Sueldos Jibarizados deben mejorarse [opinión]
Por: Hugo Pérez White.
Tienen toda la razón los funcionarios públicos de la región de Aysén al reclamar constantemente ante las autoridades económicas del país que han manejado la hacienda pública durante todos los regímenes políticos por la indiferencia demostrada para crear las condiciones dignas para los sueldos de los trabajadores de la administración pública de la región y que con dichos emolumentos no alcanzan a solventar los gastos mínimos donde para moverse de la inercia habitual que produce el frío que paraliza todas las neuronas la mayor parte del año y donde pagar todos los insumos necesarios para vivir es una verdadera proeza, agregándole a estos gastos el alto costo de la leña, agua, luz, gas y parafina.
En resumen no hay sueldo que aguante tantas filtraciones y sin contar el costo de los arriendos, los productos farmacéuticos, pasajes aéreos intra y extra regional y si de gastos estamos hablando, extrapolamos diciendo que en estas condiciones está prohibido enfermarse.
Considerando estas variables la mayor parte de los habitantes de esta región deberían ser subsidiados por el Estado y una situación de esta naturaleza nadie la puede solventar y menos aún los empresarios privados por lo cual una de las soluciones más factibles a realizar para hacer una justicia medianamente aceptable es mejorar los sueldos en un porcentaje que permita equiparar los gastos mensuales que tiene una familia en Aysén.
Si bien es cierto que los funcionarios de instituciones públicas reciben el 105 % de asignación de zona, no todos tienen la misma suerte de recibir esta asignación por el total de los beneficios y que en la mayoría de los casos este aumento equivale sólo a un 25 % de sus planillas normales.
Muchos empleados dependientes de empresas privadas tienen que sobrevivir con el sueldo mínimo que la opinión pública sabe cómo se genera y para mejorar esta anómala situación nuevamente aparecen los subsidios para que los trabajadores recuperen el suplemento salarial que pudiera venir por esta vía.
Los empleados públicos que jubilan de sus trabajos habituales cumpliendo los años de servicio que las leyes del país le permiten, reciben un sueldo mensual tan disminuido que en estas condiciones es difícil adaptarse y donde el alto costo de la vida demostrado frecuentemente por los datos estadísticos y por el efecto comparativo que las dueñas de casa hacen cuando la televisión exhibe precios de los productos que las casas comerciales ofrecen al público y lo que pasa en Aysén, golpea fuertemente el presupuesto familiar lo que no les permite seguir usufructuando del nivel de vida que tenían cuando percibían sueldos con asignación de zona y en esas condiciones muchas personas han tomado la drástica decisión de irse a vivir a otras regiones donde las rentas de sus iguales son similares y en esas condiciones las distancias se minimizan y la pobreza no es tan notoria y una solución sería asimilar para los cálculo de jubilación hacerla incluyendo el porcentaje de zona que existe en Aysén y también en otras regiones del país.
Tienen toda la razón los funcionarios públicos de la región de Aysén al reclamar constantemente ante las autoridades económicas del país que han manejado la hacienda pública durante todos los regímenes políticos por la indiferencia demostrada para crear las condiciones dignas para los sueldos de los trabajadores de la administración pública de la región y que con dichos emolumentos no alcanzan a solventar los gastos mínimos donde para moverse de la inercia habitual que produce el frío que paraliza todas las neuronas la mayor parte del año y donde pagar todos los insumos necesarios para vivir es una verdadera proeza, agregándole a estos gastos el alto costo de la leña, agua, luz, gas y parafina.
En resumen no hay sueldo que aguante tantas filtraciones y sin contar el costo de los arriendos, los productos farmacéuticos, pasajes aéreos intra y extra regional y si de gastos estamos hablando, extrapolamos diciendo que en estas condiciones está prohibido enfermarse.
Considerando estas variables la mayor parte de los habitantes de esta región deberían ser subsidiados por el Estado y una situación de esta naturaleza nadie la puede solventar y menos aún los empresarios privados por lo cual una de las soluciones más factibles a realizar para hacer una justicia medianamente aceptable es mejorar los sueldos en un porcentaje que permita equiparar los gastos mensuales que tiene una familia en Aysén.
Si bien es cierto que los funcionarios de instituciones públicas reciben el 105 % de asignación de zona, no todos tienen la misma suerte de recibir esta asignación por el total de los beneficios y que en la mayoría de los casos este aumento equivale sólo a un 25 % de sus planillas normales.
Muchos empleados dependientes de empresas privadas tienen que sobrevivir con el sueldo mínimo que la opinión pública sabe cómo se genera y para mejorar esta anómala situación nuevamente aparecen los subsidios para que los trabajadores recuperen el suplemento salarial que pudiera venir por esta vía.
Los empleados públicos que jubilan de sus trabajos habituales cumpliendo los años de servicio que las leyes del país le permiten, reciben un sueldo mensual tan disminuido que en estas condiciones es difícil adaptarse y donde el alto costo de la vida demostrado frecuentemente por los datos estadísticos y por el efecto comparativo que las dueñas de casa hacen cuando la televisión exhibe precios de los productos que las casas comerciales ofrecen al público y lo que pasa en Aysén, golpea fuertemente el presupuesto familiar lo que no les permite seguir usufructuando del nivel de vida que tenían cuando percibían sueldos con asignación de zona y en esas condiciones muchas personas han tomado la drástica decisión de irse a vivir a otras regiones donde las rentas de sus iguales son similares y en esas condiciones las distancias se minimizan y la pobreza no es tan notoria y una solución sería asimilar para los cálculo de jubilación hacerla incluyendo el porcentaje de zona que existe en Aysén y también en otras regiones del país.