ESSAL, nueva versión de la Caja de Pandora
El desastre vivido en Osorno, permite conocer más datos y protagonistas en donde la empresa ESSAL, se convirtió en principal responsable.
El Mostrador de este jueves, coloca en escena a Felipe Ibañez Scott, otro de los dueños de la empresa a los que hoy todos apuntan para que pague por su irresponsabilidad.
El error de un operario de la empresa ESSAL, que derivó en un desastre que conmocionó a toda la ciudad de Osorno, permitió abrir una caja que la mismísima Pandora se sorprendería por los males que han aflorado a la superficie, como un castigo terrenal más que divino. Además de los personajes que aparecieron en escena, a partir de ese desafortunado error, que completan un elenco estelar, al mejor estilo de una gran producción cinematográfica internacional, al menos desde la vista casi pueblerina de una ciudad, normalmente olvidada por los sectores de poder que dirigen desde de Santiago, los destinos de un país.
Así fueron apareciendo, desde el mismísimo Presidente Piñera, ministros y autoridades de distinto rango, hasta que dio la cara Guillermo Pickering, presidente de la empresa que provocó una de las peores crisis vividas en Osorno.
Como mencionaba, en la edición de este jueves, El Mostrador, coloca en escena a otro de los dueños de la empresa ESSAL, Felipe Ibáñez Scott, que todavía no ha hablado y que muy pocos conocían, hasta esta publicación, que permite ir armando un puzzle que día a día, es más grande de lo imaginado.
Voy a detallar algunos datos que describen esta breve biografía en donde los números son más importantes que letras.
Felipe Ibañez Scott es chileno, de 65 años, administrador y empresario, fundador de la Escuela del Arte Ecuestre de Chile, por ejemplo. Junto con su hermano Nicolás, eran dueños de la cadena Distribución y Servicio (D&S), hasta que la vendieron a Walmart por 4.000 millones de dólares. Para otro de sus negocios, del que estamos relatando, invirtió 88 millones de dólares por el 40,46% de la empresa ESSAL en 2012.
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Resolución Cámara de Diputados : "Caducar la concesión sanitaria a ESSAL"
https://www.paislobo.cl/2019/07/resolucion-camara-diputados-essal.html
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Por su parte el diario La Segunda, de 2014, publicó estos datos: “Felipe Ibáñez posee diversos vehículos de inversión, todos los cuales gestiona a través de su family office ‘Stars Investment’. Entre las sociedades que controla, tanto de manera individual como junto a sus hijos y señora (Heather Atkinson Young), están: Inversiones Burgos Fis, y las sociedades de rentas Neukelén, Lafken, Los Vientos, Longka y Stoked Investments. Se estima que Stars Investment gestiona activos por más de US$ 700 millones, entre ellos el 40,46% de la empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal). Además, es dueña del Haras Yeguada Nobleza del Parque, en Cautín”.
Datos que ayudan a conocer a este nuevo protagonista silente, hasta el momento, en esta historia.
Según consigna El Mostrador, la llegada de Ibáñez a ESSAL se produjo después de que la Corfo saliera del negocio sanitario en tiempos del Presidente Lagos. Ibáñez completó los 88 millones de dólares de inversión a un precio de 110 pesos por cada acción de ESSAL. Corfo salió de Aguas Andinas, Esval y Essbio. Pero en el caso de ESSAL, quedó con una participación casi simbólica, del 5%.
Todo esto agrega datos a los que ya conocíamos, pero que vamos a repetir como ayuda memoria. ESSAL está compuesta por Iberaguas (51%), sociedad controlada por Aguas Andinas e indirectamente por Agbar (Aguas Barcelona) y por la francesa Suez. El 40,46% está bajo el control de sociedad del empresario Felipe Ibáñez, otro 5% aún lo tiene la Corfo, un 2,51% está en manos directamente de Aguas Andinas, y un 1% lo tiene la Tesorería General de la República.
La Caja de Pandora ya se abrió y no por curiosidad, sino por negligencia y precariedad de una empresa cuyos protocolos no tuvieron en cuenta que eran un servicio público, que tiene el fin de satisfacer una necesidad básica del conjunto de la sociedad, como es el agua, que no pudimos disfrutar por más de 10 días y para algunos, que no son pocos, que no han podido tener confianza en tomarla, cuando abren los grifos en sus casas, lugares de trabajo, de estudio y mucho menos, en instituciones sanitarias.
