Mujeres guardianas de la biodiversidad

Daniela Cuyul
A lo largo de los parques nacionales de la Región de Los Lagos, varias mujeres desempeñan labores de conservación como guardianas de la biodiversidad, educadoras ambientales e investigadoras.

El patrimonio natural protegido en la región de Los Lagos, a lo largo de parques nacionales como Puyehue, Vicente Pérez Rosales, Alerce Andino, Hornopirén, Chiloé, Pumalín Douglas Tompkins, es conservado por un grupo importante de guardaparques y trabajadores transitorios, quienes desempeñan una actividad de servicio y de nexo directo entre CONAF y la comunidad. Entre sus funciones se encuentra la protección y conservación de la biodiversidad; educación y registro de visitantes; interpretación ambiental; mejoramiento de infraestructura; apoyo a la investigación aplicada; prospecciones, censos, restauración y monitoreo de fauna; alerta y control de amenazas a los ecosistemas; entre otras muchas labores y acciones específicas.

Si bien hasta hace algunos años, esta labor era principalmente llevada a cabo por hombres, hoy un grupo importante de mujeres ha ido tomando protagonismo en las áreas silvestres protegidas. Es el caso de Stephanie Gutiérrez, quien trabaja en el Parque Nacional Puyehue. 
“Vine a hacer mi práctica a Puyehue y desde entonces me quedé. Hago educación ambiental, recibiendo a las personas en el centro de información y compartiendo aprendizajes sobre la vegetación, los animales y hongos del lugar, entre otras cosas. Me gusta también hacer patrullaje de largo aliento y monitoreo de ranita de Darwin y pato Cortacorrientes. Antes no había registros de la ranita y ahora tenemos 12 registros y hay una familia de patos que llega a los Rápidos de Chanleufú a criar sus polluelos”, relata.

Un grupo importante trabaja en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales
“Todos los días se aprenden cosas nuevas y eso me motiva para seguir cultivando mis conocimientos. Puedo crear, opinar y desarrollarme libremente y disfrutar la naturaleza que está a mi alrededor”, dice Solange Retamal, quien se desempeña en el sector Saltos del Petrohué. “Me gusta ayudar en la conservación, guiar al visitante para que obtenga mayor información de senderos, contribuir en la elaboración de señaléticas para darle una mejor orientación al visitante. En mi sector es importante la atención de público y sentir que el visitante se va conforme con la atención es gratificante”, agrega.

En el sector La Picada, se encuentra Lorena Zuñiga, quien cuenta que el mayor desafío fue 
“Tratar de evitar que ingresaran personas en moto dentro del parque, lo cual se logró erradicar. Actualmente, el desafío es crear conciencia sobre el comportamiento de las personas dentro del parque”.

En Chiloé, una guardiana de la biodiversidad dentro y fuera del área protegida es Pamela Joost, guardaparques del Parque Nacional Chiloé. Antes de realizar esta labor, Pamela trabajó y se desempeñó como voluntaria en diversas áreas de conservación privadas en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes
“Ha sido muy interesante el aprendizaje y la labor, estamos haciendo monitoreo estandarizado a partir de cámaras trampa, las que fueron instaladas en marzo, entonces tener acceso a esta información, analizar dónde se encuentra el zorro, la güiña, hay bastante pudú, es muy interesante”, comenta. Y agrega la importancia de que los visitantes se informen y respeten las normas del parque nacional: “no se puede ingresar con mascotas, ni drones porque todo eso perturba o daña la biodiversidad que estamos protegiendo”.

También en el Parque Nacional Chiloé trabaja como asistente de guardaparques, Daniela Cuyul.
“Soy de Cucao y pertenezco a una comunidad indígena y aquí dirijo actividades con la comunidad, atención a público, visitas guiadas con colegios en el ámbito de educación ambiental”, comenta.

Y no sólo eso, también su labor educativa se expande a aquellas instituciones que quieren hacer espacios de conservación y avistamiento a pequeña escala. 
“Llegó una escuela que quiere hacer un sendero, y les mostramos qué deben tener en cuenta, les enseñamos de la vegetación, de la importancia de las turberas, son la reserva de agua en Chiloé”, dice Cuyul.

En la Provincia de Palena, y específicamente en el Parque Nacional Pumalín Douglas Tompkins, trabaja Soledad Winkler
“Pumalín es como una escuela para mí, todos los días aprendes algo nuevo”, destaca. Al ser consultada sobre qué es lo que le gusta: “Todo me gusta de Pumalín, desde los musgos que crecen casi desapercibidos a los ojos del ser humano, hasta las altas cumbres pobladas de Alerce, creciendo en una continua simbiosis y biodiversidad”.

“Así como estas mujeres guardianas de la biodiversidad destacan por su dedicación y trabajo, pedimos a los visitantes destacar por ser también activos en la conservación. Esto significa informarse sobre los sectores a visitar con los guardaparques, no abandonando los senderos pues esto provoca erosión y puede desorientar a otras personas”, dijo el director regional de CONAF en Los Lagos, Jorge Aichele.
 
Finalmente, el llamado a los visitantes es a planificar su visita y no dejar huella, llevando la basura consigo después de la visita, respetando así el espacio natural al cual se está ingresando.


Fuente: maria.jose.hess@gmail.com

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