Familia de campeones en Osorno: El legado que combina ciclismo de élite y halterofilia
En Osorno, una familia de deportistas de alto rendimiento personifica tanto el éxito como los desafíos que enfrentan los talentos regionales. Está compuesta por Matías Delgado, ex campeón panamericano de ciclismo; Macarena Moldenhauer, ciclista máster clasificada a un mundial; y su hija, Agustina Calderón, una joven promesa de 16 años del levantamiento olímpico de pesas. A pesar de sus logros, exponen la crítica brecha de financiamiento y hacen un urgente llamado a empresas e instituciones para poder seguir representando a la ciudad y al país.
En el competitivo mundo del deporte de alto rendimiento, la familia Delgado-Moldenhauer de Osorno se ha convertido en un referente de éxito y perseverancia en disciplinas tan diversas como el ciclismo y la halterofilia. Sin embargo, detrás de las medallas y los podios, enfrentan una realidad común a muchos atletas de regiones: la constante lucha por obtener los recursos necesarios para competir.
El miembro más joven del clan, Agustina Calderón, de 16 años, es una de las figuras emergentes del levantamiento olímpico de pesas en Chile. Cursa aún su etapa escolar y, en solo tres años de trayectoria, ya compite en la categoría Sub-17. Su ingreso a la halterofilia fue fortuito. "Llegué en verano del 2022 a través de un taller de volleyball playa", relata la joven. Fue su entrenadora de entonces, Catalina Senjo, quien la invitó a probar la disciplina. "Busqué por Google, así como, ¿qué es el levantamiento olímpico? Veía unas personas levantando las pesas y yo decía, chuta, no sé si yo podría hacer eso", confiesa Agustina.
Hoy, ese deporte del que dudaba es su pasión. Recientemente, debió viajar a un Open en Santiago para conseguir la marca mínima que le permitiera clasificar al próximo campeonato nacional. "Di 45 kilos en arranque y 62 kilos en envío para poder clasificar con la marca que me dio 107 kilos. Ahora, en agosto, del 8 al 10 si no mal recuerdo, tengo el nacional sub-17", explica. Este viaje y la próxima competencia en la capital evidencian su principal obstáculo: la necesidad de financiamiento. Agustina postula a una beca municipal para costear los gastos asociados. "Poder tener los recursos, poder seguir. Es posible ganar esa beca para que me siga apoyando para poder viajar, ya que se costean muchas cosas, costea hospedaje, alimentación. Por parte de la federación tampoco se recibe mucho, nosotros tenemos que verlo por nosotros mismos", detalla.
Sus padres, ambos deportistas consagrados, conocen de cerca esta problemática. Su madre, Macarena Moldenhauer, es profesora, entrenadora nacional y una destacada ciclista máster, tercera a nivel nacional en la prueba de contrarreloj, lo que le valió la clasificación para un mundial en Australia. "Siempre encontramos esa misma brecha que llega a la adolescencia y hay una carencia igual de la inyección de esos recursos", afirma Macarena, quien junto a su esposo dirige el Club Tiger Sport, enfocado en la formación de nuevos talentos.
El padre de Agustina, Matías Delgado, posee una impresionante carrera en el ciclismo, con dos campeonatos panamericanos de élite, cinco títulos nacionales de Mountain Bike (MTB), participaciones en la Vuelta a Chile y 15 años como seleccionado nacional. Hoy, su foco es el recambio generacional. "Cada vez está más complejo ser deportista, vivir del deporte. Los viajes, la implementación, todo tiene un alto costo hoy en día. Prácticamente el foco se está, no está siendo principal, ya que se están recortando demasiado los presupuestos al deporte", lamenta Delgado.
Matías recuerda las dificultades históricas para los atletas del sur: "En el sur tenemos muy buenos ciclistas, pero somos del sur. Y nos cuesta llegar a Santiago donde son la mayoría de las competencias". Esta centralización, sumada a la reducción de aportes estatales y la escasa participación de la empresa privada, genera un escenario adverso.
En el competitivo mundo del deporte de alto rendimiento, la familia Delgado-Moldenhauer de Osorno se ha convertido en un referente de éxito y perseverancia en disciplinas tan diversas como el ciclismo y la halterofilia. Sin embargo, detrás de las medallas y los podios, enfrentan una realidad común a muchos atletas de regiones: la constante lucha por obtener los recursos necesarios para competir.
El miembro más joven del clan, Agustina Calderón, de 16 años, es una de las figuras emergentes del levantamiento olímpico de pesas en Chile. Cursa aún su etapa escolar y, en solo tres años de trayectoria, ya compite en la categoría Sub-17. Su ingreso a la halterofilia fue fortuito. "Llegué en verano del 2022 a través de un taller de volleyball playa", relata la joven. Fue su entrenadora de entonces, Catalina Senjo, quien la invitó a probar la disciplina. "Busqué por Google, así como, ¿qué es el levantamiento olímpico? Veía unas personas levantando las pesas y yo decía, chuta, no sé si yo podría hacer eso", confiesa Agustina.
Hoy, ese deporte del que dudaba es su pasión. Recientemente, debió viajar a un Open en Santiago para conseguir la marca mínima que le permitiera clasificar al próximo campeonato nacional. "Di 45 kilos en arranque y 62 kilos en envío para poder clasificar con la marca que me dio 107 kilos. Ahora, en agosto, del 8 al 10 si no mal recuerdo, tengo el nacional sub-17", explica. Este viaje y la próxima competencia en la capital evidencian su principal obstáculo: la necesidad de financiamiento. Agustina postula a una beca municipal para costear los gastos asociados. "Poder tener los recursos, poder seguir. Es posible ganar esa beca para que me siga apoyando para poder viajar, ya que se costean muchas cosas, costea hospedaje, alimentación. Por parte de la federación tampoco se recibe mucho, nosotros tenemos que verlo por nosotros mismos", detalla.
Sus padres, ambos deportistas consagrados, conocen de cerca esta problemática. Su madre, Macarena Moldenhauer, es profesora, entrenadora nacional y una destacada ciclista máster, tercera a nivel nacional en la prueba de contrarreloj, lo que le valió la clasificación para un mundial en Australia. "Siempre encontramos esa misma brecha que llega a la adolescencia y hay una carencia igual de la inyección de esos recursos", afirma Macarena, quien junto a su esposo dirige el Club Tiger Sport, enfocado en la formación de nuevos talentos.
El padre de Agustina, Matías Delgado, posee una impresionante carrera en el ciclismo, con dos campeonatos panamericanos de élite, cinco títulos nacionales de Mountain Bike (MTB), participaciones en la Vuelta a Chile y 15 años como seleccionado nacional. Hoy, su foco es el recambio generacional. "Cada vez está más complejo ser deportista, vivir del deporte. Los viajes, la implementación, todo tiene un alto costo hoy en día. Prácticamente el foco se está, no está siendo principal, ya que se están recortando demasiado los presupuestos al deporte", lamenta Delgado.
Matías recuerda las dificultades históricas para los atletas del sur: "En el sur tenemos muy buenos ciclistas, pero somos del sur. Y nos cuesta llegar a Santiago donde son la mayoría de las competencias". Esta centralización, sumada a la reducción de aportes estatales y la escasa participación de la empresa privada, genera un escenario adverso.
La familia hace un llamado directo a la comunidad, a las autoridades —concejales, gobierno regional— y al sector privado para que inviertan en los deportistas locales, no solo como un aporte a sus carreras individuales, sino como un beneficio para toda la sociedad.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
Fuente información: Álvaro Torres Riobó