Se creó primer Banco Comunal en la cárcel de Osorno
“Unión, Esfuerzo y Trabajo” (UET) es el nombre del primer Banco Comunal (BC) de Fondo Esperanza (FE) que se creó en el Centro Penitenciario de Osorno. Son precisamente estas tres características las que definen a los 17 internos que decidieron dar un giro a sus días de reclusión.
Si bien están privados de libertad, sienten que aún pueden devolver la mano al destino y con su trabajo aportar al desarrollo de sus familias. A través del trabajo artesanal tratarán de cambiar su futuro. Son hombres que están entre los 25 y 70 años y que llevan entre 2 y 29 años privados de libertad.
Artesanías y muebles en madera y cuero son los trabajos que realizan en los talleres de la prisión. Gracias a los esfuerzos de sus familiares distribuyen a diversos locales comerciales de Osorno, Valdivia y Puerto Montt. Con el primer crédito que recibirán –entre 70 y 100 mil pesos- comprarán algunas herramientas y materiales que les permitan realizar productos de calidad. Con las ganancias esperan ayudar a sus familias, aportar a la cuenta de ahorro y tener algo para sus gastos personales. El Suboficial Sergio Quijada, encargado laboral, estará a cargo del pago de cuotas. Los miércoles a las 11:00 horas y cada 15 días, se reunirán con la asesora de FE.
“Este Banco Comunal se ve bastante bien, un poco diferente, porque son puros hombres, lo que no es tradicional.
Son emprendedores que tienen condenas largas. Están muy contentos con esta oportunidad”, indica Víctor Medina, Subgerente Zona Sur Austral de Fondo Esperanza. Esta es la primera vez que alguien externo llega a prestarles un servicio, recordando que pese a su siguen situación siguen siendo personas.
Por su parte, la Jefa de Oficina (JO) de Osorno, Carola Delquén, recalca las palabras que el alcaide, el Teniente Coronel Enrique Skillmann, tuvo para FE “Nos cayeron del cielo”. Una frase que quedó marcada en todos los representantes de la institución que asistieron a la firma. “Ellos valoran que los tomáramos en cuenta y que hiciéramos exactamente el mismo proceso que hacemos con los demás grupos”, agrega. Estaba nerviosa, ya que era una experiencia nueva y diferente, pero desde el primer momento sintió el apoyo tanto de Gendarmería como de los emprendedores. “Los internos son muy alegres, respetuosos, buenos trabajadores y constantes”, señala la JO.
Para la Asesora de Banco Comunal (ABC), Scarlett Sandoval, este innovador proyecto representa un desafío laboral y personal. “Este es un gran reto por la diferencia de espacio físico donde se desarrolla, a diferencia de los otros Bancos Comunales que no tienen restricciones. En lo personal es un compartir y ayudar en la rehabilitación para que se sientan parte de la sociedad”, expresa. Al conversar con ella nos enfatiza en lo agradecidos que están por las gestiones realizadas, ya que tal como ellos dicen “No nos miran como la escoria de la sociedad, sino como personas”.
La Coordinadora de Servicio Integral (CSI), Andrea González, fue la encargada de dar vida a este grupo. Sus más de dos meses de gestiones dieron frutos la mañana del martes 24 de julio, cuando, finalmente, los 17 internos, los 5 representantes de Fondo Esperanza y otros tantos de Gendarmería dieron paso a la tan anhelada conformación del Banco Comunal (BC). “¡Es un gran orgullo!. Ando con el pecho inflado. Luego de tantas conversaciones y reuniones, por fin está armado”, dijo.
A este importante hito, también asistió el Encargado de Productos Microfinancieros Banco Comunal, Pablo Ramírez. “Fue una muy buena instancia. Están bien agradecidos de que se les tomen en cuenta, puesto que siempre se les discrimina. Nunca habían participado de un programa así”, indica. En más de algún momento le mencionaron que si bien perdieron un derecho –el de la libertad- los demás siguen intactos.
Este BC, se inserta en el proyecto piloto de segmentos excluidos que busca ampliar la cobertura del servicio de Fondo Esperanza a sectores de la población que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad y exclusión. Estos nuevos emprendedores son los primeros de muchos otros que llegarán a unirse a la familia de FE. Son hombres que llegan con grandes anhelos de superación, rehabilitación, integración, pero principalmente, con fe.
Fondo Esperanza, es una institución de desarrollo social con más de 10 años de trayectoria, que tiene como misión apoyar el emprendimiento de sectores vulnerables, a través de la entrega de microcréditos productivos, capacitación y promoción de redes. Con esto busca aportar al mejoramiento de sus condiciones de vida, la de sus familias y comunidad.
