Alquiler de gallinas gana popularidad en EE. UU., ante alza histórica del precio de los huevos
El significativo aumento en el precio de los huevos en Estados Unidos, exacerbado por una severa crisis de gripe aviar y el racionamiento en supermercados, ha llevado a los consumidores a buscar alternativas innovadoras. En este contexto, el alquiler de gallinas para la producción doméstica de huevos ha experimentado un auge sin precedentes, con empresas reportando un interés hasta cuatro veces mayor que el año anterior. Aunque no necesariamente más económico que comprar en tiendas, el sistema promete huevos más frescos y una experiencia de conexión con el origen de los alimentos.
Una combinación de factores económicos y sanitarios ha golpeado duramente el bolsillo de los consumidores estadounidenses en los últimos meses, específicamente en lo que respecta a un alimento básico: los huevos. La principal causa señalada es una extendida crisis de gripe aviar que ha afectado la producción avícola nacional, llevando los precios a niveles pocas veces vistos. La situación ha llegado a tal punto que diversas cadenas de supermercados han comenzado a racionar la venta de este producto, limitando la cantidad que cada familia puede adquirir.
Esta escasez y carestía ha despertado el ingenio y la búsqueda de soluciones por parte de los ciudadanos. Si bien la crianza de aves de corral no es nueva, una modalidad particular ha cobrado una fuerza inusitada: el alquiler de gallinas ponedoras. Empresas dedicadas a este nicho reportan un interés que se ha disparado exponencialmente. "Desde la pandemia hemos visto más interés de lo normal, pero especialmente este año hemos tenido mucho más interés", señala una fuente ligada al sector, estimando que la demanda actual es "tres o cuatro veces más de lo que veíamos en esta época del año pasado".
El concepto de alquilar gallinas no es reciente en Estados Unidos. Hace más de una década, Jenny y Phil Tomkins iniciaron el proyecto "Rent the Chicken" en Pennsylvania, una idea que buscaba acercar la experiencia de tener huevos frescos en casa sin el compromiso a largo plazo de la crianza. Lo que comenzó como una iniciativa local, gracias a la colaboración con granjeros asociados, se ha expandido notablemente y hoy el servicio está disponible en aproximadamente 40 ciudades a lo largo del país.
Los promotores de este sistema son claros en señalar que tener gallinas en casa mediante alquiler "nunca será más barato que comprarlos en el supermercado". Reconocen que "una granja a gran escala siempre podrá producir los más baratos". Sin embargo, el principal argumento a favor no radica en el ahorro económico, sino en la calidad y frescura del producto. Señalan que los huevos que llegan a las tiendas suelen tener entre 48 y 60 días desde su puesta, mientras que los obtenidos en casa pueden consumirse casi de inmediato, garantizando un sabor y calidad superiores.
La frustración por las góndolas semivacías y los precios elevados fue el detonante para muchos, como Young Me Kim, quien decidió probar el sistema de alquiler ante las limitaciones en los supermercados. "El problema era que había una limitación, solo se podía comprar un cartón por familia, era un poco inconveniente", explica Kim, viendo el alquiler como una forma de experimentar y evaluar si la tenencia de gallinas se adapta a su estilo de vida.
El servicio de alquiler está diseñado para facilitar la experiencia, especialmente para principiantes. El paquete estándar incluye no solo las aves (usualmente dos gallinas), sino también el alimento necesario para el período de arriendo, bebederos, comederos y una guía detallada sobre el cuidado de los animales. Quizás la pieza más importante es el "gallinero móvil": una estructura compacta, completamente cercada y transportable, que funciona como un pequeño refugio con patio. Este diseño protege a las gallinas de depredadores y permite ubicarlas en distintos espacios del jardín, asegurando que tengan acceso a ambiente natural sin requerir grandes extensiones de terreno.
Para los nuevos "arrendadores" de gallinas, la experiencia trasciende la simple obtención de alimento. Young Me Kim describe la llegada de las aves como incorporar "un nuevo miembro de la familia". "Es realmente emocionante porque ahora soy responsable de ellas, así que va a ser muy interesante", comenta sobre el vínculo que se genera. Para asegurar un inicio productivo, el kit de alquiler suele incluir una docena de huevos frescos, puestos por otras gallinas de la granja durante la última semana. Con los cuidados adecuados, se espera que un cliente con dos gallinas pueda recolectar entre 8 y 14 huevos frescos por semana.
Si bien la crisis de la gripe aviar y sus efectos sobre el precio de los huevos podrían eventualmente estabilizarse, el interés generado por el alquiler de gallinas podría indicar un cambio más profundo en algunos consumidores. La tendencia hacia la búsqueda de alimentos más frescos, el conocimiento sobre su origen y la experiencia de producirlos, aunque sea a pequeña escala y de forma temporal, parece haber encontrado un nicho fértil en el contexto actual. Queda por ver si esta modalidad se mantendrá con la misma fuerza una vez que la situación del mercado de huevos se normalice, o si la experiencia de tener "gallinas en casa por un tiempo" habrá sembrado un interés más duradero en la producción doméstica de alimentos entre la población estadounidense. La expansión del servicio a más ciudades sugiere que, por ahora, la demanda sigue en aumento.
