Día mundial del mundo Asperger
Fernando Jorquera - www.yoaprendo.cl
Este sábado, se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Asperger, un trastorno severo del desarrollo encuadrado dentro del espectro autista que afecta a muchos niños y niñas chilenos, sin que por ello sean incapacitados.
Este síndrome está considerado el de más alto rendimiento dentro del espectro autista, pero conlleva para quienes lo padecen dificultades en el procesamiento de la información que complican la relación con sus iguales.
Otros de los inconvenientes que presenta el síndrome son los problemas que presentan los afectados para empatizar y para comprender las normas, así como para afrontar los convencionalismos sociales.
Aunque su apariencia y aspecto físico son normales, y su inteligencia en algunos casos está por encima de la media, se les distingue por tener un estilo particular para aprender y por tener habilidades especiales en áreas restringidas.
El trastorno, definido por primera vez en 1944 por el psiquiatra y pediatra austriaco Hans Asperger, afecta en España a tres de cada mil niños, mientras que en otro países las cifras se elevan, como en Australia, donde son diagnosticados 1 de cada 100.
Para ayudar a las familias y a los pacientes del síndrome, los psicólogos especializados se centran fundamentalmente en el desarrollo de talleres de habilidades sociales, programas de atención a las familias, así como de inserción y orientación laboral.
Existen asociaciones en Chile que agrupan a los padres y buscan su reconocimiento como tales y apoyar a las familias que tienen hijos e hijas con este diagnostico que representa más bien un estado que una situación que pueda mejorarse Un testimonio
“Cuando mi hijo aprendió a hablar, lo hacía en un tono peculiar, pronunciaba mucho las “S” y utilizaba palabras elevadas para su edad. Habló en tercera persona hasta los 3 años. En sus primeros días en el jardín, luego de pintar o hacer un dibujo, los arrugaba. Hacía hileras con sus juguetes, una colección de animalitos de plástico, pero nada le gustaba más que los ventiladores y las aspiradoras. Sus intereses eran distintos, ya a los 5 años le gustaban más los atlas y la anatomía humana que los juguetes tradicionales. Memorizaba cualquier cosa con mucha facilidad y solía parecer brillante!...pero no lograba relacionarse con otros niños de su edad, los evadía, parecía no comprender bien las reglas, habitualmente resultaba mal educado y cuando entró al colegio permanecía siempre solo… Mi hijo es asperger y estoy orgullosa de él. Conocer su diagnóstico me mostró el camino para apoyarlo… difunde y ayuda a otros a informarse sobre el tema”.
Autor una mamá
Este sábado, se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Asperger, un trastorno severo del desarrollo encuadrado dentro del espectro autista que afecta a muchos niños y niñas chilenos, sin que por ello sean incapacitados.
Este síndrome está considerado el de más alto rendimiento dentro del espectro autista, pero conlleva para quienes lo padecen dificultades en el procesamiento de la información que complican la relación con sus iguales.
Otros de los inconvenientes que presenta el síndrome son los problemas que presentan los afectados para empatizar y para comprender las normas, así como para afrontar los convencionalismos sociales.
Aunque su apariencia y aspecto físico son normales, y su inteligencia en algunos casos está por encima de la media, se les distingue por tener un estilo particular para aprender y por tener habilidades especiales en áreas restringidas.
El trastorno, definido por primera vez en 1944 por el psiquiatra y pediatra austriaco Hans Asperger, afecta en España a tres de cada mil niños, mientras que en otro países las cifras se elevan, como en Australia, donde son diagnosticados 1 de cada 100.
Para ayudar a las familias y a los pacientes del síndrome, los psicólogos especializados se centran fundamentalmente en el desarrollo de talleres de habilidades sociales, programas de atención a las familias, así como de inserción y orientación laboral.
Existen asociaciones en Chile que agrupan a los padres y buscan su reconocimiento como tales y apoyar a las familias que tienen hijos e hijas con este diagnostico que representa más bien un estado que una situación que pueda mejorarse Un testimonio
“Cuando mi hijo aprendió a hablar, lo hacía en un tono peculiar, pronunciaba mucho las “S” y utilizaba palabras elevadas para su edad. Habló en tercera persona hasta los 3 años. En sus primeros días en el jardín, luego de pintar o hacer un dibujo, los arrugaba. Hacía hileras con sus juguetes, una colección de animalitos de plástico, pero nada le gustaba más que los ventiladores y las aspiradoras. Sus intereses eran distintos, ya a los 5 años le gustaban más los atlas y la anatomía humana que los juguetes tradicionales. Memorizaba cualquier cosa con mucha facilidad y solía parecer brillante!...pero no lograba relacionarse con otros niños de su edad, los evadía, parecía no comprender bien las reglas, habitualmente resultaba mal educado y cuando entró al colegio permanecía siempre solo… Mi hijo es asperger y estoy orgullosa de él. Conocer su diagnóstico me mostró el camino para apoyarlo… difunde y ayuda a otros a informarse sobre el tema”.
Autor una mamá