SOS mi hijo no tiene buenas notas

Katherine Dinamarca
Fonoaudióloga – Magíster
En Desarrollo Curricular y Proyectos Educativos
Docente de la carrera de fonoaudiología de la UNAB

Comenzaron las vacaciones de invierno y muchos papás están pensando en acudir al fonoaudiólogo con sus hijos. La mayoría de las veces lo hacen por sugerencia de los propios docentes, quienes sugieren buscar apoyo para mejorar el rendimiento académico de los menores.

Pero, ¿cuándo es recomendable consultar? ¿Qué podemos hacer en casa para evitar que nuestros hijos tengan malas notas?

En una primera instancia, se recomienda que los padres consulten si su hijo tiene 6 años y presenta dificultades en algún fonema o sus combinaciones como /RR/, /PL/, /BR/ etc., o en la realización de palabras largas como caperucita, panadería o dinosaurio, pues esto puede ser indicativo de dificultades lingüísticas que deben ser evaluadas por un Fonoaudiólogo. De no ser revisado a tiempo por un especialista, se puede impactar negativamente el proceso de aprendizaje de la lecto-escritura, contenido de aprendizaje crítico para el primer ciclo básico (1° y 2° año básico).

Se debe acudir al especialista si el niño presenta dificultades en el seguimiento de órdenes o instrucciones, pues puede influir significativamente en el aprendizaje de contenidos relacionados con lenguaje, matemáticas o ciencias.

Una evaluación e intervención a tiempo podría mejorar de manera significativa el rendimiento escolar de un niño, ya que permitiría detectar aquellas dificultades que están influyendo en su rendimiento escolar y tratarlas de manera oportuna.

También es importante recordar que todos los niños consiguen aprender y que cada uno lo realizará a su ritmo, por tanto, es importante respetar los tiempos de cada uno y evitar las comparaciones con hermanos, primos o amigos.

Participar de manera activa en el proceso de aprendizaje de nuestros hijos permitirá que ellos se motiven de manera espontánea y se sientan acompañados en este proceso. Para esto, se sugiere formar hábitos de estudio en la casa a través de acciones simples, como establecer un lugar adecuado y un horario para hacer tareas. Del mismo modo, es positivo incentivarles la lectura, que ésta sea un hábito permanente dentro de la dinámica familiar. También es importante fomentarles la responsabilidad, como por ejemplo, ordenándoles que preparen su mochila para el otro día.

Con estas simples acciones ayudamos a los niños a comprender que el aprendizaje es un trabajo en equipo, en donde él es el principal actor.

Por último, recordar que el lenguaje oral impacta en el lenguaje escrito, por lo tanto, el modelo lingüístico que usemos con los niños debe ser el adecuado. Lo más importante, frente a cualquier duda, es consultar al especialista.

Fuente: periodistasalud@unab.cl
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