Ética y Persona
Dr. Fernando Oyarzún, siquiatra y Profesor Emérito de la UACh.
El tema de la humanización, de la personalización y del respeto de los fundamentos y la relación con el otro, atraviesa hoy día por una crisis. El sentido básico de la ética es constituir un puente que permita mejorar las situaciones interhumanas, de diálogo de las personas. Observamos que tienden a predominar la acción de personajes ideologizados, individualistas, egocéntricos, dueños de actitudes desconfiadas, lo opuesto a la relación personal ética, la que es amistosa, solidaria, gratuita, de generosa entrega. Cabría hacer notar que lo esencial de la vocación médica, como asimismo de la vocación docente, es estar inclinado a dar, a darse en una entrega que representa un acto ético.
Lo personal y lo ético son una dimensión concreta del ser humano. Actualmente se procura, también, no caer en posturas demasiado abstractas, desconectadas de la realidad, de lo concretamente dado y vivido. Yo he intentado contribuir en esta dirección con mi idea de la persona ética, título de mi último libro.
Me di cuenta que era importante vincular lo humano, lo personal a lo ético concreto. En cierto modo, lo moral es más abstracto; se encuentra situado en un nivel más sociológico. Lo ético, en cambio, lo ubicamos en un ámbito psico-antropológico, interpersonal.
El objetivo acaso central de nuestra orientación es considerar y cultivar la idea de la persona integral, por encima del temperamento, del carácter, de tipos de personalidad, de suyo importantes de ser incluidos. Desde un comienzo pretendimos que la idea de la persona fuera un punto de referencia fundamental en la formación de estudiantes futuros profesionales del área de la salud.
Lo personal y lo ético se interrelacionan de manera especial en la psiquiatría. Los pacientes psiquiátricos, junto con adolecer de predisposiciones genéticas, que los hacen vulnerables en mayor o menor medida, muestran alteraciones en sus desarrollos biográficos. En las historia personales de estos enfermos observamos falencias de relaciones humanas satisfactorias, personalizadoras, y presencia de relaciones conflictivas, traumáticas muchas veces, despersonalizadoras, en que se ha lesionado el fundamento ético de la convivencia.
Basándonos en lo anteriormente desarrollado, fuimos considerando cada vez más decididamente la relación humana normal, la adecuada experiencia del otro personal, como fuente de personalización y de creación en los estudiantes de una actitud ética adecuada, surgiendo una satisfactoria convivencia personal ética. Ello arrojando luces en el ejercicio profesional y extendiéndose a toda convivencia significativa.
Frase destacada: “La base fundamental de la ética es llegar a constituir un punto que ayude a mejorar el contacto interhumano, el adecuado diálogo entre las personas y entre las colectividades”
El tema de la humanización, de la personalización y del respeto de los fundamentos y la relación con el otro, atraviesa hoy día por una crisis. El sentido básico de la ética es constituir un puente que permita mejorar las situaciones interhumanas, de diálogo de las personas. Observamos que tienden a predominar la acción de personajes ideologizados, individualistas, egocéntricos, dueños de actitudes desconfiadas, lo opuesto a la relación personal ética, la que es amistosa, solidaria, gratuita, de generosa entrega. Cabría hacer notar que lo esencial de la vocación médica, como asimismo de la vocación docente, es estar inclinado a dar, a darse en una entrega que representa un acto ético.
Lo personal y lo ético son una dimensión concreta del ser humano. Actualmente se procura, también, no caer en posturas demasiado abstractas, desconectadas de la realidad, de lo concretamente dado y vivido. Yo he intentado contribuir en esta dirección con mi idea de la persona ética, título de mi último libro.
Me di cuenta que era importante vincular lo humano, lo personal a lo ético concreto. En cierto modo, lo moral es más abstracto; se encuentra situado en un nivel más sociológico. Lo ético, en cambio, lo ubicamos en un ámbito psico-antropológico, interpersonal.
El objetivo acaso central de nuestra orientación es considerar y cultivar la idea de la persona integral, por encima del temperamento, del carácter, de tipos de personalidad, de suyo importantes de ser incluidos. Desde un comienzo pretendimos que la idea de la persona fuera un punto de referencia fundamental en la formación de estudiantes futuros profesionales del área de la salud.
Lo personal y lo ético se interrelacionan de manera especial en la psiquiatría. Los pacientes psiquiátricos, junto con adolecer de predisposiciones genéticas, que los hacen vulnerables en mayor o menor medida, muestran alteraciones en sus desarrollos biográficos. En las historia personales de estos enfermos observamos falencias de relaciones humanas satisfactorias, personalizadoras, y presencia de relaciones conflictivas, traumáticas muchas veces, despersonalizadoras, en que se ha lesionado el fundamento ético de la convivencia.
Basándonos en lo anteriormente desarrollado, fuimos considerando cada vez más decididamente la relación humana normal, la adecuada experiencia del otro personal, como fuente de personalización y de creación en los estudiantes de una actitud ética adecuada, surgiendo una satisfactoria convivencia personal ética. Ello arrojando luces en el ejercicio profesional y extendiéndose a toda convivencia significativa.
Frase destacada: “La base fundamental de la ética es llegar a constituir un punto que ayude a mejorar el contacto interhumano, el adecuado diálogo entre las personas y entre las colectividades”