Drones agrícolas: Innovación que transforma la agricultura en el sur de Chile

Drones agrícolas: Innovación que transforma la agricultura en el sur de Chile
Innovación agrícola: La revolución de los drones en el sur de Chile.

Francisco Winkler, agricultor y técnico en gestión agropecuaria, lidera un innovador proyecto de uso de drones en la agricultura tradicional, transformando las prácticas agrícolas del sur de Chile con tecnología de vanguardia.

El sur de Chile es conocido por su conexión con la tierra, las tradiciones rurales y el esfuerzo de sus agricultores. Sin embargo, en los últimos años, un giro tecnológico está marcando la diferencia. En el programa "Raíces y Horizontes", Francisco Winkler compartió su experiencia en el uso de drones como una herramienta clave para optimizar los procesos agrícolas y minimizar el impacto ambiental.

Francisco Winkler comenzó su carrera como prestador de servicios agrícolas con maquinaria tradicional. Sin embargo, en 2022, decidió dar un salto hacia la tecnología de drones. “Quería solucionar problemas para mis clientes, como el daño a los cultivos y la compactación del suelo. Los drones ofrecen una alternativa eficiente y amigable con el medioambiente”, explicó Winkler.

El uso de drones ha permitido reducir significativamente la cantidad de agua y productos químicos utilizados en cultivos. Por ejemplo, en aplicaciones de plaguicidas o fertilizantes, los drones pueden operar con tan solo 30 litros por hectárea, en contraste con los cientos de litros requeridos por métodos tradicionales. Además, la precisión de los drones minimiza la lixiviación de productos químicos y protege los suelos y aguas subterráneas.

Una de las innovaciones más destacadas en este ámbito es el uso de drones multiespectrales, capaces de realizar aplicaciones variables. Esta tecnología permite identificar malezas específicas, como romaza o cardos, y aplicar productos únicamente en las áreas necesarias. Esto no solo optimiza los costos, sino que reduce el impacto ambiental. “Con este sistema, se utiliza solo un 30% del producto que sería necesario en una aplicación general”, señaló Winkler. Además de fumigar y fertilizar, los drones están demostrando su versatilidad en otras áreas, como la siembra directa sobre cultivos existentes. Winkler está experimentando con la siembra de cultivos forrajeros, como avena y ballica, directamente sobre plantaciones de maíz antes de su cosecha, optimizando el uso del terreno.

A pesar de los avances, el camino no ha estado exento de desafíos. La formación técnica, el alto costo de los equipos y las condiciones climáticas representan barreras para una adopción masiva de esta tecnología. “La mayoría de los accidentes ocurren por errores humanos. Por eso, la capacitación y el soporte técnico son fundamentales”, comentó Winkler.

En cuanto al futuro, Winkler apunta a desarrollar aún más el uso de drones multiespectrales y aplicaciones variables. Además, trabaja en colaboración con instituciones educativas, como la Escuela Agrícola de Río Negro, para formar a nuevas generaciones en el manejo de esta tecnología.

El uso de drones no solo mejora la eficiencia y productividad de las faenas agrícolas, sino que también fomenta prácticas más sostenibles. Menos uso de agua, reducción de productos químicos y una menor compactación del suelo son beneficios clave de esta tecnología.

“La tecnología de drones representa el siglo XXI aplicado a la agricultura tradicional. Es una herramienta para enfrentar los desafíos actuales del sector, como la sostenibilidad, la competitividad y la necesidad de innovar”, concluyó Winkler.




Fuente información: Rocío Gambra
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