Fuente información: AFP
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Una combinación de factores económicos y sanitarios ha golpeado duramente el bolsillo de los consumidores estadounidenses en los últimos meses, específicamente en lo que respecta a un alimento básico: los huevos. La principal causa señalada es una extendida crisis de gripe aviar que ha afectado la producción avícola nacional, llevando los precios a niveles pocas veces vistos. La situación ha llegado a tal punto que diversas cadenas de supermercados han comenzado a racionar la venta de este producto, limitando la cantidad que cada familia puede adquirir.
Esta escasez y carestía ha despertado el ingenio y la búsqueda de soluciones por parte de los ciudadanos. Si bien la crianza de aves de corral no es nueva, una modalidad particular ha cobrado una fuerza inusitada: el alquiler de gallinas ponedoras. Empresas dedicadas a este nicho reportan un interés que se ha disparado exponencialmente. "Desde la pandemia hemos visto más interés de lo normal, pero especialmente este año hemos tenido mucho más interés", señala una fuente ligada al sector, estimando que la demanda actual es "tres o cuatro veces más de lo que veíamos en esta época del año pasado".
El concepto de alquilar gallinas no es reciente en Estados Unidos. Hace más de una década, Jenny y Phil Tomkins iniciaron el proyecto "Rent the Chicken" en Pennsylvania, una idea que buscaba acercar la experiencia de tener huevos frescos en casa sin el compromiso a largo plazo de la crianza. Lo que comenzó como una iniciativa local, gracias a la colaboración con granjeros asociados, se ha expandido notablemente y hoy el servicio está disponible en aproximadamente 40 ciudades a lo largo del país.
Los promotores de este sistema son claros en señalar que tener gallinas en casa mediante alquiler "nunca será más barato que comprarlos en el supermercado". Reconocen que "una granja a gran escala siempre podrá producir los más baratos". Sin embargo, el principal argumento a favor no radica en el ahorro económico, sino en la calidad y frescura del producto. Señalan que los huevos que llegan a las tiendas suelen tener entre 48 y 60 días desde su puesta, mientras que los obtenidos en casa pueden consumirse casi de inmediato, garantizando un sabor y calidad superiores.
La frustración por las góndolas semivacías y los precios elevados fue el detonante para muchos, como Young Me Kim, quien decidió probar el sistema de alquiler ante las limitaciones en los supermercados. "El problema era que había una limitación, solo se podía comprar un cartón por familia, era un poco inconveniente", explica Kim, viendo el alquiler como una forma de experimentar y evaluar si la tenencia de gallinas se adapta a su estilo de vida.
El servicio de alquiler está diseñado para facilitar la experiencia, especialmente para principiantes. El paquete estándar incluye no solo las aves (usualmente dos gallinas), sino también el alimento necesario para el período de arriendo, bebederos, comederos y una guía detallada sobre el cuidado de los animales. Quizás la pieza más importante es el "gallinero móvil": una estructura compacta, completamente cercada y transportable, que funciona como un pequeño refugio con patio. Este diseño protege a las gallinas de depredadores y permite ubicarlas en distintos espacios del jardín, asegurando que tengan acceso a ambiente natural sin requerir grandes extensiones de terreno.
Para los nuevos "arrendadores" de gallinas, la experiencia trasciende la simple obtención de alimento. Young Me Kim describe la llegada de las aves como incorporar "un nuevo miembro de la familia". "Es realmente emocionante porque ahora soy responsable de ellas, así que va a ser muy interesante", comenta sobre el vínculo que se genera. Para asegurar un inicio productivo, el kit de alquiler suele incluir una docena de huevos frescos, puestos por otras gallinas de la granja durante la última semana. Con los cuidados adecuados, se espera que un cliente con dos gallinas pueda recolectar entre 8 y 14 huevos frescos por semana.
Si bien la crisis de la gripe aviar y sus efectos sobre el precio de los huevos podrían eventualmente estabilizarse, el interés generado por el alquiler de gallinas podría indicar un cambio más profundo en algunos consumidores. La tendencia hacia la búsqueda de alimentos más frescos, el conocimiento sobre su origen y la experiencia de producirlos, aunque sea a pequeña escala y de forma temporal, parece haber encontrado un nicho fértil en el contexto actual. Queda por ver si esta modalidad se mantendrá con la misma fuerza una vez que la situación del mercado de huevos se normalice, o si la experiencia de tener "gallinas en casa por un tiempo" habrá sembrado un interés más duradero en la producción doméstica de alimentos entre la población estadounidense. La expansión del servicio a más ciudades sugiere que, por ahora, la demanda sigue en aumento.
Fuente información: AFP
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