¿Hay grietas en el Vaticano?

Fuente: Beatriz Díez Hernando - Radio Nederland Wereldomroep.
La aclaración concedida por el Vaticano sobre el vínculo que el cardenal Bertone establece entre pedofilia y homosexualidad delata la incapacidad de la Iglesia Católica de responder adecuadamente a los casos de abusos de menores.
Entre tanto, algunas voces empiezan a hablar de una crisis sin precedentes en el seno de la Iglesia Católica.
El pasado miércoles, el portavoz del Papa Benedicto XVI, Federico Lombardi, quiso aclarar las declaraciones hechas el lunes por el cardenal Tarcisio Bertone, quien, durante un acto público en Chile, relacionó homosexualidad y pedofilia.
Escuche la entrevista con el sacerdote Theo Beusink:
Según el Vaticano, para vincular la pedofilia entre los sacerdotes con la homosexualidad y descartar que se trate de una repercusión del celibato impuesto a los curas por el culto católico romano, el cardenal Bertone se basó en un estudio interno.
"Las autoridades eclesiásticas consideran que no son competentes sobre temas de carácter médico y psicológico y, por ese motivo, citan los estudios especializados y las investigaciones en curso sobre el tema," señaló Lombardi.
En entrevista concedida a Radio Nederland, el padre holandés Theo Beusink considera estas declaraciones como insuficientes. “No se niega lo que ha dicho el cardenal Bertone, se da un giro a las palabras, pero no se dice que esto no se puede aceptar,” subraya.
Estupor e indignación
Las reacciones a las palabras del cardenal Bertone fueron de estupor e indignación y no procedieron únicamente de defensores de los derechos de la comunidad LGBT (de homosexuales, bisexuales y transexuales). Entre las reacciones más fuertes contra las palabras de Bertone figuró la de Francia, país que condenó este miércoles la "amalgama inaceptable" entre pedofilia y homosexualidad.
Según Theo Beusink, afirmaciones como las del cardenal Bertone provienen de cierta corriente de pensamiento que cree que la homosexualidad es una enfermedad o vicio. Para quienes consideramos que la homosexualidad no es una enfermedad ni un vicio, dice el padre Beusink, no hay sitio para declaraciones como las del cardenal Bertone.
Crisis en el Vaticano
La controversia causada por las palabras de Bertone es un elemento más que se suma a la crisis en la que se encuentra la Iglesia católica, cuya jerarquía parece hasta ahora incapaz de dar una respuesta satisfactoria al escándalo por los casos de abusos a menores cometidos en su seno.
"Reina en este momento una gran confusión en la Iglesia, señal de gran debilidad," aseguró Francesco Merlo en un editorial publicado en primera página del diario italiano La Repubblica. "Todos sabemos, tanto Bertone como el clero de Roma, que la pedofilia es un delito, un feroz abuso y que la homosexualidad, por decisión propia o impuesta por la naturaleza, es tan legítima como la heterosexualidad," escribió Merlo y añadió: "Digamos la verdad: no estamos acostumbrados a una Iglesia sin rumbo, perdida frente a los esqueletos en el armario".
Por su parte, el vaticanista Bruno Bartolini asegura que el Vaticano está acorralado ante los escándalos. Bartolini es uno de los expertos que consideran que al Papa le ha llegado la hora de convocar a los cardenales de todo el mundo para debatir el problema y definir una línea de conducta común y clara.
En esta línea, el diario español El País publica una carta abierta del teólogo suizo Hans Küng dirigida a todos los obispos, en la que desarrolla todos los puntos en los que, en su opinión, está fallando el pontificado de Benedicto XVI. Küng califica de oportunidades perdidas todos los desencuentros que ha tenido el Papa desde su llegada al Vaticano, hace ahora cinco años, con otros grupos como los judíos, los musulmanes o los pueblos originarios de América Latina, y propone a los obispos del mundo que tomen las riendas para emprender una reforma seria de la Iglesia Católica.
Solidaridad con las víctimas
Los casos de abusos a menores en instituciones vinculadas con la Iglesia Católica en Holanda se empezaron a conocer hace unas semanas. Al preguntársele sobre este tema, el padre Theo Beusink cuenta a Radio Nederland que durante sus años en el Seminario él conoció el caso de un sacerdote que abusó de un monaguillo.
Beusink considera que, en aquel entonces, nadie pensó en el monaguillo, en la víctima, sino en “el compañero que no había sabido integrar el celibato en su sacerdocio”. Ahora, el padre Beusink dice que ya ha cambiado su mirada y puede ver a las víctimas, y cree que esto es lo que debería hacer la jerarquía eclesiástica.
El padre Beusink cree que el mea culpa entonado hasta ahora por algunos representantes del Vaticano es superficial e insuficiente; en su opinión, es necesario un cambio de mentalidad.
