Víctima de violencia extrema vive escondida por amenazas de muerte
Mujer osornina clama por justicia ante constantes amenazas, acoso y revictimización por parte de su ex pareja, quien la ha dejado sin trabajo ni vida social, mientras el sistema judicial no actúa a pesar de múltiples denuncias y antecedentes de otras víctimas.
Una mujer residente en Osorno, vive en constante temor y oculta, denunciando la inacción de la justicia chilena frente a las graves amenazas de muerte y el acoso sistemático que sufre por parte de su ex pareja, identificado solo con el nombre de pila Hugo. La situación de Macarena, quien ha perdido su trabajo y su círculo social debido a la campaña de difamación y abuso psicológico de su agresor, ha sido incluso expuesta en un canal de televisión nacional, Chilevisión, evidenciando la desesperación que la aqueja.
La víctima relató la compleja situación que atraviesa, manifestando un miedo persistente a salir a la calle y a retomar su vida. "Perdí todo, trabajo, familia, amigos, amistades, porque una persona enferma publicó cosas de mí, me abusó", afirmó Macarena (nombre ficticio). A pesar de haber denunciado en reiteradas ocasiones ante las autoridades competentes, incluyendo Carabineros, PDI y Fiscalía, asegura que "no pasa nada". El único apoyo concreto que ha recibido proviene de SernamEG Osorno, entidad que, según sus palabras, "ha sido la única entidad que me ha ayudado, de verdad". Macarena lamenta la falta de recursos y apoyo hacia las víctimas de violencia de género, señalando que "no podemos seguir haciendo nuestra vida. Tenemos que vivir con miedo. Estos hombres andan como si nada trabajando, siguen acosándonos, maltratándonos psicológicamente y nosotras somos las culpables. Nos sentimos como nosotras las delincuentes. Juzgadas igual por la sociedad".
La relación entre Macarena y Hugo duró apenas cuatro meses y se inició a través de Facebook. Sin embargo, lo que comenzó como un vínculo virtual rápidamente escaló a un patrón de "maltrato habitual, psicológico, físico, emocional, hasta llegar a un abuso". A pesar de la creencia popular de que las víctimas de relaciones iniciadas en redes sociales se exponen a mayores riesgos, Macarena enfatiza que "nadie está libre de eso", e insta a prestar atención a las señales de violencia en el pololeo para evitar situaciones similares.
Actualmente, Macarena vive escondida, temiendo por su vida hasta que no se dicten medidas cautelares efectivas o su agresor sea privado de libertad. "Recibo constantemente amenazas todos los días, por correo, transferencias. Él sigue publicando que se va a vengar de mí, que viene a Osorno a atacarme", detalló. La falta de respuesta judicial la ha llevado a cuestionar: "¿Qué esperan que que una mujer muera, otro femicidio más, para recién ahí decir, 'Pucha, hicimos las cosas mal'". Incluso, la situación la ha empujado a considerar atentar contra su propia vida debido al acoso constante y la exposición pública de su información íntima.
El agresor no solo ha hackeado sus cuentas, incluyendo la Clave Única y la bancaria, sino que también ha realizado reclamos en su trabajo haciéndose pasar por ella, lo que derivó en su despido. Además, realiza transferencias de un peso a su cuenta RUT diariamente, un acto que, aunque monetariamente insignificante, ella interpreta como una forma de humillación y de recordarle su presencia constante. "Cuando él me transfiere un peso me quiere demostrar que me humilla, como que yo no valgo nada", explicó.
Macarena no es la única víctima de este individuo. Se ha contactado con otras mujeres que han sufrido situaciones similares, quienes también viven ocultas o han intentado atentar contra su vida debido al hostigamiento. Muchas de ellas, por miedo y desconfianza en el sistema, han optado por no seguir con las denuncias. Según Macarena, este hombre, que trabaja en el Transantiago en Santiago, "siempre repite la misma conducta con todas sus parejas" y se hace la víctima para desacreditarlas.