Por Hugo Medrano
El Mostrador de este jueves, coloca en escena a Felipe Ibañez Scott, otro de los dueños de la empresa a los que hoy todos apuntan para que pague por su irresponsabilidad.
El error de un operario de la empresa ESSAL, que derivó en un desastre que conmocionó a toda la ciudad de Osorno, permitió abrir una caja que la mismísima Pandora se sorprendería por los males que han aflorado a la superficie, como un castigo terrenal más que divino. Además de los personajes que aparecieron en escena, a partir de ese desafortunado error, que completan un elenco estelar, al mejor estilo de una gran producción cinematográfica internacional, al menos desde la vista casi pueblerina de una ciudad, normalmente olvidada por los sectores de poder que dirigen desde de Santiago, los destinos de un país.
Así fueron apareciendo, desde el mismísimo Presidente Piñera, ministros y autoridades de distinto rango, hasta que dio la cara Guillermo Pickering, presidente de la empresa que provocó una de las peores crisis vividas en Osorno.
Como mencionaba, en la edición de este jueves, El Mostrador, coloca en escena a otro de los dueños de la empresa ESSAL, Felipe Ibáñez Scott, que todavía no ha hablado y que muy pocos conocían, hasta esta publicación, que permite ir armando un puzzle que día a día, es más grande de lo imaginado.
Voy a detallar algunos datos que describen esta breve biografía en donde los números son más importantes que letras.
Felipe Ibañez Scott es chileno, de 65 años, administrador y empresario, fundador de la Escuela del Arte Ecuestre de Chile, por ejemplo. Junto con su hermano Nicolás, eran dueños de la cadena Distribución y Servicio (D&S), hasta que la vendieron a Walmart por 4.000 millones de dólares. Para otro de sus negocios, del que estamos relatando, invirtió 88 millones de dólares por el 40,46% de la empresa ESSAL en 2012.
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Resolución Cámara de Diputados : "Caducar la concesión sanitaria a ESSAL"
https://www.paislobo.cl/2019/07/resolucion-camara-diputados-essal.html
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Por su parte el diario La Segunda, de 2014, publicó estos datos: “Felipe Ibáñez posee diversos vehículos de inversión, todos los cuales gestiona a través de su family office ‘Stars Investment’. Entre las sociedades que controla, tanto de manera individual como junto a sus hijos y señora (Heather Atkinson Young), están: Inversiones Burgos Fis, y las sociedades de rentas Neukelén, Lafken, Los Vientos, Longka y Stoked Investments. Se estima que Stars Investment gestiona activos por más de US$ 700 millones, entre ellos el 40,46% de la empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal). Además, es dueña del Haras Yeguada Nobleza del Parque, en Cautín”.
Datos que ayudan a conocer a este nuevo protagonista silente, hasta el momento, en esta historia.
Según consigna El Mostrador, la llegada de Ibáñez a ESSAL se produjo después de que la Corfo saliera del negocio sanitario en tiempos del Presidente Lagos. Ibáñez completó los 88 millones de dólares de inversión a un precio de 110 pesos por cada acción de ESSAL. Corfo salió de Aguas Andinas, Esval y Essbio. Pero en el caso de ESSAL, quedó con una participación casi simbólica, del 5%.
Todo esto agrega datos a los que ya conocíamos, pero que vamos a repetir como ayuda memoria. ESSAL está compuesta por Iberaguas (51%), sociedad controlada por Aguas Andinas e indirectamente por Agbar (Aguas Barcelona) y por la francesa Suez. El 40,46% está bajo el control de sociedad del empresario Felipe Ibáñez, otro 5% aún lo tiene la Corfo, un 2,51% está en manos directamente de Aguas Andinas, y un 1% lo tiene la Tesorería General de la República.
La Caja de Pandora ya se abrió y no por curiosidad, sino por negligencia y precariedad de una empresa cuyos protocolos no tuvieron en cuenta que eran un servicio público, que tiene el fin de satisfacer una necesidad básica del conjunto de la sociedad, como es el agua, que no pudimos disfrutar por más de 10 días y para algunos, que no son pocos, que no han podido tener confianza en tomarla, cuando abren los grifos en sus casas, lugares de trabajo, de estudio y mucho menos, en instituciones sanitarias.
Por Hugo Medrano