Puerto Varas enfrenta momento clave: crecen las dudas sobre obras pendientes y gestión municipal

Puerto Varas enfrenta momento clave: crecen las dudas sobre obras pendientes y gestión municipal
En entrevista con Paislobo Prensa, Pablo Hübner, director de un medio local en Puerto Varas, realizó un crudo diagnóstico sobre la gestión municipal encabezada por el alcalde Tomás Gárate. La falta de avances en obras clave, como el nuevo plano regulador, la implementación de buses eléctricos, el tren, y el estadio Valdovinos, expone una brecha entre los anuncios y la ejecución, advirtiendo que el tiempo político se agota rápidamente.

Puerto Varas está en un momento decisivo para su desarrollo. Así lo expresó el periodista y director local Pablo Hübner en una extensa entrevista con Paislobo Prensa, donde abordó con franqueza los desafíos estructurales y políticos que enfrenta la comuna en su segundo periodo bajo la administración del alcalde Tomás Gárate.

“El problema hoy no es falta de diagnóstico, sino de ejecución. Obras son amores”, sintetizó Hübner, al señalar la brecha entre los anuncios y las concreciones. Desde su perspectiva, Puerto Varas ha acumulado promesas incumplidas en materias clave, como el transporte, la infraestructura urbana y la planificación territorial.

Uno de los puntos más críticos es el plano regulador, que aún rige bajo una versión de 1990. El proceso de actualización —fragmentado desde la gestión de Ramón Bahamonde— enfrenta observaciones de Contraloría y del Ministerio de Vivienda, lo que ha retrasado su implementación. La falta de este instrumento limita la planificación urbana y la posibilidad de integrarse efectivamente en planes intercomunales y la proyectada zona metropolitana con Puerto Montt.

  • “El plano regulador es el corazón de cualquier política urbana, y sin él, la comuna no puede acceder ni a buses eléctricos, ni a una real coordinación con otras comunas. Estamos con proyectos detenidos por falta de base”, advirtió.

Además, Hübner expuso las dificultades del proyecto de tren entre Alerce y Puerto Montt, que pese a múltiples viajes de prueba, sigue sin fecha de operación. Similar situación ocurre con la semaforización inteligente y los buses eléctricos, todos comprometidos pero aún sin ejecución efectiva.

Otro caso emblemático es la fallida licitación del estadio Valdovinos. Según Hübner, se trató de un error administrativo defendido inicialmente por el municipio, lo que obligó a retrotraer el proceso, incrementar costos y modificar el diseño original. “El estadio costará más, ofrecerá menos y llegará más tarde. No se puede decir que está todo bien”, afirmó, acusando además un intento de deslegitimar a concejales que votaron en contra por criterios técnicos.

En su análisis, también apuntó a un desgaste político dentro del equipo de Gárate, quien en su primer periodo encarnó una vocación transformadora surgida del estallido social, pero que hoy se enfrenta a la necesidad de mostrar resultados. “Ya no hay tiempo para mesas barriales ni diagnósticos participativos. Ahora se espera que se corten cintas”, señaló.

Respecto al rol del Concejo Municipal, destacó una leve mejora en la diversidad ideológica y la fiscalización, aunque criticó la falta de profesionalización del cargo. “El concejal no tiene equipo ni herramientas reales. Algunos usan más el cargo para figurar que para revisar a fondo los proyectos”, comentó.

En temas estructurales, advirtió además sobre la falta de integración entre Puerto Varas y la cuenca del Lago Llanquihue, especialmente con Llanquihue, donde persiste la tensión por el tratamiento de aguas servidas y la instalación de una planta de Essal en Loncotoro. También cuestionó la viabilidad de la “zona metropolitana”, dada la crisis institucional de sus impulsores, incluyendo al ex alcalde de Puerto Montt Gervoy Paredes y al ex gobernador Patricio Vallespín.

A pesar del tono crítico, Hübner reconoce avances parciales, como la obra de la Sexta Compañía de Bomberos, y destaca el potencial de Puerto Varas para liderar el desarrollo regional, si logra superar los obstáculos de gestión y planificación.

“El tiempo apremia. Ya se fueron seis meses del segundo periodo y no se ve aún un cambio real. La ciudadanía espera soluciones, no más explicaciones”, concluyó.





Fuente información: Rocío Gambra
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