Regreso a clases sin estrés: claves para ayudar a los niños en la transición
Cómo ayudar a los niños a adaptarse a la rutina escolar tras las vacaciones.
El regreso a clases puede ser un desafío tanto para los niños como para sus familias, con cambios en los horarios de sueño, ansiedad y dificultades de concentración. Para hacer más llevadero este proceso, la psiquiatra infantil María José Barker, de la Clínica Alemana de Santiago, entregó una serie de recomendaciones en una entrevista reciente.
Según la especialista, cualquier cambio conlleva cierto nivel de estrés, y la adaptación escolar no es la excepción. La transición desde el relajo de las vacaciones a las exigencias académicas puede generar síntomas como insomnio, ansiedad y tensión emocional. Sin embargo, Barker enfatiza que este proceso no solo afecta a los niños, sino también a los adultos, quienes deben enfrentar el ajuste en sus propios horarios y rutinas.
Para identificar si un niño está experimentando un nivel de ansiedad mayor al esperado, es clave observar cambios significativos en su comportamiento, como la incapacidad de dormir durante varias noches seguidas o una negativa extrema a asistir al colegio.
La psiquiatra recomienda establecer rutinas de manera gradual, sin esperar cambios drásticos de un día para otro. Algunas medidas clave incluyen:
Un aspecto clave en la adaptación es el uso de dispositivos electrónicos. Barker advierte que las pantallas no deben utilizarse para calmar a los niños ni ser una distracción antes de dormir o durante las comidas. Además, recomienda a los padres establecer horarios de uso y supervisar los contenidos.
Respecto a la presión académica, la especialista señala que cada niño es diferente y que es fundamental estar atentos a signos de estrés excesivo, como fatiga extrema, desmotivación o dificultades de concentración. En casos de niños con diagnósticos como déficit atencional, sugiere retomar los tratamientos con anticipación y evaluar si es necesario ajustarlos.
Si bien las actividades fuera del horario escolar son beneficiosas, Barker sugiere que no deben imponerse de inmediato, sino después de un periodo de adaptación. Además, recomienda que los padres analicen si la carga de actividades es adecuada para el bienestar del niño.
En conclusión, el regreso a clases es un proceso que requiere planificación y flexibilidad. Adaptar las rutinas a las necesidades de cada familia, regular el uso de pantallas y estar atentos a signos de estrés pueden hacer que esta transición sea más saludable y positiva.
El regreso a clases puede ser un desafío tanto para los niños como para sus familias, con cambios en los horarios de sueño, ansiedad y dificultades de concentración. Para hacer más llevadero este proceso, la psiquiatra infantil María José Barker, de la Clínica Alemana de Santiago, entregó una serie de recomendaciones en una entrevista reciente.
Los principales desafíos de volver a la rutina
Según la especialista, cualquier cambio conlleva cierto nivel de estrés, y la adaptación escolar no es la excepción. La transición desde el relajo de las vacaciones a las exigencias académicas puede generar síntomas como insomnio, ansiedad y tensión emocional. Sin embargo, Barker enfatiza que este proceso no solo afecta a los niños, sino también a los adultos, quienes deben enfrentar el ajuste en sus propios horarios y rutinas.
Para identificar si un niño está experimentando un nivel de ansiedad mayor al esperado, es clave observar cambios significativos en su comportamiento, como la incapacidad de dormir durante varias noches seguidas o una negativa extrema a asistir al colegio.
Estrategias para un retorno escolar exitoso
La psiquiatra recomienda establecer rutinas de manera gradual, sin esperar cambios drásticos de un día para otro. Algunas medidas clave incluyen:
- Ajustar horarios de sueño y alimentación: Levantar a los niños más temprano días antes del inicio de clases para facilitar la adaptación. Regular las comidas también ayuda a estructurar el día.
- Organizar los espacios de estudio: Preparar materiales y uniformes con anticipación para evitar contratiempos.
- Facilitar la transición emocional: Hablar con los niños sobre sus preocupaciones y reforzar una actitud positiva hacia el nuevo ciclo escolar.
Pantallas y presión académica: ¿Cómo manejarlas?
Un aspecto clave en la adaptación es el uso de dispositivos electrónicos. Barker advierte que las pantallas no deben utilizarse para calmar a los niños ni ser una distracción antes de dormir o durante las comidas. Además, recomienda a los padres establecer horarios de uso y supervisar los contenidos.
Respecto a la presión académica, la especialista señala que cada niño es diferente y que es fundamental estar atentos a signos de estrés excesivo, como fatiga extrema, desmotivación o dificultades de concentración. En casos de niños con diagnósticos como déficit atencional, sugiere retomar los tratamientos con anticipación y evaluar si es necesario ajustarlos.
Actividades extracurriculares: ¿Cuánto es suficiente?
Si bien las actividades fuera del horario escolar son beneficiosas, Barker sugiere que no deben imponerse de inmediato, sino después de un periodo de adaptación. Además, recomienda que los padres analicen si la carga de actividades es adecuada para el bienestar del niño.
En conclusión, el regreso a clases es un proceso que requiere planificación y flexibilidad. Adaptar las rutinas a las necesidades de cada familia, regular el uso de pantallas y estar atentos a signos de estrés pueden hacer que esta transición sea más saludable y positiva.
Fuente información: Rocío Gambra