¿Brote de Boca-Mano-Pie?: Conozca los Síntomas, Vías de Contagio y Medidas de Prevención

Una común y altamente contagiosa infección viral, conocida como Enfermedad Boca-Mano-Pie (EBMP), está generando preocupación entre las autoridades sanitarias y padres, afectando predominantemente a bebés y niños menores de 5 a 7 años. Caracterizada por la aparición de fiebre, úlceras dolorosas en la boca y una erupción cutánea distintiva en manos, pies y, a menudo, glúteos, esta enfermedad se propaga con facilidad en entornos como Jardines Infantiles y Colegios, especialmente durante los meses de verano y principios de otoño en climas templados. Aunque usualmente es leve, ciertas variantes del virus pueden conllevar complicaciones, lo que subraya la importancia de la prevención y el conocimiento informado.

La Enfermedad Boca-Mano-Pie (EBMP), una afección viral frecuente en la infancia, ha vuelto a encender las alertas en diversas comunidades a nivel nacional, instando a los profesionales de la salud y a los padres a reforzar las medidas de higiene y prevención. Se trata de una infección causada por un grupo de enterovirus, siendo los más comunes el Coxsackievirus A16 y el Enterovirus 71 (EV-A71).  Es crucial destacar que esta enfermedad es completamente distinta de la fiebre aftosa que afecta al ganado, por lo que no existe riesgo de transmisión entre humanos y animales de granja. 

La EBMP afecta principalmente a lactantes y niños en edad preescolar, siendo el grupo de menores de 5 a 7 años el más susceptible, con un alto porcentaje de casos, cercano al 80%, ocurriendo en niños de 1 a 5 años.  Los entornos de cuidado infantil, como salas cuna, jardines infantiles y colegios, son focos particulares de propagación debido al contacto cercano y frecuente entre los menores.  Aunque menos común, los niños mayores, adolescentes e incluso adultos también pueden contraer la enfermedad, presentando a menudo síntomas más leves o siendo portadores asintomáticos capaces de transmitir el virus. 

Síntomas Característicos y Evolución

Tras un periodo de incubación que usualmente varía entre 3 y 6 días después de la exposición al virus, la EBMP suele comenzar con una fase prodrómica que incluye fiebre (frecuentemente el primer síntoma), dolor de garganta, malestar general, pérdida de apetito e irritabilidad, especialmente en los más pequeños. 

Posteriormente, entre 1 y 2 días después del inicio de la fiebre, aparecen las dolorosas úlceras o llagas en la cavidad oral, localizadas típicamente en la lengua, encías, cara interna de las mejillas y, a veces, en la parte posterior de la boca. Estas lesiones comienzan como pequeñas manchas rojas que evolucionan a vesículas y luego a úlceras, dificultando la ingesta de alimentos y líquidos. 

Casi simultáneamente, o poco después de las lesiones orales, se desarrolla la erupción cutánea característica (exantema) en las palmas de las manos y las plantas de los pies.  Esta erupción, que consiste en manchas rojas planas o ligeramente elevadas que pueden evolucionar a pequeñas vesículas ovaladas, también puede aparecer en glúteos y, con menor frecuencia, en brazos y piernas. Una particularidad importante es que, por lo general, esta erupción no causa picor o este es mínimo, a diferencia de otras enfermedades como la varicela. En la mayoría de los casos, los síntomas se resuelven completamente en un plazo de 7 a 10 días. 

Vías de Transmisión y Periodo de Contagio

La alta transmisibilidad de la EBMP se debe a que el virus se propaga de persona a persona a través de diversas vías: contacto con secreciones de nariz y garganta (saliva, mucosidad, gotitas al toser o estornudar), contacto directo con el líquido de las ampollas, por la ruta fecal-oral (especialmente relevante durante el cambio de pañales o por manos mal lavadas después de ir al baño) y mediante el contacto con objetos y superficies contaminadas (fómites) como juguetes o pomos de puertas. 

Las personas infectadas son más contagiosas durante la primera semana de la enfermedad. No obstante, el virus puede continuar excretándose, principalmente a través de las heces, durante días o incluso semanas después de que los síntomas hayan desaparecido, lo que complica el control de los brotes. Además, individuos asintomáticos también pueden diseminar el virus. 

