¿Una vivienda por menos de $1.000?
El resurgir de Baltimore: viviendas abandonadas por solo un dólar para revitalizar barrios degradados
Baltimore, situada a 64 kilómetros al noreste de Washington D.C., fue una de las primeras ciudades en Estados Unidos en implementar el programa conocido como urban homesteading, una iniciativa pionera para revitalizar barrios degradados. Este programa ofrecía propiedades vacías por solo un dólar (unos 900 pesos chilenos), permitiendo que personas con menos recursos accedieran a una vivienda que, de otro modo, no podrían costear. El plan, liderado por Jay Brodie, una figura clave en el Departamento de Vivienda de la ciudad, se detuvo en 1988 tras su salida, pero dejó un legado que ha inspirado iniciativas similares en otros países.
En 2013, a más de 5.600 kilómetros de distancia, Liverpool, en el Reino Unido, enfrentaba problemas similares de decadencia urbana. Inspirados por el modelo de Baltimore, las autoridades de Liverpool, encabezadas por Tony Mousedale del Departamento de Vivienda, lanzaron un programa en el que vendían propiedades abandonadas por solo una libra esterlina en la zona del Triángulo Webster de Wavertree. A pesar de los logros iniciales, Mousedale reconoce que persisten problemas de comportamiento antisocial y que algunas propiedades siguen sin renovarse una década después.
Este año, Baltimore ha decidido revivir y mejorar su plan original con una nueva iniciativa llamada Programa de Precios Fijos. Este plan permite a los residentes de la ciudad comprar propiedades abandonadas por solo un dólar, con el requisito de demostrar que tienen al menos US$90.000 (casi 84 millones de pesos chilenos) para la renovación y comprometerse a vivir en la propiedad durante al menos cinco años. Aunque el interés en el programa es alto, hasta ahora solo unas pocas personas han logrado cumplir con los estrictos criterios.
Además de los residentes individuales, los fideicomisos de tierras comunitarias, organizaciones sin fines de lucro que trabajan para proporcionar viviendas asequibles, también pueden adquirir propiedades por un dólar. Por otro lado, los grandes desarrolladores pueden comprarlas por US$3.000 (casi 3 mil pesos chilenos).
Sin embargo, existen preocupaciones sobre las posibles consecuencias de este tipo de iniciativas. David Lidz, quien dirige Waterbottle Cooperative, una organización que renueva propiedades en decadencia para alquilarlas a personas de bajos ingresos en Baltimore, teme que la compra de viviendas por un dólar pueda generar un proceso de aburguesamiento en las zonas revitalizadas. Esto podría provocar un aumento en los niveles de alquiler y la expulsión de residentes con menores ingresos, afectando el objetivo inicial del programa.
Baltimore, Liverpool y otras ciudades que han adoptado modelos similares en Italia y España, siguen luchando por equilibrar la revitalización urbana con la preservación de viviendas asequibles. Si bien los programas han tenido cierto éxito en atraer nuevos residentes y mejorar las áreas degradadas, los desafíos sociales y económicos continúan siendo un obstáculo para lograr una renovación completa y equitativa en los barrios afectados.
Fuente información: https://www.bbc.com/mundo/articles/c4g942q5g9po / Imagen: Pixabay
Baltimore, situada a 64 kilómetros al noreste de Washington D.C., fue una de las primeras ciudades en Estados Unidos en implementar el programa conocido como urban homesteading, una iniciativa pionera para revitalizar barrios degradados. Este programa ofrecía propiedades vacías por solo un dólar (unos 900 pesos chilenos), permitiendo que personas con menos recursos accedieran a una vivienda que, de otro modo, no podrían costear. El plan, liderado por Jay Brodie, una figura clave en el Departamento de Vivienda de la ciudad, se detuvo en 1988 tras su salida, pero dejó un legado que ha inspirado iniciativas similares en otros países.
En 2013, a más de 5.600 kilómetros de distancia, Liverpool, en el Reino Unido, enfrentaba problemas similares de decadencia urbana. Inspirados por el modelo de Baltimore, las autoridades de Liverpool, encabezadas por Tony Mousedale del Departamento de Vivienda, lanzaron un programa en el que vendían propiedades abandonadas por solo una libra esterlina en la zona del Triángulo Webster de Wavertree. A pesar de los logros iniciales, Mousedale reconoce que persisten problemas de comportamiento antisocial y que algunas propiedades siguen sin renovarse una década después.
Este año, Baltimore ha decidido revivir y mejorar su plan original con una nueva iniciativa llamada Programa de Precios Fijos. Este plan permite a los residentes de la ciudad comprar propiedades abandonadas por solo un dólar, con el requisito de demostrar que tienen al menos US$90.000 (casi 84 millones de pesos chilenos) para la renovación y comprometerse a vivir en la propiedad durante al menos cinco años. Aunque el interés en el programa es alto, hasta ahora solo unas pocas personas han logrado cumplir con los estrictos criterios.
Además de los residentes individuales, los fideicomisos de tierras comunitarias, organizaciones sin fines de lucro que trabajan para proporcionar viviendas asequibles, también pueden adquirir propiedades por un dólar. Por otro lado, los grandes desarrolladores pueden comprarlas por US$3.000 (casi 3 mil pesos chilenos).
Sin embargo, existen preocupaciones sobre las posibles consecuencias de este tipo de iniciativas. David Lidz, quien dirige Waterbottle Cooperative, una organización que renueva propiedades en decadencia para alquilarlas a personas de bajos ingresos en Baltimore, teme que la compra de viviendas por un dólar pueda generar un proceso de aburguesamiento en las zonas revitalizadas. Esto podría provocar un aumento en los niveles de alquiler y la expulsión de residentes con menores ingresos, afectando el objetivo inicial del programa.
Baltimore, Liverpool y otras ciudades que han adoptado modelos similares en Italia y España, siguen luchando por equilibrar la revitalización urbana con la preservación de viviendas asequibles. Si bien los programas han tenido cierto éxito en atraer nuevos residentes y mejorar las áreas degradadas, los desafíos sociales y económicos continúan siendo un obstáculo para lograr una renovación completa y equitativa en los barrios afectados.
Fuente información: https://www.bbc.com/mundo/articles/c4g942q5g9po / Imagen: Pixabay