FE, actualmente, tiene más de 70 mil emprendedoras (es) desde Iquique a Chiloé. En Osorno a más de dos mil 872 agrupados en 135 Bancos Comunales (BC), metodología considerada mundialmente como una de las herramientas más exitosas para la superación de la pobreza.
Tamara Elena Tobar Flores.
Si bien están privados de libertad, sienten que aún pueden devolver la mano al destino y con su trabajo aportar al desarrollo de sus familias. A través del trabajo artesanal tratarán de cambiar su futuro. Son hombres que están entre los 25 y 70 años y que llevan entre 2 y 29 años privados de libertad.
Artesanías y muebles en madera y cuero son los trabajos que realizan en los talleres de la prisión. Gracias a los esfuerzos de sus familiares distribuyen a diversos locales comerciales de Osorno, Valdivia y Puerto Montt. Con el primer crédito que recibirán –entre 70 y 100 mil pesos- comprarán algunas herramientas y materiales que les permitan realizar productos de calidad. Con las ganancias esperan ayudar a sus familias, aportar a la cuenta de ahorro y tener algo para sus gastos personales. El Suboficial Sergio Quijada, encargado laboral, estará a cargo del pago de cuotas. Los miércoles a las 11:00 horas y cada 15 días, se reunirán con la asesora de FE.
“Este Banco Comunal se ve bastante bien, un poco diferente, porque son puros hombres, lo que no es tradicional.
Son emprendedores que tienen condenas largas. Están muy contentos con esta oportunidad”, indica Víctor Medina, Subgerente Zona Sur Austral de Fondo Esperanza. Esta es la primera vez que alguien externo llega a prestarles un servicio, recordando que pese a su siguen situación siguen siendo personas.
Por su parte, la Jefa de Oficina (JO) de Osorno, Carola Delquén, recalca las palabras que el alcaide, el Teniente Coronel Enrique Skillmann, tuvo para FE “Nos cayeron del cielo”. Una frase que quedó marcada en todos los representantes de la institución que asistieron a la firma. “Ellos valoran que los tomáramos en cuenta y que hiciéramos exactamente el mismo proceso que hacemos con los demás grupos”, agrega. Estaba nerviosa, ya que era una experiencia nueva y diferente, pero desde el primer momento sintió el apoyo tanto de Gendarmería como de los emprendedores. “Los internos son muy alegres, respetuosos, buenos trabajadores y constantes”, señala la JO.
Para la Asesora de Banco Comunal (ABC), Scarlett Sandoval, este innovador proyecto representa un desafío laboral y personal. “Este es un gran reto por la diferencia de espacio físico donde se desarrolla, a diferencia de los otros Bancos Comunales que no tienen restricciones. En lo personal es un compartir y ayudar en la rehabilitación para que se sientan parte de la sociedad”, expresa. Al conversar con ella nos enfatiza en lo agradecidos que están por las gestiones realizadas, ya que tal como ellos dicen “No nos miran como la escoria de la sociedad, sino como personas”.
La Coordinadora de Servicio Integral (CSI), Andrea González, fue la encargada de dar vida a este grupo. Sus más de dos meses de gestiones dieron frutos la mañana del martes 24 de julio, cuando, finalmente, los 17 internos, los 5 representantes de Fondo Esperanza y otros tantos de Gendarmería dieron paso a la tan anhelada conformación del Banco Comunal (BC). “¡Es un gran orgullo!. Ando con el pecho inflado. Luego de tantas conversaciones y reuniones, por fin está armado”, dijo.
A este importante hito, también asistió el Encargado de Productos Microfinancieros Banco Comunal, Pablo Ramírez. “Fue una muy buena instancia. Están bien agradecidos de que se les tomen en cuenta, puesto que siempre se les discrimina. Nunca habían participado de un programa así”, indica. En más de algún momento le mencionaron que si bien perdieron un derecho –el de la libertad- los demás siguen intactos.
Este BC, se inserta en el proyecto piloto de segmentos excluidos que busca ampliar la cobertura del servicio de Fondo Esperanza a sectores de la población que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad y exclusión. Estos nuevos emprendedores son los primeros de muchos otros que llegarán a unirse a la familia de FE. Son hombres que llegan con grandes anhelos de superación, rehabilitación, integración, pero principalmente, con fe.
Fondo Esperanza, es una institución de desarrollo social con más de 10 años de trayectoria, que tiene como misión apoyar el emprendimiento de sectores vulnerables, a través de la entrega de microcréditos productivos, capacitación y promoción de redes. Con esto busca aportar al mejoramiento de sus condiciones de vida, la de sus familias y comunidad.
FE, actualmente, tiene más de 70 mil emprendedoras (es) desde Iquique a Chiloé. En Osorno a más de dos mil 872 agrupados en 135 Bancos Comunales (BC), metodología considerada mundialmente como una de las herramientas más exitosas para la superación de la pobreza.
Tamara Elena Tobar Flores.