Joven basquetbolista de Deportivo Osorno supera al cáncer y regresa a las canchas
El basquetbolista de Deportivo Osorno, Jorge "Koke" Guzmán, superó un cáncer diagnosticado a principios de año y regresó a las canchas, transformando su experiencia en un inspirador testimonio de resiliencia. El joven deportista, también profesor de educación física, compartió cómo enfrentó la enfermedad, su retorno al deporte y el mensaje de esperanza que envía a quienes atraviesan momentos difíciles, destacando el rol fundamental del básquetbol y el apoyo de su entorno.
Jorge Guzmán, conocido como "Koke" en el ámbito deportivo, un basquetbolista clave de Deportivo Osorno y profesor de educación física, ha compartido su conmovedora experiencia tras ser diagnosticado con un cáncer a principios de año. A pesar de la repentina y drástica noticia, Guzmán enfrentó la enfermedad con una determinación inquebrantable, sometiéndose a una cirugía y, contra todo pronóstico médico, logrando regresar a las canchas para continuar su pasión por el básquetbol. Su historia se ha convertido en un potente testimonio de superación y una fuente de inspiración para quienes enfrentan adversidades.
El "Koke" dialogó con Paislobo Prensa desde la cafetería Chilcos en Osorno, donde relató los momentos más complejos de su enfermedad y cómo el deporte fue un pilar fundamental en su recuperación. "Para alguien que es deportista y, por lo menos yo, nunca he estado enfermo, es una situación que te choca, pero aquí estamos, la estamos luchando y mejor ya, que es lo importante", afirmó Guzmán, visiblemente más tranquilo.
El deportista, oriundo de Loncopán, un sector rural cercano a Futrono, Valdivia, descubrió el básquetbol por casualidad. "Salí al básquet por coincidencias de la vida. Una profesora, la profe Nancy Ulloa de Futrono, me invitó, me vio que era más alto que el resto y ahí empecé a moverme", recordó. Su trayectoria lo llevó a Valdivia, donde se involucró de lleno en el deporte con el club Las Ánimas desde 2009, llegando incluso a la Liga Nacional. En 2022, se unió a Deportivo Osorno, equipo al que regresó este año en circunstancias totalmente distintas.
El diagnóstico de cáncer llegó de manera abrupta el 10 de enero. "Fue de un rato para otro. En una semana, por ejemplo, estaba diagnosticado, operado. Entonces, como que no me dio tiempo ni de asimilar lo que estaba pasando", explicó Guzmán, describiendo el impacto psicológico. La palabra cáncer, según sus propias palabras, lo dejó "flotando", sin entender por qué a él, un deportista sano. "Realmente, por lo que me pasó, por lo menos a mí no hay explicación, al cáncer que me dio no hay como una explicación de decirte 'ya es por la alimentación, es por esto', sino que te toca nomás", reflexionó. Sin embargo, optó por no darle muchas vueltas al asunto, comprendiendo que debía afrontarlo con todas sus fuerzas.
La incertidumbre de la primera semana tras el diagnóstico fue lo más difícil mentalmente, pero una vez que tuvo los exámenes definitivos, decidió luchar. "Cuando uno está bien o sano, se preocupa por cosas que a veces son como innecesarias, pero cuando uno está enfermo, o en mi caso, yo lo único que quería era estar sano", enfatizó, valorando la salud por encima de todo.
Su retorno a las canchas fue un desafío monumental, especialmente cuando le indicaron que debía someterse a quimioterapia. "Me dijeron de partida un mes sin hacer nada. Y yo le dije a la oncóloga, 'no, cero posibilidad, cero posibilidad'", reveló, dada su rutina activa que comienza a las 5 de la mañana. Pese a las recomendaciones, el "Koke" logró un acuerdo para reposar solo dos semanas, y luego, con mascarilla, regresó a jugar. "Yo no tenía que haber jugado como en uno o dos meses ni haberme movido", admitió, explicando que los primeros partidos los jugó con mascarilla, lo que generaba extrañeza entre los asistentes a la Liga SAESA. Su dedicación era tal que, a pesar de las limitaciones físicas y el riesgo de golpes, se lanzaba al piso durante los partidos.
El básquetbol, más allá de la exigencia física, se convirtió en una valiosa herramienta de distracción mental. "El básquet me ayudó harto a distraerme del tema que es el cáncer en sí, porque más que físicamente, por lo menos, a mí la mente es lo que te juega bastante en contra", confesó. El apoyo de su círculo cercano, aunque él sea reservado, fue crucial. "Es bueno sentir a veces, cuando uno está en un hoyo tan oscuro, sentir el apoyo de la gente, es muy bueno", aseveró. La perseverancia y el trabajo duro, valores intrínsecos del deporte y de su crianza en el campo, fueron fundamentales para superar los momentos de mayor oscuridad.