La aclaración concedida por el Vaticano sobre el vínculo que el cardenal Bertone establece entre pedofilia y homosexualidad delata la incapacidad de la Iglesia Católica de responder adecuadamente a los casos de abusos de menores.
Entre tanto, algunas voces empiezan a hablar de una crisis sin precedentes en el seno de la Iglesia Católica.
El pasado miércoles, el portavoz del Papa Benedicto XVI, Federico Lombardi, quiso aclarar las declaraciones hechas el lunes por el cardenal Tarcisio Bertone, quien, durante un acto público en Chile, relacionó homosexualidad y pedofilia.
Escuche la entrevista con el sacerdote Theo Beusink:
Según el Vaticano, para vincular la pedofilia entre los sacerdotes con la homosexualidad y descartar que se trate de una repercusión del celibato impuesto a los curas por el culto católico romano, el cardenal Bertone se basó en un estudio interno.
"Las autoridades eclesiásticas consideran que no son competentes sobre temas de carácter médico y psicológico y, por ese motivo, citan los estudios especializados y las investigaciones en curso sobre el tema," señaló Lombardi.
En entrevista concedida a Radio Nederland, el padre holandés Theo Beusink considera estas declaraciones como insuficientes. “No se niega lo que ha dicho el cardenal Bertone, se da un giro a las palabras, pero no se dice que esto no se puede aceptar,” subraya.
Estupor e indignación
Las reacciones a las palabras del cardenal Bertone fueron de estupor e indignación y no procedieron únicamente de defensores de los derechos de la comunidad LGBT (de homosexuales, bisexuales y transexuales). Entre las reacciones más fuertes contra las palabras de Bertone figuró la de Francia, país que condenó este miércoles la "amalgama inaceptable" entre pedofilia y homosexualidad.
Según Theo Beusink, afirmaciones como las del cardenal Bertone provienen de cierta corriente de pensamiento que cree que la homosexualidad es una enfermedad o vicio. Para quienes consideramos que la homosexualidad no es una enfermedad ni un vicio, dice el padre Beusink, no hay sitio para declaraciones como las del cardenal Bertone.
Crisis en el Vaticano
La controversia causada por las palabras de Bertone es un elemento más que se suma a la crisis en la que se encuentra la Iglesia católica, cuya jerarquía parece hasta ahora incapaz de dar una respuesta satisfactoria al escándalo por los casos de abusos a menores cometidos en su seno.
"Reina en este momento una gran confusión en la Iglesia, señal de gran debilidad," aseguró Francesco Merlo en un editorial publicado en primera página del diario italiano La Repubblica. "Todos sabemos, tanto Bertone como el clero de Roma, que la pedofilia es un delito, un feroz abuso y que la homosexualidad, por decisión propia o impuesta por la naturaleza, es tan legítima como la heterosexualidad," escribió Merlo y añadió: "Digamos la verdad: no estamos acostumbrados a una Iglesia sin rumbo, perdida frente a los esqueletos en el armario".
Por su parte, el vaticanista Bruno Bartolini asegura que el Vaticano está acorralado ante los escándalos. Bartolini es uno de los expertos que consideran que al Papa le ha llegado la hora de convocar a los cardenales de todo el mundo para debatir el problema y definir una línea de conducta común y clara.
En esta línea, el diario español El País publica una carta abierta del teólogo suizo Hans Küng dirigida a todos los obispos, en la que desarrolla todos los puntos en los que, en su opinión, está fallando el pontificado de Benedicto XVI. Küng califica de oportunidades perdidas todos los desencuentros que ha tenido el Papa desde su llegada al Vaticano, hace ahora cinco años, con otros grupos como los judíos, los musulmanes o los pueblos originarios de América Latina, y propone a los obispos del mundo que tomen las riendas para emprender una reforma seria de la Iglesia Católica.
Solidaridad con las víctimas
Los casos de abusos a menores en instituciones vinculadas con la Iglesia Católica en Holanda se empezaron a conocer hace unas semanas. Al preguntársele sobre este tema, el padre Theo Beusink cuenta a Radio Nederland que durante sus años en el Seminario él conoció el caso de un sacerdote que abusó de un monaguillo.
Beusink considera que, en aquel entonces, nadie pensó en el monaguillo, en la víctima, sino en “el compañero que no había sabido integrar el celibato en su sacerdocio”. Ahora, el padre Beusink dice que ya ha cambiado su mirada y puede ver a las víctimas, y cree que esto es lo que debería hacer la jerarquía eclesiástica.
El padre Beusink cree que el mea culpa entonado hasta ahora por algunos representantes del Vaticano es superficial e insuficiente; en su opinión, es necesario un cambio de mentalidad.