JUNJI: el primer paso, el más importante

Por: María Paz Martínez - Directora Regional JUNJI.

Hace 42 años en el mes de Abril, nació la Junta Nacional de Jardines Infantiles, JUNJI, como órgano del Estado responsable de la educación inicial y de fijar la política de atención integral de los niños y niñas del país, convirtiéndose en un hecho inédito en América Latina. La institución asumió un rol muy dinámico y proactivo en función de aportar con su conocimiento y experiencia al perfeccionamiento de la política de educación en la primera infancia en Chile.

JUNJI nació de un grupo de visionarios que respondió al anhelo de muchas mujeres que, dada la coyuntura de época, deseaban integrarse al mundo del trabajo para poder desarrollarse en forma más autónoma y libre, pero a la vez continuar con la protección y educación de sus hijos.

Hoy podemos decir con orgullo lo mucho que hemos avanzado. Es el momento oportuno para dar gracias a Dios por tantos hombres y mujeres que han vivido el sueño de fundar y desarrollar una obra al servicio de la educación, obra que en nuestra región se traduce en 11.826 niños y niñas atendidos en 228 establecimientos distribuidos en todas las comunas de la Región de Los Lagos. Hoy es posible mirar con sabiduría la historia, y reconocer en ella, aquello que es perdurable y que debe conservarse con esmero; pero al mismo tiempo es la oportunidad de ver más allá.

Hoy, queremos afianzar nuestro compromiso de llegar tempranamente a la vida de los niños y niñas a través del derecho a una buena educación de calidad e inclusiva desde la primera infancia. Queremos que ustedes madres y padres tengan la tranquilidad de que sus hijos e hijas están en un lugar donde existen todas las condiciones humanas y pedagógicas para que cada uno de ellos sea estimulado desde sus primeros pasos.

Seguiremos priorizando la labor de la educación parvularia, una labor que nos convoca a trabajar por el bienestar, la educación, el afecto y la protección a los niños y niñas, con altos estándares de calidad, estándares que responden a las necesidades que las familias nos piden. Para ello, nuestras salas cunas y jardines infantiles forman parte de un currículo, responden a un trabajo educativo, a juegos pedagógicos. Sabemos que estos esfuerzos deben focalizarse en quienes más lo necesitan y desarrollar su inteligencia. En estos 42 años, junto a nuestras autoridades, a las familias, a nuestros padres y apoderados, seguiremos levantando un camino de sólidos cimientos, porque gracias a ello, nuestra región tendrá nuevos hombres y mujeres con valores solidarios, responsables, justos y tolerantes.

Y Desde esta tribuna, quiero rendir un sincero homenaje a todos los funcionarios y funcionarias de la Junta Nacional de Jardines Infantiles. A cada profesional, educadora de párvulos, técnico en educación parvularia, auxiliares. Todos ellos son grandes servidores públicos, dispuestos a entregarse por entero a esta noble causa. Tenemos la satisfacción de saber que nuestra misión sirve, que tiene sentido y significado profundo. Cada día trabajo, gracias a las miradas y las sonrisas de cientos de niños y niñas a los que hoy les estamos cambiando la vida, sabiendo que siempre es posible soñar con un mundo mejor para mañana, gracias a la educación desde la primera infancia.

Quiero terminar mis saludos, haciendo mención a una hermosa frase, de un gran hombre, que dejó huellas en nuestras almas. Un hombre que en vida se esmeró por la reconstrucción de jardines infantiles. Él, Felipe Cubillos, decía: “y nunca, nunca renuncies a tus sueños, persíguelos apasionadamente y si no los consigues, no importa, el solo recorrer ese camino habrá valido la pena vivir y ojalá el sueño que persigas sea el sueño imposible.” Gracias a la Educación desde la cuna, nuestros niños y niñas comienzan a ser distintos porque se les inculca una energía única e irrepetible, la de poder lograr sus sueños con esmero, trabajo y dedicación.
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