Confirman que 5 marcas de conservas chinas venden caballa en lugar de jurel
La Seremi de Salud de la Región Metropolitana confirmó este viernes 22 de agosto, tras una investigación iniciada por una denuncia de pescadores industriales, que las marcas Acuenta, Barquito, Novamar, Coliseo y Unimarc comercializan conservas de caballa etiquetadas como jurel. La autoridad sanitaria, basándose en análisis de ADN realizados por el INTA de la Universidad de Chile, instruyó el retiro o reetiquetado de los productos e inició sumarios sanitarios que podrían derivar en multas de hasta 1.000 UTM por infracción.
La Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud de la Región Metropolitana puso fin a meses de incertidumbre y confirmó oficialmente este viernes 22 de agosto que cinco marcas de conservas importadas desde China, y vendidas masivamente en el país, contienen caballa (Scomber spp.) y no jurel (Trachurus murphyi), como se indica en sus etiquetas.
En un punto de prensa, la Seremi (S) de Salud RM, Alejandra Hernández, en conjunto con el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, detalló los resultados de la investigación. Las marcas fiscalizadas que incurren en esta irregularidad son Acuenta, Barquito, Novamar, Coliseo y Unimarc. Adicionalmente, se informó que a la marca La Mar se le rechazó la importación de sus productos como jurel, obligando al reetiquetado de los lotes ya distribuidos. En contraste, el análisis arrojó que solo dos marcas de origen nacional, San José y Único, contienen auténtico jurel chileno.
La confirmación se basó en un riguroso análisis de secuenciación de ADN, realizado en el Laboratorio de Genómica y Genética de Interacciones Biológicas del INTA. Esta prueba científica determinó de manera concluyente que la especie contenida en las latas no correspondía a la declarada, constituyendo una violación a la normativa vigente. "Este mal etiquetado es ilegal", sentenció Hernández, enfatizando que la medida busca proteger el derecho de los consumidores a recibir información veraz sobre los productos que adquieren.
Como consecuencia directa, la autoridad sanitaria instruyó a las empresas responsables el retiro inmediato de los productos del mercado o su correcto reetiquetado. Paralelamente, se iniciaron los correspondientes sumarios sanitarios, procesos que podrían culminar con la aplicación de multas de hasta 1.000 UTM (aproximadamente $68,6 millones de pesos) por cada infracción detectada.
El caso se originó el pasado 21 de julio de 2025, cuando la Asociación de Pescadores Industriales del Bío Bío presentó una denuncia formal ante la misma Seremi de Salud. En su acusación, apuntaron a cuatro de las marcas ahora confirmadas (Coliseo, Acuenta, Barquito y Novamar), advirtiendo sobre un posible fraude que afectaría a más de 30 millones de latas que componen casi la mitad del mercado nacional.
Los pescadores argumentaron que estos productos, presentes en supermercados, almacenes e incluso en programas de alimentación escolar y ayuda estatal, representaban una competencia desleal y un engaño al consumidor. Un estudio previo de la Pontificia Universidad Católica (DICTUC), que analizó 200 muestras, ya había detectado diferencias morfológicas y mezclas de especies no declaradas en una misma marca.
La denuncia también alertó sobre las diferencias nutricionales: los productos falsificados presentan un 18% más de sodio, un 51,4% más de grasa y un 13,2% menos de proteína en comparación con el jurel chileno, un alimento clave en la dieta de miles de familias, especialmente en segmentos vulnerables. En su momento, la empresa Innova, propietaria de la marca Barquito, desestimó la denuncia calificándola como un intento de bloquear la competencia de productos importados.
Este caso ha puesto de relieve las debilidades en la fiscalización y trazabilidad de los alimentos importados, abriendo un debate sobre la seguridad alimentaria y la transparencia en la información entregada a los consumidores.
Fuente información: Seremi de Salud de la Región Metropolitana
La Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud de la Región Metropolitana puso fin a meses de incertidumbre y confirmó oficialmente este viernes 22 de agosto que cinco marcas de conservas importadas desde China, y vendidas masivamente en el país, contienen caballa (Scomber spp.) y no jurel (Trachurus murphyi), como se indica en sus etiquetas.
En un punto de prensa, la Seremi (S) de Salud RM, Alejandra Hernández, en conjunto con el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, detalló los resultados de la investigación. Las marcas fiscalizadas que incurren en esta irregularidad son Acuenta, Barquito, Novamar, Coliseo y Unimarc. Adicionalmente, se informó que a la marca La Mar se le rechazó la importación de sus productos como jurel, obligando al reetiquetado de los lotes ya distribuidos. En contraste, el análisis arrojó que solo dos marcas de origen nacional, San José y Único, contienen auténtico jurel chileno.
La confirmación se basó en un riguroso análisis de secuenciación de ADN, realizado en el Laboratorio de Genómica y Genética de Interacciones Biológicas del INTA. Esta prueba científica determinó de manera concluyente que la especie contenida en las latas no correspondía a la declarada, constituyendo una violación a la normativa vigente. "Este mal etiquetado es ilegal", sentenció Hernández, enfatizando que la medida busca proteger el derecho de los consumidores a recibir información veraz sobre los productos que adquieren.
Como consecuencia directa, la autoridad sanitaria instruyó a las empresas responsables el retiro inmediato de los productos del mercado o su correcto reetiquetado. Paralelamente, se iniciaron los correspondientes sumarios sanitarios, procesos que podrían culminar con la aplicación de multas de hasta 1.000 UTM (aproximadamente $68,6 millones de pesos) por cada infracción detectada.
El caso se originó el pasado 21 de julio de 2025, cuando la Asociación de Pescadores Industriales del Bío Bío presentó una denuncia formal ante la misma Seremi de Salud. En su acusación, apuntaron a cuatro de las marcas ahora confirmadas (Coliseo, Acuenta, Barquito y Novamar), advirtiendo sobre un posible fraude que afectaría a más de 30 millones de latas que componen casi la mitad del mercado nacional.
Los pescadores argumentaron que estos productos, presentes en supermercados, almacenes e incluso en programas de alimentación escolar y ayuda estatal, representaban una competencia desleal y un engaño al consumidor. Un estudio previo de la Pontificia Universidad Católica (DICTUC), que analizó 200 muestras, ya había detectado diferencias morfológicas y mezclas de especies no declaradas en una misma marca.
La denuncia también alertó sobre las diferencias nutricionales: los productos falsificados presentan un 18% más de sodio, un 51,4% más de grasa y un 13,2% menos de proteína en comparación con el jurel chileno, un alimento clave en la dieta de miles de familias, especialmente en segmentos vulnerables. En su momento, la empresa Innova, propietaria de la marca Barquito, desestimó la denuncia calificándola como un intento de bloquear la competencia de productos importados.
Este caso ha puesto de relieve las debilidades en la fiscalización y trazabilidad de los alimentos importados, abriendo un debate sobre la seguridad alimentaria y la transparencia en la información entregada a los consumidores.
Fuente información: Seremi de Salud de la Región Metropolitana