Pareja de adultos mayores espera desde 2004 por un acceso digno a su vivienda
En plena sesión del Concejo Municipal de Osorno, la concejala Natalie Guissen denunció la precaria situación de un matrimonio de adultos mayores con severos problemas de movilidad, residentes de Villa Lololhue. La pareja, que solicitó ayuda por primera vez en 2004 para obtener accesibilidad universal en su hogar, recibió una obra deficiente e incompleta. A pesar de reiterar la petición en febrero y septiembre de 2025, aún esperan una solución definitiva por parte del municipio.
Una dramática situación de vulnerabilidad y burocracia fue expuesta en el más reciente Concejo Municipal de Osorno por la concejala Natalie Guissen, quien visibilizó el caso de un matrimonio de la tercera edad residente en la Villa Lololhue. La pareja ha luchado por más de dos décadas para conseguir un acceso seguro y adecuado a su propio domicilio.
Los antecedentes del caso se remontan al año 2004, cuando la familia realizó un primer requerimiento de apoyo social a la municipalidad. La solicitud fue aceptada y se instruyó al departamento correspondiente para que se brindara la ayuda. Sin embargo, la solución implementada resultó ser deficiente. Se construyó un acceso que, según detalló la edil, no cumple con los estándares mínimos de seguridad, provocando que la silla de ruedas de uno de los afectados se caiga en un tramo de la estructura. Además, existe un espacio vacío entre la calle y la vivienda, lo que obliga a los cuidadores a realizar un "doble esfuerzo" para sortear el obstáculo.
La situación de salud de ambos es compleja y agrava la urgencia del problema. El hombre utiliza silla de ruedas y presenta una demencia asociada al Parkinson, mientras que su esposa, quien es su principal cuidadora, padece una enfermedad neurodegenerativa correspondiente a una atrofia muscular.
Ante la falta de soluciones efectivas, la familia volvió a solicitar formalmente la intervención municipal en febrero de 2025, pero de acuerdo a la concejala, "no hubo respuesta por parte de esta administración". Una tercera solicitud fue ingresada el pasado 4 de septiembre.
"Es una situación de precariedad importante de salud, de vulnerabilidad, pensando en las condiciones de salud pero también en la edad, y que además tenga que ser solicitado en tres ocasiones a una institución que debiese garantizar los derechos de estas personas", manifestó Guissen en el concejo. La autoridad calificó el entramado como "un poco de burocracia" y enfatizó la necesidad de agotar todas las instancias para entregar el apoyo que la pareja requiere.
Como respuesta a la exposición, el alcalde instruyó a la concejala reportar los datos específicos del matrimonio, incluyendo su dirección, con el compromiso de que se pueda efectuar a la brevedad la labor que están solicitando para mejorar su calidad de vida.
Una dramática situación de vulnerabilidad y burocracia fue expuesta en el más reciente Concejo Municipal de Osorno por la concejala Natalie Guissen, quien visibilizó el caso de un matrimonio de la tercera edad residente en la Villa Lololhue. La pareja ha luchado por más de dos décadas para conseguir un acceso seguro y adecuado a su propio domicilio.
Los antecedentes del caso se remontan al año 2004, cuando la familia realizó un primer requerimiento de apoyo social a la municipalidad. La solicitud fue aceptada y se instruyó al departamento correspondiente para que se brindara la ayuda. Sin embargo, la solución implementada resultó ser deficiente. Se construyó un acceso que, según detalló la edil, no cumple con los estándares mínimos de seguridad, provocando que la silla de ruedas de uno de los afectados se caiga en un tramo de la estructura. Además, existe un espacio vacío entre la calle y la vivienda, lo que obliga a los cuidadores a realizar un "doble esfuerzo" para sortear el obstáculo.
La situación de salud de ambos es compleja y agrava la urgencia del problema. El hombre utiliza silla de ruedas y presenta una demencia asociada al Parkinson, mientras que su esposa, quien es su principal cuidadora, padece una enfermedad neurodegenerativa correspondiente a una atrofia muscular.
Ante la falta de soluciones efectivas, la familia volvió a solicitar formalmente la intervención municipal en febrero de 2025, pero de acuerdo a la concejala, "no hubo respuesta por parte de esta administración". Una tercera solicitud fue ingresada el pasado 4 de septiembre.
"Es una situación de precariedad importante de salud, de vulnerabilidad, pensando en las condiciones de salud pero también en la edad, y que además tenga que ser solicitado en tres ocasiones a una institución que debiese garantizar los derechos de estas personas", manifestó Guissen en el concejo. La autoridad calificó el entramado como "un poco de burocracia" y enfatizó la necesidad de agotar todas las instancias para entregar el apoyo que la pareja requiere.
Como respuesta a la exposición, el alcalde instruyó a la concejala reportar los datos específicos del matrimonio, incluyendo su dirección, con el compromiso de que se pueda efectuar a la brevedad la labor que están solicitando para mejorar su calidad de vida.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
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