Inhibidores de señal en cárceles: ¿una solución eficaz o un gasto millonario sin resultados?
En una nueva edición del Política Podcast, Jorge Contreras analizó el funcionamiento de los sistemas de bloqueo de señales en recintos penitenciarios, su eficacia real y los desafíos estructurales del sistema carcelario chileno.
En conversación con Rocío Gambra, el panelista Jorge Contreras Blumen abordó en el Política Podcast uno de los temas más controvertidos en materia de seguridad pública: el uso de inhibidores de señal en las cárceles chilenas. Según explicó, el Estado ha suscrito contratos multimillonarios para implementar tecnologías de bloqueo, interceptación y control de señales celulares en recintos penitenciarios. Sin embargo, su efectividad está en duda.
“La realidad penitenciaria en Chile permite vulnerabilidades. Hay tráfico de celulares, de chips, incluso de módems que permiten conexión a internet, todo lo cual impide que los inhibidores funcionen de forma eficaz”, afirmó Contreras.
Entre las tecnologías empleadas se encuentran los sistemas “Guardián” y “Jammer”, que permiten bloquear o interceptar señales de comunicación dentro de las cárceles. No obstante, Contreras advirtió que Gendarmería no cuenta con los recursos técnicos para fiscalizar adecuadamente el funcionamiento de estos dispositivos.
“Hay periodos donde los sistemas simplemente no funcionan, y la Contraloría ha detectado intermitencias sin que se apliquen sanciones a las empresas prestadoras del servicio”, añadió.
El panelista también destacó que, aunque los inhibidores bloquean señales de operadores móviles, es posible evadirlos cambiando constantemente de chip o utilizando dispositivos como módems de banda ancha, lo que pone en entredicho la utilidad real de estas medidas.
Contreras reveló una cifra alarmante: en 2023 se incautaron más de 24 mil teléfonos celulares dentro de las cárceles chilenas, con un valor estimado de tráfico interno de $300 mil por equipo. “Es un negocio instalado dentro de los penales. Mientras el sistema permita tantas visitas y contactos sin restricciones, este mercado seguirá operando”, advirtió.
En conversación con Rocío Gambra, el panelista Jorge Contreras Blumen abordó en el Política Podcast uno de los temas más controvertidos en materia de seguridad pública: el uso de inhibidores de señal en las cárceles chilenas. Según explicó, el Estado ha suscrito contratos multimillonarios para implementar tecnologías de bloqueo, interceptación y control de señales celulares en recintos penitenciarios. Sin embargo, su efectividad está en duda.
“La realidad penitenciaria en Chile permite vulnerabilidades. Hay tráfico de celulares, de chips, incluso de módems que permiten conexión a internet, todo lo cual impide que los inhibidores funcionen de forma eficaz”, afirmó Contreras.
Entre las tecnologías empleadas se encuentran los sistemas “Guardián” y “Jammer”, que permiten bloquear o interceptar señales de comunicación dentro de las cárceles. No obstante, Contreras advirtió que Gendarmería no cuenta con los recursos técnicos para fiscalizar adecuadamente el funcionamiento de estos dispositivos.
“Hay periodos donde los sistemas simplemente no funcionan, y la Contraloría ha detectado intermitencias sin que se apliquen sanciones a las empresas prestadoras del servicio”, añadió.
El panelista también destacó que, aunque los inhibidores bloquean señales de operadores móviles, es posible evadirlos cambiando constantemente de chip o utilizando dispositivos como módems de banda ancha, lo que pone en entredicho la utilidad real de estas medidas.
Contreras reveló una cifra alarmante: en 2023 se incautaron más de 24 mil teléfonos celulares dentro de las cárceles chilenas, con un valor estimado de tráfico interno de $300 mil por equipo. “Es un negocio instalado dentro de los penales. Mientras el sistema permita tantas visitas y contactos sin restricciones, este mercado seguirá operando”, advirtió.
¿Qué están proponiendo los presidenciables?
El episodio también exploró las propuestas carcelarias de los actuales candidatos presidenciales:
- Evelyn Matthei ha planteado construir cárceles en el desierto.
- José Antonio Kast sugiere cárceles de baja complejidad pero en mayor número.
- Franco Parisi propuso cárceles flotantes o “barcos cárcel”.
Estas ideas, aunque llamativas, enfrentan desafíos logísticos significativos. “Construir en el desierto implica trasladar a funcionarios, asegurar agua, alimentos y transporte. No es tan simple como suena”, señaló Contreras, quien abogó por soluciones modulares y por segmentar a la población penal según el tipo de delito.
Uno de los puntos más críticos del análisis fue la falta de seguimiento e inteligencia penitenciaria tras la condena. Contreras cuestionó si el Estado efectivamente monitorea a los reos de alta peligrosidad o pertenecientes al crimen organizado una vez ingresan a la cárcel.
“El trabajo no debería terminar con la condena. Se requiere interceptación, vigilancia y análisis continuo, especialmente cuando hablamos de redes delictuales como el Tren de Aragua”, afirmó.
Para entender mejor
¿Qué son los inhibidores de señal?
Dispositivos tecnológicos que bloquean las ondas electromagnéticas emitidas por celulares o módems para evitar comunicaciones en lugares como cárceles o zonas restringidas. Fuente: Subtel.
¿Qué dice la Contraloría sobre su uso?
Ha advertido intermitencias y deficiencias en la fiscalización de estos servicios, señalando la falta de sanciones a empresas proveedoras por fallas detectadas. Fuente: Contraloría General de la República.
¿Cuántos celulares se incautan en cárceles?
En 2023, se incautaron más de 24.000 celulares en recintos penitenciarios chilenos, según cifras mencionadas en el podcast.
¿Qué es inteligencia penitenciaria?
Es el conjunto de acciones de seguimiento, monitoreo y análisis de la conducta de reclusos para prevenir delitos desde el interior de las cárceles. Fuente: Ministerio de Justicia y DD.HH..
Fuente información: Rocío Gambra