Hay que acostumbrarse a vivir con costos más caros
Fuente: Patricia Ferreira.
Prodecano de la Facultad de Cs. Económicas y Administrativas y profesor en Ingeniería Comercial y en el MBA UACh, Víctor Jacques, hizo un interesante análisis y entregó algunas recomendaciones para sobrellevar los vaivenes del mercado.
El Prof. Jacques señala que “la crisis del petróleo no es la primera ni la última. Hay una tendencia a vivir con un petróleo caro porque somos dependientes y porque es un mercado concentrado muy sensible a las turbulencias políticas junto con poseer ruido especulativo”.
Por fortuna -dice- nuestro país se encuentra en una buena posición al contar con un alto precio del cobre, entrada de capitales, óptimo comportamiento de las exportaciones, un tipo de cambio barato y un bajo efecto sobre la balanza de pagos -cuenta que lleva el Banco Central en la que se registran las transacciones del país con el exterior en un periodo-. Sostiene que el mundo crecerá impulsado por las economías emergentes (China, India y Brasil).
En ese contexto se espera que nuestro país tenga un crecimiento bastante bueno. Sin embargo, lo que está sucediendo en Japón podría generar cierto clima de incertidumbre y desaceleración en el mercado mundial.
Para los que necesitan ahorrar
· Acostumbrarse a vivir con costos más caros.
· Tomar medidas para racionalizar, en lo posible, el consumo de petróleo y sus derivados.
· Organizarse mejor si desea defender su nivel de ingresos.
· Considerar el teletrabajo y jornadas de trabajo que disminuyan gastos en traslado.
· Liberarse de prejuicios para ser capaz de cambiar hábitos (uso de bicicleta, caminar). Para ello es necesario contar con ciudades más amigables como en Europa.
· Informarse adecuadamente para elegir la alternativa más conveniente.
· Considerar que no siempre somos racionales en nuestro consumo. La neuroeconomía ha concluido que en muchos casos reaccionamos en forma impulsiva y emotiva.
· Endeudarse lo menos posible y no subestimar los sacrificios futuros.
Para los que pueden invertir
· Optar por actividades que tienen expectativa de crecimiento, de ingreso y de estabilidad futura.
· Diversificar para minimizar el riesgo. Dicho de modo, “poner los huevos en diferentes canastas”.
· Suavizar sus corrientes de gastos a lo largo de toda su vida. Esto con el objeto de ahorrar para la vejez con instrumentos como el APV.
Prodecano de la Facultad de Cs. Económicas y Administrativas y profesor en Ingeniería Comercial y en el MBA UACh, Víctor Jacques, hizo un interesante análisis y entregó algunas recomendaciones para sobrellevar los vaivenes del mercado.
El Prof. Jacques señala que “la crisis del petróleo no es la primera ni la última. Hay una tendencia a vivir con un petróleo caro porque somos dependientes y porque es un mercado concentrado muy sensible a las turbulencias políticas junto con poseer ruido especulativo”.
Por fortuna -dice- nuestro país se encuentra en una buena posición al contar con un alto precio del cobre, entrada de capitales, óptimo comportamiento de las exportaciones, un tipo de cambio barato y un bajo efecto sobre la balanza de pagos -cuenta que lleva el Banco Central en la que se registran las transacciones del país con el exterior en un periodo-. Sostiene que el mundo crecerá impulsado por las economías emergentes (China, India y Brasil).
En ese contexto se espera que nuestro país tenga un crecimiento bastante bueno. Sin embargo, lo que está sucediendo en Japón podría generar cierto clima de incertidumbre y desaceleración en el mercado mundial.
Para los que necesitan ahorrar
· Acostumbrarse a vivir con costos más caros.
· Tomar medidas para racionalizar, en lo posible, el consumo de petróleo y sus derivados.
· Organizarse mejor si desea defender su nivel de ingresos.
· Considerar el teletrabajo y jornadas de trabajo que disminuyan gastos en traslado.
· Liberarse de prejuicios para ser capaz de cambiar hábitos (uso de bicicleta, caminar). Para ello es necesario contar con ciudades más amigables como en Europa.
· Informarse adecuadamente para elegir la alternativa más conveniente.
· Considerar que no siempre somos racionales en nuestro consumo. La neuroeconomía ha concluido que en muchos casos reaccionamos en forma impulsiva y emotiva.
· Endeudarse lo menos posible y no subestimar los sacrificios futuros.
Para los que pueden invertir
· Optar por actividades que tienen expectativa de crecimiento, de ingreso y de estabilidad futura.
· Diversificar para minimizar el riesgo. Dicho de modo, “poner los huevos en diferentes canastas”.
· Suavizar sus corrientes de gastos a lo largo de toda su vida. Esto con el objeto de ahorrar para la vejez con instrumentos como el APV.