Hubo un punto en el que el desgaste físico por la quimioterapia le hizo pedir un parón de dos semanas. "Como el cuerpo no me daba con la quimio, me estaba frustrando mucho, entonces fue como 'necesito un descanso'", detalló. Tras ese receso necesario, su rendimiento y ánimo mejoraron notablemente, permitiéndole retomar los partidos casi por completo.
Jorge Guzmán ve su recuperación como una "segunda oportunidad" en la vida. "Hay gente que no la cuenta. Siempre hay alguien peor, lamentablemente, y yo que viví el tema en el hospital del cáncer, siempre hay alguien que estaba mucho más grave", manifestó, valorando el apoyo que recibió, a diferencia de muchos otros pacientes. Esta experiencia le ha enseñado a apreciar lo intangible. "Hay cosas que la plata o que lo material no cubre", enfatizó, instando a las personas a darse tiempo para vivir y disfrutar, y a no postergar lo importante.
Su mensaje para quienes atraviesan momentos difíciles es claro: "Lo primero es darse el tiempo de sentir todo el proceso. Darse el tiempo de sentirse mal, porque muchas veces uno dice 'no, es que hay que ser positivo', pero a veces uno se engaña". Recomienda vivir el proceso, sentir el apoyo de los cercanos, y sobre todo, "lucharle a la vida" sin darse por vencido, permitiéndose incluso "llorar si es necesario" o "mandar todo a la chucha cuando se puede". Para el "Koke", es esencial darse una pausa cuando uno se siente colapsado, respirar y luego retomar con más fuerza.
Enfocado en el futuro, el "Koke" tiene como principal objetivo recuperar el 100% de su condición física, seguir entrenando y estar siempre preparado. Agradeció profundamente a su familia, al club Deportivo Osorno por su apoyo incondicional y por haberlo convocado a pesar de su condición de salud, a los dirigentes, a su entrenadores como Marcelo, a sus compañeros, amigos, y a la profesora Nancy Ulloa, quien lo introdujo en el básquetbol. "Es súper importante sentir el apoyo, la comprensión de la gente igual, que en momentos como estos es necesario", concluyó Guzmán, visiblemente emocionado y agradecido por esta nueva oportunidad que la vida le ha brindado.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
Jorge Guzmán, conocido como "Koke" en el ámbito deportivo, un basquetbolista clave de Deportivo Osorno y profesor de educación física, ha compartido su conmovedora experiencia tras ser diagnosticado con un cáncer a principios de año. A pesar de la repentina y drástica noticia, Guzmán enfrentó la enfermedad con una determinación inquebrantable, sometiéndose a una cirugía y, contra todo pronóstico médico, logrando regresar a las canchas para continuar su pasión por el básquetbol. Su historia se ha convertido en un potente testimonio de superación y una fuente de inspiración para quienes enfrentan adversidades.
El "Koke" dialogó con Paislobo Prensa desde la cafetería Chilcos en Osorno, donde relató los momentos más complejos de su enfermedad y cómo el deporte fue un pilar fundamental en su recuperación. "Para alguien que es deportista y, por lo menos yo, nunca he estado enfermo, es una situación que te choca, pero aquí estamos, la estamos luchando y mejor ya, que es lo importante", afirmó Guzmán, visiblemente más tranquilo.
El deportista, oriundo de Loncopán, un sector rural cercano a Futrono, Valdivia, descubrió el básquetbol por casualidad. "Salí al básquet por coincidencias de la vida. Una profesora, la profe Nancy Ulloa de Futrono, me invitó, me vio que era más alto que el resto y ahí empecé a moverme", recordó. Su trayectoria lo llevó a Valdivia, donde se involucró de lleno en el deporte con el club Las Ánimas desde 2009, llegando incluso a la Liga Nacional. En 2022, se unió a Deportivo Osorno, equipo al que regresó este año en circunstancias totalmente distintas.