La afectada hace un llamado urgente a la justicia para que se emitan las medidas cautelares necesarias, que se investiguen a fondo las denuncias, incluyendo la revisión del computador y teléfonos de Hugo, donde afirma que se encontraría evidencia crucial. "Es un hombre enfermo, depredador sexual, que es capaz de de abusar de cualquier persona. A mí me abusó, siendo que yo era su pareja y tengo 32 años", puntualizó. Macarena, que se encuentra bajo tratamiento psicológico y cuenta con el apoyo de su familia y SernamEG Osorno, espera que su caso impulse una acción más rápida y efectiva del sistema judicial chileno para evitar que se sume a la lamentable estadística de femicidios en el país.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó
Una mujer residente en Osorno, vive en constante temor y oculta, denunciando la inacción de la justicia chilena frente a las graves amenazas de muerte y el acoso sistemático que sufre por parte de su ex pareja, identificado solo con el nombre de pila Hugo. La situación de Macarena, quien ha perdido su trabajo y su círculo social debido a la campaña de difamación y abuso psicológico de su agresor, ha sido incluso expuesta en un canal de televisión nacional, Chilevisión, evidenciando la desesperación que la aqueja.
La víctima relató la compleja situación que atraviesa, manifestando un miedo persistente a salir a la calle y a retomar su vida. "Perdí todo, trabajo, familia, amigos, amistades, porque una persona enferma publicó cosas de mí, me abusó", afirmó Macarena (nombre ficticio). A pesar de haber denunciado en reiteradas ocasiones ante las autoridades competentes, incluyendo Carabineros, PDI y Fiscalía, asegura que "no pasa nada". El único apoyo concreto que ha recibido proviene de SernamEG Osorno, entidad que, según sus palabras, "ha sido la única entidad que me ha ayudado, de verdad". Macarena lamenta la falta de recursos y apoyo hacia las víctimas de violencia de género, señalando que "no podemos seguir haciendo nuestra vida. Tenemos que vivir con miedo. Estos hombres andan como si nada trabajando, siguen acosándonos, maltratándonos psicológicamente y nosotras somos las culpables. Nos sentimos como nosotras las delincuentes. Juzgadas igual por la sociedad".
La relación entre Macarena y Hugo duró apenas cuatro meses y se inició a través de Facebook. Sin embargo, lo que comenzó como un vínculo virtual rápidamente escaló a un patrón de "maltrato habitual, psicológico, físico, emocional, hasta llegar a un abuso". A pesar de la creencia popular de que las víctimas de relaciones iniciadas en redes sociales se exponen a mayores riesgos, Macarena enfatiza que "nadie está libre de eso", e insta a prestar atención a las señales de violencia en el pololeo para evitar situaciones similares.
Actualmente, Macarena vive escondida, temiendo por su vida hasta que no se dicten medidas cautelares efectivas o su agresor sea privado de libertad. "Recibo constantemente amenazas todos los días, por correo, transferencias. Él sigue publicando que se va a vengar de mí, que viene a Osorno a atacarme", detalló. La falta de respuesta judicial la ha llevado a cuestionar: "¿Qué esperan que que una mujer muera, otro femicidio más, para recién ahí decir, 'Pucha, hicimos las cosas mal'". Incluso, la situación la ha empujado a considerar atentar contra su propia vida debido al acoso constante y la exposición pública de su información íntima.
El agresor no solo ha hackeado sus cuentas, incluyendo la Clave Única y la bancaria, sino que también ha realizado reclamos en su trabajo haciéndose pasar por ella, lo que derivó en su despido. Además, realiza transferencias de un peso a su cuenta RUT diariamente, un acto que, aunque monetariamente insignificante, ella interpreta como una forma de humillación y de recordarle su presencia constante. "Cuando él me transfiere un peso me quiere demostrar que me humilla, como que yo no valgo nada", explicó.
Macarena no es la única víctima de este individuo. Se ha contactado con otras mujeres que han sufrido situaciones similares, quienes también viven ocultas o han intentado atentar contra su vida debido al hostigamiento. Muchas de ellas, por miedo y desconfianza en el sistema, han optado por no seguir con las denuncias. Según Macarena, este hombre, que trabaja en el Transantiago en Santiago, "siempre repite la misma conducta con todas sus parejas" y se hace la víctima para desacreditarlas.
La afectada hace un llamado urgente a la justicia para que se emitan las medidas cautelares necesarias, que se investiguen a fondo las denuncias, incluyendo la revisión del computador y teléfonos de Hugo, donde afirma que se encontraría evidencia crucial. "Es un hombre enfermo, depredador sexual, que es capaz de de abusar de cualquier persona. A mí me abusó, siendo que yo era su pareja y tengo 32 años", puntualizó. Macarena, que se encuentra bajo tratamiento psicológico y cuenta con el apoyo de su familia y SernamEG Osorno, espera que su caso impulse una acción más rápida y efectiva del sistema judicial chileno para evitar que se sume a la lamentable estadística de femicidios en el país.
Fuente información: Álvaro Torres Riobó