La coordinación provincial y la inversión con sentido

Francisco Reyes
Por Francisco Reyes C. Consejero Regional Los Lagos.

Los bajos porcentajes proyectados de asignación del presupuesto regional para la provincia de Osorno en 2026 no son sólo una cifra, son una llamada de atención urgente. Esta realidad nos exige tomar acciones concretas y ejercer un liderazgo técnico-político local e integral. La necesidad de coordinar la inversión regional y sectorial es imperante, demandando acciones públicas eficientes y eficaces en tiempos presupuestarios acotados y requerimiento de una visión de futuro clara.

Una cosa es la constante demanda al nivel central por mayor presupuesto regional, que históricamente no crece, y la búsqueda de una autonomía fiscal y administrativa propia de una real descentralización. Otra, distinta pero intrínsecamente ligada, es que en lo local demostremos nuestra capacidad para planificar estratégicamente. Necesitamos vincular nuestra unidad provincial a sus principales demandas y oportunidades, cohesionarnos en un propósito común, y colaborar para que la inversión actual tenga sentido y coherencia estratégica.

Los fondos provenientes de Ministerios y la colaboración interministerial para proyectos sectoriales de envergadura, como los contenidos en el convenio de "Ciudades Más Humanas", deben empujarse para su materialización y complementar lo que puede hacer el Fondo Nacional de Desarrollo Regional. Existe una mirada compartida: lo sectorial y lo regional no pueden duplicar esfuerzos ni dirigir idénticos propósitos. Además, toda inversión debe estar encadenada, no solo desde los instrumentos de planificación subnacional -regional y comunal- sino también desde la revisión y definición de quienes formulan las iniciativas para este fondo regional complementario.

En la reciente revisión del Consejo Regional en Osorno referido a carteras de proyectos comunales de 2025 y para 2026, identificamos carencias técnicas en la mayoría de las comunas. Aún más preocupante es la ausencia de conexión de la inversión con las realidades compartidas de nuestro territorio, algo que a veces parece olvidarse en las decisiones. Por ello, de la demanda de coordinación surge una gran oportunidad de articulación: las asociaciones de municipios pueden ir más allá de administrar problemas comunes, como los residuos domiciliarios, y pasar a coordinar la demanda de inversión estratégica.

La migración ciudad-campo ha generado problemas emergentes relacionados con el agua, caminos, movilidad y la calidad de vida de quienes transitan entre lo urbano y lo rural, a diario. La urgencia de establecer cooperación y propiciar la colaboración pública y privada podría generar un cambio de eje fundamental. Nuestra identidad histórica demanda coordinación, visión, planificación y una acción decidida.

En escenarios centralistas invariables y diagnósticos locales poco cambiantes año a año, nadie sobra. La inversión con sentido local requiere de conversación, gestión y seguimiento público, con roles claros desde el nivel central hasta el subnacional. Cada voluntad es necesaria.



Fuente información: vecinoreyes@gmail.com
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