El diagnóstico de cáncer llegó de manera abrupta el 10 de enero. "Fue de un rato para otro. En una semana, por ejemplo, estaba diagnosticado, operado. Entonces, como que no me dio tiempo ni de asimilar lo que estaba pasando", explicó Guzmán, describiendo el impacto psicológico. La palabra cáncer, según sus propias palabras, lo dejó "flotando", sin entender por qué a él, un deportista sano. "Realmente, por lo que me pasó, por lo menos a mí no hay explicación, al cáncer que me dio no hay como una explicación de decirte 'ya es por la alimentación, es por esto', sino que te toca nomás", reflexionó. Sin embargo, optó por no darle muchas vueltas al asunto, comprendiendo que debía afrontarlo con todas sus fuerzas.
La incertidumbre de la primera semana tras el diagnóstico fue lo más difícil mentalmente, pero una vez que tuvo los exámenes definitivos, decidió luchar. "Cuando uno está bien o sano, se preocupa por cosas que a veces son como innecesarias, pero cuando uno está enfermo, o en mi caso, yo lo único que quería era estar sano", enfatizó, valorando la salud por encima de todo.
Su retorno a las canchas fue un desafío monumental, especialmente cuando le indicaron que debía someterse a quimioterapia. "Me dijeron de partida un mes sin hacer nada. Y yo le dije a la oncóloga, 'no, cero posibilidad, cero posibilidad'", reveló, dada su rutina activa que comienza a las 5 de la mañana. Pese a las recomendaciones, el "Koke" logró un acuerdo para reposar solo dos semanas, y luego, con mascarilla, regresó a jugar. "Yo no tenía que haber jugado como en uno o dos meses ni haberme movido", admitió, explicando que los primeros partidos los jugó con mascarilla, lo que generaba extrañeza entre los asistentes a la Liga SAESA. Su dedicación era tal que, a pesar de las limitaciones físicas y el riesgo de golpes, se lanzaba al piso durante los partidos.
El básquetbol, más allá de la exigencia física, se convirtió en una valiosa herramienta de distracción mental. "El básquet me ayudó harto a distraerme del tema que es el cáncer en sí, porque más que físicamente, por lo menos, a mí la mente es lo que te juega bastante en contra", confesó. El apoyo de su círculo cercano, aunque él sea reservado, fue crucial. "Es bueno sentir a veces, cuando uno está en un hoyo tan oscuro, sentir el apoyo de la gente, es muy bueno", aseveró. La perseverancia y el trabajo duro, valores intrínsecos del deporte y de su crianza en el campo, fueron fundamentales para superar los momentos de mayor oscuridad.
Hubo un punto en el que el desgaste físico por la quimioterapia le hizo pedir un parón de dos semanas. "Como el cuerpo no me daba con la quimio, me estaba frustrando mucho, entonces fue como 'necesito un descanso'", detalló. Tras ese receso necesario, su rendimiento y ánimo mejoraron notablemente, permitiéndole retomar los partidos casi por completo.
Jorge Guzmán ve su recuperación como una "segunda oportunidad" en la vida. "Hay gente que no la cuenta. Siempre hay alguien peor, lamentablemente, y yo que viví el tema en el hospital del cáncer, siempre hay alguien que estaba mucho más grave", manifestó, valorando el apoyo que recibió, a diferencia de muchos otros pacientes. Esta experiencia le ha enseñado a apreciar lo intangible. "Hay cosas que la plata o que lo material no cubre", enfatizó, instando a las personas a darse tiempo para vivir y disfrutar, y a no postergar lo importante.
Su mensaje para quienes atraviesan momentos difíciles es claro: "Lo primero es darse el tiempo de sentir todo el proceso. Darse el tiempo de sentirse mal, porque muchas veces uno dice 'no, es que hay que ser positivo', pero a veces uno se engaña". Recomienda vivir el proceso, sentir el apoyo de los cercanos, y sobre todo, "lucharle a la vida" sin darse por vencido, permitiéndose incluso "llorar si es necesario" o "mandar todo a la chucha cuando se puede". Para el "Koke", es esencial darse una pausa cuando uno se siente colapsado, respirar y luego retomar con más fuerza.
Enfocado en el futuro, el "Koke" tiene como principal objetivo recuperar el 100% de su condición física, seguir entrenando y estar siempre preparado. Agradeció profundamente a su familia, al club Deportivo Osorno por su apoyo incondicional y por haberlo convocado a pesar de su condición de salud, a los dirigentes, a su entrenadores como Marcelo, a sus compañeros, amigos, y a la profesora Nancy Ulloa, quien lo introdujo en el básquetbol. "Es súper importante sentir el apoyo, la comprensión de la gente igual, que en momentos como estos es necesario", concluyó Guzmán, visiblemente emocionado y agradecido por esta nueva oportunidad que la vida le ha brindado.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó