnos que requieren este tipo de apoyo. Al fusionar los cursos, el número de cupos PIE por sala se mantendrá en cinco, pero para un universo de alumnos mucho mayor, lo que, según la dirigenta, significará que “prácticamente el cuarenta por ciento de los niños que requieren apoyo en el programa PIE no lo van a tener”.
Otro punto crítico es la infraestructura del establecimiento. Los apoderados no logran comprender cómo se podrá albergar a 38 niños en salas donde actualmente ya están “apretados” con 21 mesas. Temen que el hacinamiento impida que los estudiantes logren aprender y tomar atención adecuadamente.
A esto se suma el impacto socioemocional, especialmente en los séptimos básicos, que el próximo año cursarán su último año en la escuela. “Llevan diez años ellos viviendo en comunidad como curso”, señaló Velázquez, criticando que se les quiera incorporar de improviso a 17 niños nuevos, rompiendo rutinas y lazos de afinidad que son cruciales para todos los estudiantes, pero en particular para aquellos con autismo no verbal.
La comunidad escolar asegura no cerrarse al diálogo y exige una mesa de trabajo con el DAEM para llegar a un acuerdo y establecer “condiciones mínimas para que esto se haga bien”. Sostienen que sus hijos no tienen por qué “pagar las consecuencias por la mala administración” municipal.
Los apoderados tienen un plan de acción definido. Esperan plantear el tema en el Consejo Escolar programado para este lunes a las 10:00 horas. De no encontrar una respuesta favorable, Velázquez fue enfática en señalar el siguiente paso: “el martes ya vamos a dirigirnos directamente a la municipalidad con apoderados, con alumnos, con todo, para mostrar nuestro descontento allá. No nos vamos a quedar tranquilos hasta que realmente tengamos una solución concreta de esto”.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
“Queremos diálogo, queremos que ellos entiendan cuál es nuestro punto de vista”. Con estas palabras, Jazmín Velázquez, presidenta del Centro General de Padres de la Escuela García Hurtado, resumió el sentir de la comunidad escolar que esta mañana de viernes se manifestó durante el recreo para expresar su profundo descontento con la decisión de la Dirección de Administración de Educación Municipal (DAEM) de fusionar varios niveles educativos. La medida afectaría a los cursos de prekínder con kínder, además de los niveles de tercero, sexto y séptimo básico.
La principal preocupación de los apoderados radica en la drástica reducción del apoyo a los estudiantes del Programa de Integración Escolar (PIE). Velázquez explicó que actualmente cada curso cuenta con cinco cupos PIE (dos permanentes y tres transitorios) para atender a alumnos con Trastorno del Espectro Autista (TEA) o trastornos del lenguaje. Sin embargo, la realidad es que en cada sala hay más de diez alumnos que requieren este tipo de apoyo. Al fusionar los cursos, el número de cupos PIE por sala se mantendrá en cinco, pero para un universo de alumnos mucho mayor, lo que, según la dirigenta, significará que “prácticamente el cuarenta por ciento de los niños que requieren apoyo en el programa PIE no lo van a tener”.
Otro punto crítico es la infraestructura del establecimiento. Los apoderados no logran comprender cómo se podrá albergar a 38 niños en salas donde actualmente ya están “apretados” con 21 mesas. Temen que el hacinamiento impida que los estudiantes logren aprender y tomar atención adecuadamente.
A esto se suma el impacto socioemocional, especialmente en los séptimos básicos, que el próximo año cursarán su último año en la escuela. “Llevan diez años ellos viviendo en comunidad como curso”, señaló Velázquez, criticando que se les quiera incorporar de improviso a 17 niños nuevos, rompiendo rutinas y lazos de afinidad que son cruciales para todos los estudiantes, pero en particular para aquellos con autismo no verbal.
La comunidad escolar asegura no cerrarse al diálogo y exige una mesa de trabajo con el DAEM para llegar a un acuerdo y establecer “condiciones mínimas para que esto se haga bien”. Sostienen que sus hijos no tienen por qué “pagar las consecuencias por la mala administración” municipal.
Los apoderados tienen un plan de acción definido. Esperan plantear el tema en el Consejo Escolar programado para este lunes a las 10:00 horas. De no encontrar una respuesta favorable, Velázquez fue enfática en señalar el siguiente paso: “el martes ya vamos a dirigirnos directamente a la municipalidad con apoderados, con alumnos, con todo, para mostrar nuestro descontento allá. No nos vamos a quedar tranquilos hasta que realmente tengamos una solución concreta de esto”.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó