Familias enfrentan incertidumbre laboral por paralización del Programa Pro Empleo

Familias enfrentan incertidumbre laboral por paralización del Programa Pro Empleo
Un total de 54 familias en Osorno y más de 500 a nivel regional se encuentran en una crítica situación de incertidumbre laboral, tras la paralización del programa Pro Empleo desde el pasado 30 de junio. Dirigentas de las trabajadoras afectadas han manifestado su profunda angustia ante la falta de respuestas claras por parte de las autoridades, específicamente del Ministerio del Trabajo, lo que les impide llevar el sustento a sus hogares. La situación se agrava al tratarse mayoritariamente de jefas de hogar que dependen exclusivamente de estos ingresos.

La paralización del programa Pro Empleo ha dejado a cientos de trabajadoras sin su fuente de ingresos principal, generando un escenario de alta preocupación y vulnerabilidad económica para sus familias. Las dirigentas Elvira Martínez Catalán, Blanca Mancilla y Diemírita Fernández, en conversación con Paislobo Prensa, detallaron el calvario que viven desde hace 17 días, sin recibir un comunicado oficial o una explicación contundente sobre la detención del programa.

Elvira Martínez Catalán, una de las dirigentas, enfatizó la gravedad de la situación, señalando que "la situación es bastante grave porque nosotros dependemos prácticamente del Pro Empleo y somos todas jefas de hogar". La falta de una respuesta definitiva por parte de las autoridades ha sido el principal detonante de la angustia. Se espera una reunión con el SEREMI del Trabajo, la cual se concretará recién al día 18 de la paralización, lo que para las afectadas representa una demora incomprensible. Martínez recordó que la delegada regional, Claudia, les informó el 4 de julio que el tema estaba en Contraloría o se dirigiría a ella, pero hasta la fecha, no hay claridad. "Hemos tenido que tocar puertas, llamar, indagar y el pimponeo, no, que para allá, que para acá. Nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos o las personas que viven con nosotros, no no le decimos pimpón ni ahí, ni nada de eso", sentenció Martínez, reflejando la desesperación ante la burocracia.

Por su parte, Blanca Mancilla precisó que en Osorno son 54 las trabajadoras directamente impactadas por esta situación, a las que se suman tres de otras comunas cercanas, totalizando 57 personas en la provincia. La preocupación fundamental, según Mancilla, radica en que "estos 17 días no vamos a sacar un sueldo para ninguna de las personas que estamos dentro de este programa". Esto significa que el mes de julio, para estas familias, "va a ser en blanco", sin ingresos. La dirigente ejemplificó la crudeza de la realidad: "Yo no le puedo decir a mi hijo, 'Mañana te compro la leche.' No es así".

Las trabajadoras del Pro Empleo se dedican a la mantención y aseo en diversos espacios públicos de Osorno, incluyendo jardines, cuarteles de Bomberos, sedes vecinales, la Delegación Presidencial Provincial y establecimientos educacionales. Este problema no es exclusivo de Osorno, ya que a nivel regional, la cifra asciende a 528 familias afectadas en la Región de Los Lagos. "Las autoridades no pueden mandar el papelito a última hora, si ellos saben que el programa continuaba", criticó Mancilla, sugiriendo una falta de planificación y responsabilidad por parte de quienes gestionan estos programas. La dirigente también mencionó que una situación similar ocurrió el año pasado en el mismo período, aunque en aquella ocasión se solucionó con mayor celeridad.

Diemírita Fernández, otra de las dirigentas, quien se desempeña en un colegio a través del programa, manifestó su profunda inquietud. "Estamos muy preocupadas, muy preocupadas, porque resulta que nosotros vivimos de este trabajo. Este trabajo a nosotros nos solventa haber pagar arriendo, pagar luz, agua", explicó Fernández, destacando la dependencia económica de estas familias al programa. La posibilidad de recibir un sueldo prorrogado, o incluso no recibirlo si la paralización se extiende, genera una incertidumbre que pone en jaque la estabilidad económica de sus hogares. "Si  pagan menos de la mitad del sueldo que sacamos, eh, no hacemos nada", sostuvo Fernández, quien, al igual que sus compañeras, solo espera una solución que les permita retomar sus labores y asegurar el bienestar de sus familias. La sensación generalizada entre las afectadas es de desinterés por parte de las autoridades, quienes "no se ponen en el lugar de nosotras mismas".




Fuente información: Álvaro Torres Riobó
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