Diagnóstico, Manejo y Cuándo Consultar al Médico

El diagnóstico de la EBMP es predominantemente clínico, basado en la edad del paciente, la historia de los síntomas y el examen físico que revela las lesiones características. Generalmente no se requieren pruebas de laboratorio para casos leves y típicos.
No existe un tratamiento antiviral específico para la EBMP; los antibióticos no son efectivos.  El manejo se centra en el alivio de los síntomas:
  • Control de fiebre y dolor: Se recomienda el uso de paracetamol o ibuprofeno, siguiendo las dosis pediátricas indicadas.  Nunca se debe administrar aspirina a niños con infecciones virales por el riesgo de síndrome de Reye. 
  • Hidratación: Es fundamental ofrecer líquidos fríos o a temperatura ambiente con frecuencia (agua, soluciones de rehidratación oral si es necesario) para prevenir la deshidratación, especialmente si las llagas bucales dificultan tragar. 
  • Alimentación: Optar por alimentos blandos y fáciles de tragar, evitando productos ácidos, picantes o muy calientes que puedan irritar las úlceras orales. 
  • Cuidado de lesiones: Mantener la piel limpia y seca. No reventar las ampollas.
Se debe consultar al médico si el niño es menor de 6 meses, tiene un sistema inmunitario debilitado, presenta signos de deshidratación (boca seca, llanto sin lágrimas, disminución de orina), la fiebre es alta o persiste más de 3 días, los síntomas son muy graves o no mejoran después de 7-10 días, o si aparecen signos de complicaciones neurológicas (dolor de cabeza intenso, rigidez de nuca, somnolencia excesiva, convulsiones). 

Prevención: La Herramienta Más Eficaz

La prevención es clave y se basa en medidas de higiene rigurosas:
  • Lavado frecuente de manos: Con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de ir al baño, cambiar pañales, antes de comer y después de toser o estornudar. Si no hay agua y jabón, usar un desinfectante de manos a base de alcohol (mínimo 60%). 
  • Higiene respiratoria: Enseñar a los niños a cubrirse la boca y nariz al toser o estornudar.
  • Evitar tocarse la cara: Ojos, nariz y boca con manos sin lavar.
  • Limpieza y desinfección: Limpiar y desinfectar regularmente superficies de alto contacto (juguetes, pomos, mesas). 
  • Aislamiento: Los niños con EBMP deben permanecer en casa, sin asistir a Jardines Infantiles o Colegios hasta que la fiebre desaparezca, las llagas bucales hayan sanado y se sientan bien, siguiendo las directrices de las autoridades sanitarias locales (algunas indican que las ampollas deben haberse secado).  Es crucial informar al establecimiento educativo. 
  • Evitar contacto cercano: No compartir utensilios, vasos o toallas con personas enfermas. 
Aunque en China se ha desarrollado una vacuna monovalente contra el EV-A71, esta no está ampliamente disponible en la mayoría de los países y no protege contra otros serotipos causantes de EBMP. 

Complicaciones Potenciales

Si bien la mayoría de los casos son leves, la deshidratación es la complicación más común debido a las llagas bucales dolorosas.  Otras complicaciones raras incluyen la pérdida de uñas de manos o pies (onicomadesis) semanas después de la infección y la meningitis viral (aséptica). Las complicaciones extremadamente raras, pero graves, asociadas principalmente al EV-A71, son la encefalitis (inflamación del cerebro), parálisis flácida aguda, miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y edema pulmonar neurogénico. 

La Enfermedad Boca-Mano-Pie es una condición endémica y, aunque generalmente benigna, su alta capacidad de contagio y el potencial de complicaciones asociadas a ciertas cepas virales justifican una vigilancia epidemiológica constante. Las autoridades sanitarias enfatizan la importancia de que padres, cuidadores y personal de establecimientos educacionales mantengan y refuercen las medidas de higiene personal y ambiental como principal barrera contra la propagación del virus. La detección temprana de síntomas y la consulta médica oportuna ante signos de alarma son cruciales para un manejo adecuado y para prevenir complicaciones. A largo plazo, la investigación continúa enfocada en el desarrollo de vacunas multivalentes que puedan ofrecer una protección más amplia contra los diversos enterovirus responsables de esta común afección infantil. 

4. Para entender mejor

  • EBMP (Enfermedad Boca-Mano-Pie): Infección viral común y contagiosa, principalmente en niños, caracterizada por úlceras orales y erupción en manos y pies. 
  • Enterovirus: Género de virus ARN, que incluye los Coxsackievirus y el Enterovirus 71, causantes de la EBMP.
  • Coxsackievirus: Tipo de enterovirus. El Coxsackievirus A16 (CV-A16) es una causa común de EBMP leve.  El Coxsackievirus A6 (CV-A6) puede causar formas más atípicas o severas.
  • EV-A71 (Enterovirus 71): Serotipo de enterovirus asociado a brotes de EBMP de mayor gravedad y con riesgo de complicaciones neurológicas serias. 
  • Exantema: Erupción cutánea generalizada, característica de varias enfermedades infecciosas. En la EBMP, aparece típicamente en manos, pies y glúteos. 
  • Fómites: Objetos inanimados (juguetes, manillas de puertas) que pueden contaminarse con gérmenes y transmitir infecciones al ser tocados.
  • Onicomadesis: Desprendimiento de las uñas de manos o pies, una complicación rara que puede ocurrir semanas después de la EBMP. 
  • RT-PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa con Transcriptasa Inversa): Técnica de laboratorio utilizada para detectar material genético viral (ARN) en muestras, útil para confirmar la infección en casos graves o atípicos de EBMP. 

Fuente información: Agencia MI
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